El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció que los daños acumulados por el embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra su país ascienden a 159.084,3 millones de dólares.

Rodríguez reveló esa cifra en la presentación a los integrantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba del “Informe Nacional sobre afectaciones del cerco económico de Washington contra La Habana” de marzo de 2022 a febrero de 2023, que también publicó en la red X.

Estados Unidos mantiene hace más de seis décadas, de manera unilateral, un embargo económico, comercial y financiero contra Cuba, agudizado en los últimos años, pese a los permanentes pronunciamientos desde 1992 en la ONU para que la Casa Blanca levante la medida.

"El cerco tiene como objetivo reducir a Cuba"


Según la agencia Prensa Latina, Rodríguez insistió en el término “genocida” para referirse al embargo, pero en este caso en una conferencia de prensa inicialmente llamada para referirse a los hechos de Israel y Palestina.

En este encuentro, el diplomático cifró en 4.800 millones de dólares las pérdidas para su país por el “cerco unilateral” solo de marzo del año pasado a febrero último. Rodríguez detalló que los perjuicios causados por la medida representan una afectación de más de 405 millones mensuales, lo que significa “un millón de dólares cada dos horas”.

El ministro citó estimaciones que señalan que el producto interno bruto de la isla “pudo haber crecido en 2022 alrededor de un 9%, de no ser por la política estadounidense”.

“Si calculamos los daños del perjuicio del bloqueo en estos 60 años, a partir del valor de oro, se alcanzan cifras inconmensurables para cualquier economía del mundo”, protestó.

Para Rodríguez, “la misión del bloqueo no ha cambiado desde sus orígenes y el cerco tiene como objetivo reducir a Cuba, a sus recursos financieros y deprimir los salarios reales, así como provocar hambre y el derrocamiento del Gobierno”.

La asamblea general de la ONU volverá a discutir el 1 y 2 de noviembre el proyecto de resolución sobre la “necesidad de poner fin al bloqueo vs Cuba”, que la isla presenta cada año y que Washington ignora pese a las sucesivas abrumadoras aprobaciones.