El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó este viernes desde el cruce fronterizo de Rafah, que une Egipto con la Franja de Gaza, a la apertura del paso para la ayuda humanitaria destinada a la población del enclave palestino, que está bajo bombardeo de Israel y sin agua, electricidad, alimento y gasolina desde hace 14 días.
Camiones listos para entrar
Guterres subrayó en un discurso desde el único acceso a la Franja fuera del control de Israel, que la entrada de ayuda a la zona es "absolutamente esencial" y que esta "operación humanitaria no es normal", sino que es urgente para rescatar personas "en un estado de guerra".
En la TV egipcia, el secretario general hizo su alocución frente a decenas de trabajadores humanitarios egipcios que aguardan la apertura de la frontera. La ONU está "trabajando para que los camiones lleguen lo antes posible, con la mayor cantidad de ayuda posible" a la población, al tiempo que insistió en la necesidad "de arreglar esta situación".
"Es imposible estar aquí y no tener el corazón roto, hay dos millones de personas pasando penurias, sin comida, sin medicinas... Necesitan todo para sobrevivir. En este lado tenemos camiones y todo lo necesario para ellos. Esos camiones, no son solo camiones, sino que son lo que diferencia la vida de la muerte, necesitamos pasar la máxima cantidad posible", indicó el portugués. Además apuntó que hay un acuerdo entre Israel, Egipto y la ONU para el ingreso de ayuda, "con una serie de condiciones". Y señaló que desde su organización se intenta "que puedan entrar camiones de ayuda todos los días".
En la mañana una fuente de seguridad egipcia informó a la prensa que la apertura del cruce dependerá de la velocidad con que se pavimente y arregle el daño que existe en el lado palestino de la frontera. En la transmisión televisiva se pudo ver cómo todavía trabajaba maquinaria pesada en la reparación del lugar, dañado por cuatro bombardeos lanzados por Israel desde el pasado 7 de octubre. El paso fue atacado incluso cuando los obreros estaban trabajando para repararlo, lo que provocó que cuatro trabajadores egipcios resultaran heridos, reveló el ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Shukri.
En los últimos días, varias agencias de Naciones Unidas como el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud, además de la Cruz Roja Internacional y las sociedades de socorro de la Media Luna Roja de varios países, se reunieron a la espera de la apertura de la frontera.
Aguardando en el paso, los voluntarios egipcios están deseosos de "poder entrar y ayudar" a sus hermanos de Gaza, para "salvar y cuidar a los heridos", tal y como dijo en una entrevista Ahmed, un enfermero de la provincia egipcia del Norte de Sinaí que lleva esperando una semana. "Se prepararon diez ambulancias que entrarán para llevar heridos graves a los hospitales del Norte de Sinaí, Ismailía y Port Said. El personal médico seguirá en Gaza durante todo el tiempo de la crisis", afirmó el enfermero.
Cumbre por el conflicto
Líderes de todo el mundo abordarán este sábado en Egipto la crisis de Gaza en una cumbre diplomática sin precedentes, liderada por ese país árabe que busca contener la expansión de la guerra. Además de líderes de países islámicos, están los presidentes de España, Francia, Reino Unido e Italia.
Se trata de la mayor movilización diplomática hasta la fecha para tratar la escalada de la violencia entre Israel y Hamas. Prueba de ello es la nómina de jefes de Estado, de Gobierno, ministros y altos representantes que confirmaron su asistencia al encuentro a realizarse en la Nueva Capital Administrativa creada en pleno desierto por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, 50 kilómetros al este de El Cairo. Serán 31 los países y tres las organizaciones internacionales presentes, encabezadas por Guterres.
El mundo árabe parece resuelto a defender los derechos del pueblo palestino ante la represalia israelí y evitar el intento de convertir la situación de Gaza en una expulsión de facto de los habitantes de la zona hacia la península del Sinaí. En la región, la defensa unilateral de Occidente a Israel causó mucha desazón, con una opinión pública muy molesta por el trato que recibe Palestina frente a lo que perciben como intentos de "limpieza étnica" israelí.
Occidente defendió el derecho de Israel a defenderse, si bien algunas voces ya comenzaron a presionar para que se intente preservar a los civiles de la represalia y que pueda ingresar ayuda humanitaria. Este cambio de tono fue patente en el discurso televisado del presidente de EE.UU. Joe Biden, quien pidió por primera vez a Israel, desde que inició la escalada, "que no se deje llevar por la ira", que se "aferre a valores democráticos" y que la "islamofobia" que generó el ataque de Hamas "debe ser denunciada". La visita el pasado miércoles de Biden a Israel, justo después de que un bombardeo cuya autoría aún no fue determinada masacrara a 500 personas refugiadas en un hospital de Gaza, parece haber destrabado la negativa israelí a permitir la entrada de ayuda.