Para hacer la tarea escolar, el 80 por ciento de los adolescentes usa la primera página que encuentra en internet. El mismo porcentaje usa solo una. Y el 90 por ciento tiene criterios pobres para decidir sobre la confiabilidad de un sitio web. Además, para 9 de cada 10, la principal fuente de noticias son las redes. Los datos pertenecen a un estudio sobre la relación de los chicos con la tecnología presentado ayer.
“Los adolescentes no miden el real alcance de la web, por eso les resulta tan difícil protegerse. La mayoría cree que, si no son conocidos o amigos, nadie se va a fijar en lo que suben. Y así pasa que suben fotos de otros sin preguntar, o de las vacaciones mientras están de vacaciones (y queda claro que la casa está vacía), ponen datos personales (como a qué club van, qué hacen y en qué horario). Y no son conscientes de que una vez que algo se sube a Internet, ya no se puede borrar”, explicó la doctora en comunicación Roxana Morduchowicz, responsable del estudio.
La encuesta fue realizada en mayo de este año en 350 adolescentes de entre 14 y 17 años, todos alumnos de la escuela pública, en la que se les preguntó, por ejemplo, cómo usaban la red, en qué se basaban para confiar o no en lo que veían en Internet, qué buscaban, qué papel tienen para ellos las redes sociales.
“Empecemos por pensar en la extensión que tiene el uso de Internet entre los chicos. La usan para todo, para entretenerse, para estudiar, para conectarse con sus amigos... Y hubo una verdadera explosión. En 2006, en una encuesta similar a ésta, ninguno de los adolescentes consultados usaba ninguna red social, ninguno. Ahora, 11 años después, 9 de cada 10 chicos de 13 años o más usan por lo menos una red. Y lo más sorprendente tal vez sea que 6 de cada 10 de entre 11 y 12 años también usan redes. A pesar de que legalmente el límite sean los 13 años. En la mayoría de los casos, los más chicos usan las redes con permiso de sus padres, no siempre lo hacen a escondidas”, planteó Morduchowicz.
Según el sondeo, 8 de cada 10 chicos usan Internet para hacer la tarea o para satisfacer intereses personales. Lo que más buscan son contenidos para historia, ciudadanía y biología en lo que hace a la escuela, y música, deportes y cine. “El tema es cómo usan Internet, cómo deciden qué páginas usar. Y ahí es donde surgen los hechos más llamativos” apuntò la especialista. El 80 por ciento usa la primera página que encuentra. Y el mismo porcentaje usa sólo una. “No aprovechan una de las más maravillosas características de la red, que es la posibilidad de comparar páginas, fuentes. Y además se limitan a copiar, no reelaboran el material. No tienen una actitud reflexiva, de apropiación del material”. Y abundó: “Para 9 de cada 10 chicos, la principal fuente de noticias, de su país y del mundo, son las redes sociales, muy por encima de los otros medios de comunicación. Y no contrastan lo que aparece en las redes con otra información”.
En este contexto, el Ente Nacional de Comunicaciones lanzó una campaña de buen uso de Internet, con un spot dirigido a los adolescentes, que se difundirá en cines y por televisión. También está por YouTube y en la página del ente. La encuesta forma parte de esta campaña, que tiene tres ejes: el uso seguro, el reflexivo y el creativo. “Tan importante como no dar información personal que ponga a los chicos en peligro frente a una red de pedófilos es que aprendan a usarla concienzudamente para informarse, que aprendan a distinguir anuncios de páginas informativas. La mitad de los chicos no los distingue y toman como información la propaganda”, detalló.
“En general, los adultos tendemos a ver a los jóvenes como expertos en tecnología. En realidad, ellos son muy hábiles con el instrumento, pero les falta reflexión, es un manejo sin feflexión. Ese debe ser nuestro papel, facilitarles el uso reflexivo, afinar los criterios para decidir cuándo una página es confiable o no, cómo comparar contenidos, en qué basarse para aceptar o rechazar lo que aparece en la red. El noventa por ciento de los chicos encuestados tiene muy pobres criterios para definir la confiabilidad de una página (‘si tiene lo que necesito’, ‘si está bien escrita’, ‘si tiene estadísticas’, ‘si aparece primero’, ‘si tiene muchas visitas’). Ni siquiera se plantean el papel de los buscadores y el orden de aparición de las páginas, por ejemplo. Por eso desarrollamos una orientación para padres acerca de Internet, que pueden descargar desde la página”, explica Morduchowicz.
Y como conclusión, insiste: “Para un chico del siglo XXI, es tan importante preguntarle cómo le fue en matemáticas o historia que preguntarle qué hizo por Internet. No se trata de invadirlo, pero sí de compartir el uso de la red”.