Con Mauricio Macri muy cerca, la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, cerró su accidentada campaña hacia las elecciones generales. La dirigente eligió Lomas de Zamora para remarcar las denuncias contra Martín Insaurralde, aunque ella misma nunca terminó de explicar los audios de Carlos Melconian. Bullrich buscó de todas las maneras posibles entrar al balotaje: la acompañaban su jefe de Gabinete a plazo fijo, Horacio Rodríguez Larreta, y su candidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti. "Si entramos nosotros al balotaje, la economía se tranquiliza", prometió Bullrich, decidida a probar todo para no quedarse afuera.

Resuelta a sumar propuestas a último momento, Bullrich lanzó su carta final: dijo que buscaría como presidenta un consenso con las provincias para eliminar las elecciones de medio término. Es algo que implementó Gerardo Morales en Jujuy y que tiene a la provincia en un estado de conflicto desde entonces. El día anterior había dicho que, si gana, los extranjeros no residentes no van a poder usar el sistema de salud si no pagan.

La candidata dijo que, de ser presidenta, habrá ajuste económico de entrada (a diferencia del gradualismo de Macri), bajará "de inmediato" la edad de imputabilidad a 14 años y que declarará esencial la educación para que los docentes no puedan hacer más huelgas. No explicó cómo haría eso de forma instantánea, cuando varias de las reformas que propone requieren pasar por ambas cámaras del Congreso. Además, dijo que iba a retirar al país de los BRICS, aunque rechazó la idea de dirigentes de La Libertad Avanza de romper con El Vaticano.

Buenas malas ideas

En el acto, la acompañaba Macri, quien en la última semana publicó un extenso mensaje señalando que Javier Milei no está listo para ser presidente, aunque tiene "buenas ideas". Luego, Larreta lo contradijo: "Milei no tiene buenas ideas. Romper con El Vaticano, el tráfico de órganos, los vouchers para la educación y la dolarización son pésimas ideas. Tengo muchos ejemplos de malas ideas de Milei y puedo enumerar muchas más”, afirmó el jefe del gobierno porteño.

A pesar de las diferencias, tanto Larreta como Macri sonrieron en el acto de Bullrich, mientras ella hablaba de estar unidos y de entrar en la segunda vuelta. También la escuchaba la ex gobernadora María Eugenia Vidal, muy activa en la última fase de la campaña. “Me preocupan las ideas de Milei, son malas y peligrosas”, insistió Bullrich. También dijo que el "libertario" no tiene con qué sostener el cambio, porque no tiene gobernadores ni intendentes, ni bloques parlamentarios nutridos. Y remarcó que ya lo "infiltraron", en referencia a Luis Barrionuevo. “De un lado tenemos los que hace 20 años nos vienen destruyendo el país; y del otro lado uno que dice: tirate a la pileta, dolarizá sin dólares, andá a vender tus órganos, legalizá las armas”, remarcó.

El yate

Pero el eje central del discurso final de Bullrich volvió a ser la corrupción, con el yate de Insaurralde como bandera, como si la candidata añorara la época en que manejaba la agenda y no estaba condenada a contestar cada día a las propuestas de Milei o a dar explicaciones sobre audios de Melconian. “Este domingo es un día muy especial, porque este domingo vamos a terminar con el kirchnerismo de una vez y para siempre. Vine a Lomas de Zamora porque la pornografía brutal de Insaurralde es lo que nos ha llenado el vaso de veinte años de robo y corrupción kirchnerista”, remarcó Bullrich. "Insaurralde se fue a Puerto Madero y los dejo a todos solos acá para que los roben”, insistió.

- La mafia tiene miedooo -coreaban los participantes, en un cantito que parece emular otro de Milei.

En esa línea, la candidata atacó a Sergio Massa, al que calificó de ser “el peor ministro de Economía” de la historia. Advirtió que si gana los comicios, “el que roba va preso”. Y volvió a insistir en que ella representa un cambio "sin saltos al vacío", con "10 gobernadores, 500 intendentes, con legisladores, con senadores para sacar las leyes que el cambio necesita”. “Les propongo un cambio verdadero, definitivo para devolverles al país y a la provincia lo que nos robaron, el país que nos robaron. Para que la plata valga y valga la pena vivir en Argentina”, afirmó.

Macri dice que apoya

A su turno, Macri remarcó lo que ya había dicho Bullrich: "La otra alternativa es una agrupación no madura, sin volumen, sin equipo, fácilmente infiltrable. Que no puede garantizar ningún cambio”, remarcó.


Y volvió a hacer cuentas: “Yo no puedo dejar de recordar, porque lo vivimos juntos, lo que fue gobernar ese prólogo del cambio con tan solo cuatro gobernadores y 30 por ciento de la Cámara de Diputados. Imagínense cómo alguien puede prometer un cambio con cero gobernador, con menos del 20 por ciento de los diputados. Ahí no hay ningún cambio posible", sentenció Macri. El ex presidente, no obstante, es muy medido a la hora de criticar a Milei, cosa que no le ocurre con Massa: del ministro dijo que era "la encarnación del desastre".

Sonaba de fondo Tan Biónica como para recordar victorias pasadas e intentar ahuyentar una posible derrota de Juntos por el Cambio.