A la manera de un ir y venir musical, como una marea que dialoga entre ánimos distintos pero de afecto recíproco, el guitarrista Juan Gabino despliega en La Visión (Club del Disco) un retrato íntimo. La complicidad del trío que conforma con Sebastián Mamet (batería) y Jorge Palena (contrabajo) se traduce en siete composiciones que van del jazz tradicional al más contemporáneo, con pasos por el blues y la balada. Juan Gabino presenta su nuevo disco, hoy a las 20.30 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el río), dentro del ciclo de jazz contemporáneo que el CEC lleva adelante con el nombre Jazz Corner.

“Es mi segundo trabajo y la primera vez que grabo en formato trío. El disco anterior (Gabo Quintet, Renovarse) fue en formación de quinteto, pero ahora, intencionalmente, busqué arreglármelas sin vientos, más allá de la participación de algunos invitados (Mariano Ruggieri en piano y Emiliano Méndez en guitarra, en algunos temas). Me animé también a partir de mucho esfuerzo y de estudio sobre lo que implica tocar en trío como guitarrista de jazz”, comenta Juan Gabino a Rosario/12.

-La elección del formato también te orientó a una búsqueda sonora diferente, más intimista.

-Totalmente, el trío permite plasmar más directamente lo que se gesta en la concepción musical, por decirlo así. Al momento de componer, cuando la música baja de algún lugar y la melodía y la armonía se presentan solamente en la guitarra, cuando termino por armar el arreglo para el trío todo se vuelve más nítido. El contrabajo y la batería potencian la idea primaria y eso termina produciendo una relación más íntima con la música. En los temas donde el piano está invitado, no casualmente, son los más tradicionales e intencionadamente cercanos a standards de jazz; pero el lado más moderno del disco tiene que ver cuando estamos en trío.

-¿El concepto sonoro del disco ya estaba previsto o lo fueron sugiriendo las composiciones?

-Las composiciones fueron adquiriendo una especie de personalidad, más que nada al tocarlas una detrás de otra. En principio hubo un eje claro, y lo dio el primer tema del disco, “Entre Montañas”, donde me dije: “acá aparece algo que va a construir un álbum”. Fue la punta de la flecha. Luego empecé a buscar un cierto equilibrio entre las músicas, en donde no hubiese tanta intensidad o cantidad de notas, y se lograra cierto equilibrio. Así aparecieron “El Abrazo” y “Canción Relax”, con esta última -luego de haber compuesto casi todas las músicas- busqué un quiebre. Básicamente, las más intensas salieron al principio y las más relajadas al final; si al ensayar tocábamos las más intensas una tras otra, a la hora y media ya estábamos agotados. Así que intercalar los tempos musicales hizo que el viaje fuese más armonioso. Por otro lado, al formato trío lo vengo deseando desde siempre. Hay un par de referentes que me inspiraron mucho, en la pandemia empecé a escuchar tríos y eso empezó a echar leña a esta fogata del deseo; tomé la decisión de manera gradual hasta que tuve el coraje, porque el trío requiere otra manera de tocar la guitarra.

-¿Cómo ha sido este proceso de trabajo, con Palena y Mamet?

-En realidad, el trío comenzó con dos integrantes diferentes, que ya habían participado del disco anterior: Alexis Gambacurta en bajo y Francisco Marti en batería; pero luego los solicitaron para trabajos que habían buscado antes de la pandemia. A Mamet y Palena los escucho desde hace años y para mí fue una gran sorpresa que se empaparan del proyecto y asumieran el rol. Me pidieron las partes para estudiarlas y el grupo se rearmó. Ellos tomaron la posta, y Mamet incidió con mucha energía. Me sorprendió y me enamoró lo que generó musicalmente, es alguien con mucha presencia y actitud, inclusive en el estudio. Cuando tocábamos el blues, por ejemplo (“Blues en Madrugada”), si iba medio lento él lo pedía más rápido y todos confiábamos en su criterio. Nos vino a dar un ánimo similar al de una topadora de energía. Y en el caso de Palena, fue sorprendente cómo desde el primer momento hubo una conexión espontánea, cuando a veces eso no sucede. Ellos tocaron juntos con el grupo de Mariano Ruggieri, pero de todos modos yo no había tocado mucho con él y todo funcionó como si hubiésemos ensayando durante meses.

Oriundo de Comodoro Rivadavia y radicado en Rosario, Juan Gabino -además productor y docente- ya es un referente en la escena del jazz local. “El disfrute es lo primero, más allá de la búsqueda estética. Y en el álbum está la música como yo la siento y la vivo, entre lo intenso y lo calmo; con swing y tradición pero también con algo más actual”, distingue el músico, y adelanta que en la presentación de hoy “habrá un invitado sorpresa, que le va a dar potencia al show”.