“Me asusta un futuro en el que personas con enfermedades como la ELA solo puedan acceder a un tratamiento si tienen mucha plata para pagarlo”. “Muchas mujeres pasamos por situaciones de violencia de género y no se sale sola, necesitamos ayuda, sin la ayuda de alguien no salís. Me preocupa ver tantos discursos violentos”. Las que hablan son mujeres de distintos puntos del país que decidieron hacer pública su preocupación ante la posibilidad de que las urnas dictaminen el triunfo de la derecha o la ultraderecha en el país. “En estas elecciones el voto de las mujeres es muy importante. El futuro depende de nosotras”, dice la Campaña #dependedenosotras que circula en las redes sociales. Con más o menos organización detrás, las consignas que ubican a las mujeres como decisoras en las elecciones se escuchan en distintos ámbitos y también bajo otros slogans como “podemos darlo vuelta” o “hacé valer tu voto”. Este artículo trata de explicar si esto sería posible y por qué son las mujeres las que parecen más preocupadas por el futuro. También recupera el rol de la participación política de las mujeres en otros momentos políticos complejos.
La campaña #dependedenosotras surgió espontáneamente de las conversaciones cotidianas, explicó Paula Rodriguez a Página/12 una de las comunicadoras que impulsó la movida a partir de oir a su alrededor la preocupación y el temor al futuro de otras mujeres. “Acá hay algo para comunicar que es la preocupación sobre el riesgo que corren cosas que tenemos como consensos básicos, nuestra preocupación como comunicadoras es traducir en historias y en ejemplos concretos de qué estamos hablando cuando hablamos de cuestiones básicas que tenemos aseguradas porque incluso aunque funcionen bien, por lo menos las podemos reclamar”, dijo.
Así, consignas que a veces pueden sonar demasiado abstractas como pedir por la salud o la educación pública fueron tomando cuerpo en las experiencias de mujeres concretas. “Cuando mi mamá fue diagnosticada con Esclerosis Laterial Amiotrófica (ELA) sabíamos que era una enfermedad que no tenía cura. Había una droga que estaba en la etapa de investigación y a través del Hospital Rivadavia y del PAMI ella entró en ese protocolo de investigación. Cuando la droga se aprobó le dieron la droga de manera gratuita hasta el fin de sus días. El costo de ese medicamento que aún se sigue utilizando supera a la canasta básica alimentaria”, explica una de ellas en los videos subidos a la cuenta de Instagram Depende de nosotras.
Esa iniciativa que empezó a difundirse entre amigas, pronto fue ampliando el círculo porque se encontraron no solo con mujeres angustiadas sino con “una necesidad de moverse y de hablar, de contar experiencias vinculadas sobre todo a la salud -detalló Rodriguez-, a hijos con discapacidad, las experiencias cotidianas, como cuando tenes una medicación crónica que te da la prepaga porque está obligada a un piso, no es una empresa que decide sola, lo mismo con la educación, no es que según la cuota que pagues vas a tener una currícula distinta, hay una currícula que es pareja y es una obligación… también mucho temor con el nivel de violencia que se está manejando, eso es algo que sí afecta y perturba a un montón de mujeres, no es un posicionamiento ideológico, es casi físico”.
Como esta, hay distintas iniciativas espontáneas de mujeres que sienten la necesidad de decir que lo que se viene, si el domingo las elecciones inclinan la cancha hacia el principal cuco, Javier Milei, es el horror. La escritora Claudia Piñeiro lo resumió muy gráficamente en un twitt: “Viejos meados, jardines con vaselina, forros pinchados, la violación y la pedofilia como metáfora, apología de la dictadura, venta de órganos y portación de armas, repudio a la educación y la salud gratuita, odio a las mujeres, violencia verbal, motosierra. En serio es opción?”. A eso le podemos sumar, entre otras políticas propuestas, la negación de la brecha salarial de género por la que las mujeres ganan un treinta por ciento menos que los varones, el proyecto difundido esta semana por la candidata a diputada Lilia Lemoine para “liberar” a los hombres de sus obligaciones parentales, y el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades. Ana Casal, profesora e investigadora de la Universidad Nacional de las Artes, hizo un video: “lo último que se pierde es la esperanza , armé esto para compartir” dice como introducción. “Esta nefasta combinación de neoliberalismo a ultranza, conservadurismo y tik tok , envalentonada tras un concepto de libertad que no es más que puro individualismo, no solo atenta contra la igualdad de género sino que atenta contra toda igualdad, contra la realización de los derechos sociales, contra la justicia social, contra los proyectos solidarios y colectivos, y exacerba el orden patriarcal, proponiendo la desigualdad como valor. Las mujeres tenemos que hacer escuchar este domingo, en las urnas, nuestras voces contra este proyecto de desertificación afectiva, que mercantiliza la vida y destruye lo construido en materia de derechos humanos”, dijo a este diario.
¿Será posible que las mujeres tengan la fuerza necesaria como para frenar esta avanzada antiderechos? Débora D´Antonio, historiadora e investigadora del CONICET, recordó que distintas encuestas muestran que el apoyo a Milei es de los votantes varones jóvenes, menores de 30 años. “Eso habla de algunas cosas, como donde se desarrolló Milei -dijo a este diario-, en redes sociales, centralmente en twitter, una red muy agresiva donde los varones tienen más posibilidades de expresarse. De allí a que se pueda torcer el rumbo de lo que va a suceder el domingo, no lo sé. Hay un escenario de incertidumbre muy fuerte. Creo que las agresiones a las mujeres que hubo, que fueron muchas, desde la supresión del ministerio de las Mujeres a los debates con respecto al tema del rol de los varones con respecto a la paternidad, hablan de lo que no les interesó a estos candidatos. Y creo que la experiencia de los feminismos de los últimos años, aunque hoy haya menos excitación en las calles, no está perdida, eso puede tener una expresión radical el domingo y ahí tal vez podamos confirmar que el género de los votantes marca una diferencia en el caso de la candidatura de Milei”.
Para Luci Cavallero, militante del colectivo Ni una menos, “para comprender por qué se está diciendo que las mujeres van a definir la elección, es importante entender que no es una cuestión biológica, sino que tiene que ver con un proceso de organización y un cambio en la sensibilidad que está generando el movimiento feminista en Argentina, y si nos remontamos a un proceso histórico podemos hablar del rol de las madres de Plaza de Mayo que tuvieron en la vuelta de la democracia, como reserva democrática de nuestro país, las primeras que plantearon una organización política que antagonizó con la crueldad de la dictadura y que empezó a marcar el camino para la recuperación de la democracia. Hay algo también de eso que se reitera en el año 2019 con el rol que tuvo el movimiento feminista también en enfrentar a Macri por sus políticas de ajuste, por lo que significó también el primer paro a Macri, y creo que hoy el feminismo y estamos hablando de una cuestión que tiene que ver con cómo se organiza la sensibilidad de las mujeres pero también de la población LGTBIQ+ en nuestro país, confronta directamente con el discurso y las prácticas de crueldad que están proponiendo el candidato MilEI, pero también la candidata Bullrich. Entonces hay una disputa y un antagonismo muy claro”.
En la misma línea, D´Antonio dijo que “las mujeres han tenido roles destacados en momentos históricos complejos. No necesariamente igual a este pero a nivel electoral está a la cabeza la elección del ‘51 cuando se pone en acción la ley del voto femenino y la verdad que las mujeres hacen una diferencia sustantiva en esa segunda presidencia de Perón respecto de la fórmula radical, que es la segunda en términos porcentuales.
Por otro lado, repasó intervenciones femeninas en escenarios no electorales que fueron muy reconocidas. Allí ubicó también la feminización de la escena política con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en la dictadura pero también “las feministas o las amas de casa en los años ochenta que muerden también y corroen desde distintos lugares al régimen militar y construyen escenarios democráticos. También tenemos mujeres en contextos muy difíciles como los noventa en que son las piqueteras que redefinen las políticas y las sacan del parlamento y llevan la política a las calles. Entonces hay una historia muy larga en que las mujeres hemos incidido y hemos amplificado las nociones de lo que se ha entendido por política. En ese sentido es esperanzador pensar que podemos tener un lugar destacado en las elecciones de este domingo”.
Finalmente, esta sensibilidad feminista de la que habla Cavallero trasciende para ella los intereses del movimiento feminista. “Las mujeres son las que están más preocupadas, porque creo que entienden y pueden entender lo que implica el posible triunfo de una fuerza de ultraderecha o de derecha. El ajuste hace que las mujeres tengan que trabajar más horas de manera no remunerada, que tengan que hacer malabares para sostener la economía doméstica. Entonces no es solamente una pérdida de derechos que atañen únicamente al movimiento feminista, sino que tienen que ver con lo que implica el ajuste en la vida cotidiana y son esas mujeres las que lo están sosteniendo y las que lo están padeciendo hoy y son también las que pueden alertar lo que significaría, por ejemplo, perder las jubilaciones o las moratorias previsionales, que el Estado se retire de áreas sensibles como la salud, la educación; todo eso antagoniza no solamente con las demandas de aborto, educación sexual integral, sino también con la posibilidad de vivir vidas dignas”.