Desde Nueva York

Juan Martín del Potro y Leonardo Mayer avanzaron ayer a la tercera ronda del Abierto de tenis de Estados Unidos, en una jornada en la que el bahiense Guido Pella quedó a las puertas de imitarlos pero cayó en cinco sets ante el belga David Goffin.

Del Potro, campeón del certamen en 2009, necesitó poco más dos horas para imponerse por 6-2, 6-3 y 7-6 (3) al español Adrián Menéndez-Maceiras, que celebró el miércoles en el US Open la primera victoria de su carrera en un Grand Slam. El tandilense, vigésimo cuarto preclasificado, estuvo lejos de mostrar su mejor versión, aunque igual le alcanzó para marcar diferencias ante su voluntarioso rival.

“Jugué mejor que en la primera ronda y tengo más para evolucionar todavía. Así que me voy contento con el resultado y con el juego. Sé que todavía puedo jugar mejor”, indicó la Torre de Tandil, que resaltó que necesita estar fino con sus golpes para suplir los problemas que le sigue generando pegar el revés tras sus múltiples operaciones de muñeca.

“Ya es normal lo que pasa con mi lado izquierdo, hay días que lo puedo hacer mejor y días que no. Entonces lo tomo como algo natural de mi juego”, explicó el argentino, que si bien pegó su revés con dos manos, destacó que por una cuestión técnica no puede ajustar como antes con su muñeca operada.

Dos quiebres en cada uno de los dos primeros sets le bastaron para tomar claras diferencias en el marcador, aunque ya en el tercero el español se mostró más acertado con su servicio y no concedió oportunidades.

Después de perder los primeros tres puntos del desempate final, Del Potro encadenó los siete siguientes para confirmar la victoria y el pasaje a la tercera ronda.

El ex número cuatro del mundo pareció economizar movimientos, casi sin forzar su poderosa derecha. Confiado en su servicio y en su solidez desde el fondo, a Del Potro le alcanzó con aprovechar la diferencia de jerarquía con Menéndez-Maceiras para quedarse con el triunfo. En la tercera ronda, Del Potro chocará con el español Roberto Bautista Agut, undécimo favorito, que se impuso al alemán Dustin Brown por 6-1, 6-3 y 7-6 (3). 

El historial entre ambos está igualado 1-1, después de que el español ganara en el Abierto de Australia de 2014 y el argentino se tomara revancha en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. 

Ya en la noche neoyorquina, Mayer se sumó a la misma instancia al derrotar 6-7 (3-7), 6-4, 6-3 y 6-4 al japonés Yuichi Sugita y podría cruzarse con el español Rafael Nadal, que en el último turno de la pista central chocaba anoche ante el japonés Taro Daniel.

Mayer jugó de menor a mayor y volvió a exhibir el saque y su derecha como armas principales para anotarse la victoria. “Fue un partido muy difícil, ante un jugador muy raro. Su bola viene lenta, con mucho efecto, y es difícil levantarla. Pero saqué muy bien, me dio un montón de puntos gratis así y por suerte pude ganar”, analizó el correntino, que se encuentra 59 en el ranking e ingresó al cuadro principal del US Open como lucky loser. “Hace unos meses, pensaba que nunca más iba a jugar un Grand Slam, así que imaginate lo que estoy viviendo ahora. Es de regalo”, contó.

En tanto, Pella se despidió en la segunda ronda al perder en cinco sets ante el belga David Goffin en un duelo que se extendió por cuatro horas y 20 minutos. El argentino tuvo ventajas durante buena parte del match, pero terminó cayendo por 3-6, 7-6 (5), 6-7 (2), 7-6 (4) y 6-3 ante el noveno favorito. A pesar de su buena actuación, el bahiense se fue molesto. “Fue un partido cerrado, pero otra vez me tocó irme con una derrota. Estoy cansado de eso”, aseguró el número 72 del ranking.

El otro argentino que sigue en carrera es el porteño Diego Schwartzman, quien el miércoles a la noche se impuso ante el serbio Janko Tipsarevic por 6-2, 6-4 y 7-5, con lo que ya igualó su mejor Grand Slam con la tercera ronda. Peque tendrá este mediodía una parada complicada ante el croata Marin Cilic, el adversario más difícil de los posibles. Claro que una eventual sorpresa le dejaría un camino bastante despejado al jugador más bajo del circuito, con 1,70 metros. “Va a ser un partido en el que voy a tener que hacer todo bien de mi lado y esperar que él se vaya equivocando”, indicó Schwartzman, y agregó: “Siempre ante los top ten hay que estar cerca en el ‘score’ y, si se presenta una oportunidad, aprovecharla”. 

Otro que avanzó ayer fue el suizo Roger Federer, quien tuvo que trabajar otra vez más de lo esperado para vencer al ruso Mikhail Youzhny por 6-1, 6-7 (3) 4-6, 6-4 y 6-2.