Un docente enseña en su garage, cada sábado y en horario extra escolar, a estudiantes de algunos colegios secundarios públicos, amantes de la robótica, la electrónica, y la programación. El profesor no es Steve Jobbs y no están en San Francisco, California, Estados Unidos, imaginando cómo reorganizar piezas para crear nuevos productos. El nombre de este profesor es Diego Ávila, y es el responsable del Club de Robótica San Martín. En ese rincón del norte nacional facilita aprendizajes para que sus estudiantes otorguen movimiento y autonomía a piezas ensambladas que parecen cobrar vida.
Aunque actualmente su tarea docente se mudó a la ciudad de Salta y trasladó su garage a la capital provincial, hasta el año pasado la tarea de Ávila se concentró en escuelas públicas del nivel medio y terciarias ubicadas en Aguaray, Campamento Vespucio y Tartagal. "Hace cuatro años venimos participando en competencias que se celebraron en diferentes provincias", contó a este medio. "Pero el año pasado, por primera vez, los estudiantes ganaron un torneo argentino que se celebró en Hurlimgham, donde compitieron los tres mejores de cada zona del país", sintetizó un proceso que se completó en noviembre de 2022 cuando Matías Medina (17), Víctor Llanos (22) y Alfredo Mamaní (18) ganaron en la categoría "autos eléctricos autónomos". Matías y Alfredo participaron en representación de la Escuela de Educación Técnica 3120 de Aguaray, mientras que Víctor fue por el Instituto Politécnico Modelo 6035 "General Mosconi", donde estudia la carrera terciaria de Técnico Electrónico.
Todos en representación de Salta por el Club de Robótica San Martín, los equipos robóticos denominados Chúcaro (Víctor Llanos), Gaucho (Alfredo Mamaní) y Picante de Pollo V2 (Matías Medina), ganaron sus acreditaciones para participar en la catorceava edición del Robo Challenge 2023 que se celebrará en Bucarest, Rumania entre el 3 y 5 de noviembre próximos. Sin embargo, perdieron esa posibilidad el pasado viernes cuando no pudieron confirmar su participación en el evento internacional debido a que no consiguieron dinero para afrontar el gasto de pasajes desde Salta a Buenos Aires y desde esta ciudad a Bucarest.
"Es una de las competencias más importantes de Europa en robótica. La acreditación cubría todos los gastos (una vez llegados en Rumanía), desde la inscripción, la estadía, transporte y alojamiento. Los organizadores nos dieron tiempo hasta último momento, pero el viernes pasado nos dijeron 'Será la próxima' cuando cerraron el listado definitivo de participantes", lamentó Ávila. Al cierre de esta edición, todavía figuraba Salta en la web de Robo Challenge 2023 con esos tres equipos y en representación de Argentina.
Los estudiantes no se dieron por vencidos y continuaron participando en competencias nacionales para ganar puntaje y ganar acreditaciones, el gran premio que los deposita en algún lugar del mundo para medirse con otros equipos, tecnologías y saberes de la programación y la electrónica aplicada a la robótica. El 14 de octubre pasado, dos de ellos, Víctor Llanos (ahora con 23 años) y Matías Medina (actualmente con 18) ganaron otra competencia nacional que les dió un pasaje a la competencia Chaski Bots - Batalla de Robots que tendrá lugar entre el 1 y 3 de diciembre en Quito, capital de Ecuador, y en la localidad de Santiago de Machachi, a unos 60 kilómetros al sur de la capital ecuatoriana.
De lograr gestionar sus pasajes ante el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Salta, al equipo en el Chaski Bot lo completarán Daniel Guaymás, estudiante secundario de Salta capital en la Escuela de Educación Técnica 3117 "Maestro Daniel Oscar Reyes", y Leonel Durán, que cursa el primer año en la carrera de Ingeniería en Perforaciones que se dicta en la sede Tartagal de la Universidad Nacional de Salta.
La última competencia nacional en la que participaron los integrantes del Club de Robótica San Martín fue la Salta Copabots, que se celebró en Cafayate. Ellos ganaron esa última fecha por la Zona Norte en tres categorías: Laberinto, Mini Sumo y Carreras. Los primeros puestos ganaron allí sus acreditaciones para viajar a Ecuador, y Salta obtuvo una plaza por la categoría Carreras.
La competencia se organiza en red por medio de la Liga Nacional de Robótica (LNR), que comenzó a funcionar en 2012. Según especifica su sitio web, se originó "a partir de la necesidad de agrupar a las distintas competencias de robótica que se venían desarrollando en el país, en un cronograma único y poder coronar un Campeón Nacional en las distintas categorías".
Esa liga otorga puntaje que deposita a estudiantes en competencias internacionales, como la Robo Challenge en Rumanía o la Chaski Bots en Ecuador. Se generó a partir de la convocatoria del Grupo de Robótica y Simulación (GRS) de la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional. En su creación, la LNR nucleó a la Facultad Regional Paraná (Entre Ríos) y la Facultad Regional San Francisco (Córdoba), ambas de la UTN, y la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Los estudiantes salteños del nivel medio, terciario y ahora universitario, comenzaron a cosechar medallas y trofeos a ese nivel de especialización en robótica nacional en 2022. La racha continúa este año.
"El primer salto fue viajar a Buenos Aires ,a otras provincias para competir. Siempre nos ganaban estudiantes del centro del país", contó Ávila. En ese proceso, advirtieron que no perdían competencias por sus conocimientos, sino por el tipo de tecnología con las que contaban. "Cuando esos equipos viajaban a competir al exterior, regresaban con algunas piezas claves que luego utilizaban en sus futuros proyectos", contó. En los años de estadía de Diego Ávila en el norte salteño, los estudiantes "se las rebuscaron" armando sus proyectos reciclando piezas de otros productos tecnológicos. "Cada fin de año recorríamos casas de vecinos por tecnología en desuso. De ahí pudimos extraer piezas que nos sirvieron, las reutilizamos y así los estudiantes pudieron completar sus proyectos".
El Club de Robótica San Martín se mudó a la ciudad de Salta, y sus integrantes que viven, estudian o incluso ya trabajan en algunas de las localidades del norte salteño, viajan a la capital salteña al garage escuela del profesor Ávila una vez al mes. "Es un espacio donde aprender y desarrollar sus proyectos", dijo el docente. "Cada uno de ellos se organiza para poder viajar y afrontan los costos del pasaje a Salta. Por eso, esperamos que las gestiones que ahora estamos realizando ante el Ministerio de Educación, les permitan participar por primera vez en una competencia internacional". Con los pasajes en mano y la acreditación que ganaron, darán un nuevo salto para que la robótica de garage continúe inspirando a estudiantes de escuelas públicas con orientación técnica de Salta. Si ganan la LNR de 2023, tendrán otra chance para viajar al Robo Challenge o Mundial de Robótica en 2024.