La violencia urbana en Rosario, que emerge entre las principales preocupaciones del presente, vuelve este año a consolidar la tendencia marcada de que en esta ciudad 3 de cada 4 asesinatos son premeditados, que responden a la lógica de alguna economía criminal y ya no tanto a conflictos interpersonales como antaño. Este rasgo de la criminología local se conjuga con otros de similar connotación atroz: el 40 por ciento de las más de 200 víctimas fatales que se cuentan este año era menor de 30 años; y las armas de fuego como causa de asesinato explican en 2023 el 86,4% de los casos: en 2015 eran el 70%.

Sobran balas, sobran armas, falta política orientada a reencauzar la construcción de identidad que desarrolla la niñez y la adolescencia, sobre todo en las capas más vulnerables de la sociedad, al decir de diversas voces que se ocupan del asunto.

José Nanni, presidente de la Asociación de Abogados Penalistas de Rosario, expuso esta semana en diálogo con este diario el rumbo aspiracional de los jóvenes de los sectores postergados: "Vas a cualquier barrio y le preguntás a los pibes qué quieren ser a futuro, y responden 'quiero ser sicario del Guille, o del Esteban'", narró. Puede sonar a generalidad, pero algo de eso hay. Esos nombres, se sabe, aluden a Ariel "Guille" Cantero y Esteban Lindor Alvarado, los dos jefes más reconocidos del hampa rosarina.

El último informe del Observatorio de Seguridad Pública provincial sobre homicidios entre enero y setiembre de 2023 indica que el 66,5 por ciento de los 206 crímenes relevados hasta entonces se originó en cuestiones vinculadas a economías ilegales y organizaciones criminales activas en la ciudad. De ese total, hubo 10 personas que murieron asesinadas aunque no eran el blanco objetio del ataque criminal. 

De esa estadística, se desprende otra: el 73,3% de los asesinatos ocurridos en estos últimos 9 meses fueron premeditados. Homicidios que han sido planificados y encomendados a una mano de obra que existe y está disponible. El 14,6% de los casos sí fueron crímenes espontáneos. El 12% restante aún está bajo investigación y esta cuestión no está elucidada.

El informe del OSP halló que "en la mitad de las muertes violentas intencionales del departamento Rosario entre los meses de enero y septiembre de 2023 se detectó un mandato o pacto previo a su ejecución". Esto es, el 48,5% de los crímenes. Más que en el conglomerado de ciudad de Santa Fe y el promedio provincial (36,5%).

Las otras causas habituales de la pulsión homicida pasaron a ser minoritarias: solo 7,3% de las muertes violentos sobrevino en ocasión de robo, y 8,3% de los casos remiten a conflictos interpersonales. Para la fecha de elaboración del informe, quedaba un 13% de los casos bajo investigación y no podía establecerse el trasfondo de esos crímenes.

"En casi tres de cada cuatro casos se visualizó que la agresión que dio lugar a la muerte no fue espontánea, sino que tuvo un componente aunque sea mínimo de planificación. Este indicador es algo superior a los registrados a nivel provincial (69,1%) y en el departamento La Capital (67,9%)", compara el documento del OSP. 

"En el departamento Rosario –agrega el trabajo–, la proporción de homicidios planificados es apenas más contenida que lo observado en los tres años previos, aunque el porcentaje de casos que se encuentran en investigación es ampliamente superior, dada la cercanía temporal entre la publicación de este documento y los hechos que en él se describen", aclara.

Tanto en el Gran Rosario, como en el Gran Santa Fe y, por lo tanto, a nivel provincial, el relevamiento concluye en que "se aprecia una tendencia creciente en la proporción de homicidios vinculados a organizaciones criminales y/o economías ilegales. El porcentaje de homicidios en situación de robo es mucho menor". 

Otros rasgos que redondean el panorama son que el 80% de los crímenes ocurren en la vía pública, mayormente en los fines de semana, y un 76% se cometen en horario nocturno.

Puesto en perspectiva, la cantidad de homicidios si bien es escandalosa –desde 2020 que son más de 200 casos por año en el departamento Rosario– en 2023 exhibe cierta morigeración respecto de 2022, un momento récord en la cuenta roja, con 290 asesinatos de enero a diciembre.