“Parece mentira que tengamos que comunicar la partida de la Abuela Sonia Torres, la Abuela de Córdoba, la de sonrisa amplia y pregunta persistente. Esa pregunta que los cómplices del terrorismo de Estado nunca le respondieron: dónde está el hijo de Silvina y Daniel”. Con esas palabras comienza la despedida de Abuelas de Plaza de Mayo a su histórica referente de Córdoba, que murió a sus 94 años luego de buscar durante casi medio siglo a un nieto que aún no conoce su identidad. “El pueblo entero te despide. Continuaremos la búsqueda”, prometieron desde H.I.J.O.S. Córdoba. “Su búsqueda no fue en vano, gracias a su lucha muchos pudimos recuperar nuestra historia”, la despidió el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla. “Es una pérdida irreparable para el pueblo”, destacó el gobernador Juan Schiaretti. Sus restos serán velados este sábado, de 10 a 22, en su casa, en Manuel de Falla 7384 de la capital provincial.

La biografía de Sonia Torres dice que nació en 1929 en Villa Dolores, que estudió baile y música, luego farmacia, y que fue la primera mujer universitaria de su familia. El quiebre en su vida tuvo lugar dos días después del último golpe de Estado, el 26 de marzo de 1976, cuando las patotas que regenteaba Luciano Benjamín Menéndez secuestraron a su hija Silvina Parodi y a su yerno Daniel Orozco, militantes del PRT-ERP. Silvia estaba embarazada de seis meses, por lo que en junio de ese año sumó a la búsqueda a su nieto. “Nunca bajó los brazos, recibió amenazas, sufrió un atentado, pero nada la intimidó para seguir reclamando justicia y saber del paradero de su nieto”, la recordó Abuelas.

En el juicio por los crímenes en La Perla, donde estuvieron secuestrados Silvina y Daniel, supo con certeza por una sobreviviente que su nieto era varón y que nació el 14 de junio de 1976 en la Maternidad Provincial de Córdoba. Silvina, de 20 años, lo llamó Daniel Efraín. Los tres están desaparecidos. “A ella la llevan de vuelta al Buen Pastor, que era la Cárcel de Encausados, ahí le permiten estar dos días con su bebé y después la llevan a La Perla y al bebé lo entregan en Casa Cuna. La monja Monserrat Tribo entregó a mi nieto a una familia pero nunca me quiso decir a qué familia”, contó Sonia años atrás. La Iglesia sacó del país a la religiosa y la trasladó a España cuando el tribunal convalidó el pedido de citarla a declarar.

“Yo no me voy a ir de acá hasta encontrar a mi nieto”, repetía Sonia, que en 1978 se incorporó a Abuelas y hasta hace pocas semanas iba todos los días a la filial local a trabajar en la búsqueda de nietas y nietos. “En tiempos de pandemia inició el trabajo de archivo para guardar ella misma la historia de su propia búsqueda y la de la filial: 14 carpetas foliadas y prolijamente clasificadas para que su nieto sepa cuánto lo buscó. De lunes a viernes, de 9 a 16, esperando ver pasar por la puerta al que en algún momento resulte ser el hijo de Silvina y Daniel. Porque Sonia, como decía este último tiempo, se lleva ‘tatuado en su corazón la palabra Esperanza’”, recordó el organismo.

“Dolor. Falleció nuestra Abuela Sonia Torres. Luchando y buscando a su nietx hasta el último segundo. Emblema del movimiento de Derechos Humanos de Córdoba. El pueblo entero te despide. Continuaremos la búsqueda!”, la despidió H.I.J.O.S. Córdoba.

“Su búsqueda no fue en vano, gracias a su lucha muchos pudimos recuperar nuestra historia. Tantos años de amor dejan marca imborrable. Seguiremos buscando a tu nietx. Te quiero y nunca te olvidaremos”, escribió Pietragalla. 

“Con muchísima tristeza quiero despedir a la queridísima Sonia Torres, abuela de todos. Fueron muchos años de compartir la lucha junto a mi abuela e Irma”, la recordó Martín Fresneda, ex titular de la Secretaría de Derechos Humanos y antes militante de H.I.J.O.S. “Mi enorme reconocimiento a su lucha, todo lo que logró y todo lo que nos dejó. Los cordobeses y los argentinos sabemos del compromiso y el amor con el que vivió todos estos años, buscando a todos los nietos de todas las abuelas. Te vamos a extrañar querida Sonia. Serás por siempre un ejemplo de coraje, amor y lucha. Vamos a encontrar a tu nieto, eso te lo aseguro. La democracia te lo debe. Hasta siempre, con mucho amor y dolor te despido”.

“El fallecimiento de nuestra querida Sonia Torres es una pérdida irreparable para el pueblo”, escribió el gobernador Schiaretti. “Una luchadora que, en la noche más oscura de la Patria, junto a Madres y Abuelas, levantaron su voz reclamando por sus hijos y nietos. A 40 años del retorno de la democracia, su legado y trabajo seguirán siendo un faro en la búsqueda permanente de Memoria, Verdad y Justicia”, completó. 

También el gobernador electo Martín Llaryora despidió “con dolor a una enorme e incansable referente de los Derechos Humanos” y afirmó que “la llama de su corazón seguirá iluminando la memoria del pueblo”. 

“Duele tanto su partida, que no quedan palabras. Solo prometer seguir trabajando con todo el compromiso y amor que nos legó, para encontrar a su nieto y contarle lo extraordinaria que fue su Abuela”, escribió Abuelas en su despedida. “A la sociedad le pedimos una vez más que rompa los pactos de silencio, no queremos despedir más Abuelas y familiares sin poder cerrar esta herida que es parte constitutiva de una generación que necesita saber de dónde vino para poder forjar su presente y soñar su futuro.”