El 7 de junio del año pasado año, la misma Justicia que ayer rechazó elevar el caso a la Corte Suprema había aceptado el amparo de los clubes contra el tarifazo. El tribunal de la Sala I de la Cámara Federal de San Martín falló por segunda vez en contra del amparo que presentaron seis clubes de ese distrito para evitar que los aumentos impactaran sobre sus actividades. Esta vez, rechazando el recurso extraordinario presentado por las entidades para elevar la causa a la Corte Suprema, después de convalidar la apelación del Gobierno y Edenor para dejar sin validez la cautelar que en 2016 inhabilitó la suba del servicio para las instituciones. Según confirmó a Página/12 Alejandro Sengiali, presidente del Club las Heras de Villa Ballester y abogado querellante, llevarán el caso directamente a la Corte en los próximos días.
El fallo, que lleva la firma de los magistrados Juan Pablo Salas y Marcos Morán, revoca la decisión que permitía a los clubes "Social y Deportivo Las Heras”, “Deportivo San Andrés”, “Tres de Febrero”, “Ferrocarril Mitre”, “Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester” y “Sportivo Villa Ballester” seguir pagando sobre la base de las tarifas que regían a fines de 2015, gracias a una cautelar aprobada por la jueza Martina Forns, que después el Gobierno apeló.
"Para nosotros es una incertidumbre total porque no sabemos si van a retrotraer las tarifas o no, si nos van a cobrar recargos o no", comentó a este diario Jorge Cortés, secretario del Club Ferrocarril Mitre, quien aseguró que en estas condiciones "es imposible seguir funcionando"
Dos de los integrantes del tribunal entendieron que el reclamo de los clubes no reviste un "carácter federal", pero Marcelo Fernández se manifestó en disidencia y no dejó dudas que "estaba en juego la inteligencia e interpretación de actos estatales de rango federal", en referencia a las resoluciones emanadas del Ministerio de Energía y del Ente Nacional Regulador de la Electricidad. Salas y Morán ratificaron, además, que el reclamo era extemporáneo porque desde que su presentación cambió el cuadro tarifario, aunque para Sengiali "esto no es así porque las nuevas escalas de los aumentos también causan un perjuicio sumamente importante".
“No vemos ningún tipo de solución”, manifestó a Página/12 Graciela Lazzarof, secretaria de la Comisión directiva del Club Tres de Febrero. Según confirmaron fuentes de los clubes a este diario, mañana a las 9 de la mañana las comisiones de todos los clubes ofrecerán una conferencia de prensa para dar cuenta de su problemática.
Desde el inicio del proceso judicial, en 2016, la situación para los clubes empeoró porque ahora deberán pagar una suba del 58,1 por ciento, teniendo en cuenta que el gobierno de María Eugenia Vidal aprobó el 9 de mayo un aumento del 18,9 por ciento, que se sumó al 39,2 ya autorizado por Energía, una cifra que ya en ese entonces superaba en 16 puntos a la pactada en la audiencia pública de diciembre del año anterio. “Es realmente algo impagable porque se trata de un aumento de un 500 por ciento, que si se suman a los últimos y los que vendrán en noviembre, se vuelven imposibles”, explicó Lazzarof.
Según la Ley 27098, de Clubes de Barrio y de Pueblo, todos los clubes deberían tener una tarifa social porque se trata de “asociaciones de bien público”. La misma ley, en su artículo 6, dice que la Secretaría de Deportes, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, debe “organizar, administrar y coordinar la asignación de la ayuda económica al club de barrio inscripto en el Registro Nacional” correspondiente. En su artículo 16, la norma describe que pueden ser beneficiarias de "una tarifa social básica de servicios públicos" todas aquellas entidades que figuren en el registro.
Sin embargo, después de los constantes reclamos de las entidades, el secretario de Deportes, Carlos Mac Allister, dispuso un reintegro del 40 por ciento de la factura de luz mensual. Lazzarof comentó que el proceso para pedirlo “lleva mucho tiempo en interminables trámites burocráticos ” y que, además, a veces, llegaron a esperar hasta seis meses para poder cobrar el reintegro que, encima, es “insuficiente” para saldar los gastos porque “igual el aumento llega al 200 por ciento”.
Al Tres de Febrero concurren 900 socios, “la mayoría chicos”, según la secretaria, y pagan alrededor de 260 pesos de cuota, que no alcanza para “cubrir el gasto operativo del club”. “Tenemos que usar la imaginación y realizar comidas, rifas, eventos, cosas extras, porque no queremos elevar la cuota”, comentó Lazzarof, quien subrayó que "si no cerramos en el 2000, cuando teníamos la faja de clausura, no nos vamos a amedrentar ahora “. En el mismo sentido, Cortes aseguró: "Genera un profundo malestar porque la cuota no la podemos aumentar porque sería lo mismo que echar a los socios".