La periodista y analista internacional Melisa Trad se refirió este viernes a la guerra entre Israel y Hamas y aseguró que “la urgencia está en no darle un cheque en blanco a (Benjamín) Netanyahu”, presidente de Israel, “para que cometa crímenes de guerra”.
De este modo, Trad hizo alusión a cómo se comunica en Argentina lo que está pasando en Medio Oriente. “Debería ser como mínimo nuestra obligación mostrar los dos lados. Y eso me preocupa de las narrativas presentes en nuestro país”, dijo.
Esta misma posición le costó un fuerte cruce días atrás en el canal LN+ y duras críticas a Luis Novaresio, que dejó la entrevista por la mitad. Consultada por La García, Trad lamentó esta actitud y aseguró que no la trataron como “a un colega”.
“Fue todo con mucha falta de respeto. Más allá de que uno pueda tener opiniones diferentes. Y la verdad es que me parece muy peligroso el uso de la palabra antisemita. Porque si todo es antisemita, nada es antisemita”, añadió sobre el episodio.
De todos modos, de nuevo sobre los términos generales de la comunicación del conflicto, apuntó: “Hay que aclarar como si algunas víctimas dolieran más que las otras. Digo esto porque más allá de la retórica sobre quién se solidariza cada quién, hay otra urgencia”.
La única repatriada desde Palestina
Trad es la única argentina que fue repatriada desde Palestina, más precisamente, desde Cisjordania. Por AM750 contó cómo fue esta experiencia y todos los pensamientos que tuvo al llegar al país.
“Cuando llegamos a Argentina yo tenía una sensación muy encontrada. Porque veía a las familias abrazarse con sus hijos, reencontrarse, y eso era muy emocionante. Yo no sé hasta qué punto los chicos cuando estaban allá dimensionaban lo que estaba pasando”, comenzó el relato.
A lo que añadió: “Pero sus familiares sí. Y eso fue muy emotivo. Al mismo tiempo pensaba que estaba llegando a un país en paz, pero yo estuve trabajando como corresponsal siete meses. No en Gaza, que es donde están los bombardeos, pero sí en Cisjordania. Y como todo periodista, uno construye vínculo”.
“Y pisar suelo argentino era un doble sentimiento de pensar qué iba a pasar con toda esa gente a la que conocí. Con esas vidas que ya estaban marcadas por la ocupación israelí y que después de lo que pasó con Hamás vemos un castigo colectivo y una masacre que parece que el mundo no tiene muchas ganas de detener”, finalizó.