El arribo al país más esperado en los últimos tiempos se produjo ayer: el equipo argentino campeón de la Copa Davis llegó luego de haber conseguido el trofeo cuya falta era más notoria en las vitrinas del deporte nacional. Juan Martín Del Potro, Federico Delbonis, Leonardo Mayer, Guido Pella, el capitán Daniel Orsanic y el subcapitán Mariano Hood se reencontraron con sus familias y fueron recibidos por cientos de hinchas que se acercaron al aeropuerto de Ezeiza para celebrar la conquista histórica, sólo empañada por la tragedia aérea que se cobró la vida de casi todo el plantel del equipo brasileño Chapecoense. “Son cosas muy difíciles de explicar y comprender, una tristeza inmensa. Nosotros también volvíamos en un avión de una final’’, reflexionó Orsanic, quien se acababa de enterar de la noticia que enlutó ayer al deporte, en la conferencia de prensa que brindaron todos los integrantes del representativo nacional en la terminal aérea. Y llegó la parte más linda: a través de una caravana llevaron el festejo y las réplicas de la Ensaladera de Plata desde Ezeiza hasta los balcones de la Casa Rosada, reservada para hechos históricos. El traslado se realizó en un colectivo descapotado que tomó por sorpresa a los oficinistas y transeúntes del centro porteño, especialmente a aquellos que pasaban por el Obelisco y la avenida Corrientes, muchos de los cuales dejaron por un momento su apuro para compartir la celebración que con baile, canto, bandera y gorro había en lo alto del móvil. 
Cientos de hinchas aguardaban por los campeones en las vallas del edificio más importante del país. Allí, el presidente Mauricio Macri los recibió en el Salón Blanco, y se puso una camiseta autografiada por Del Potro, Delbonis, Pella, Mayer y el capitán Orsanic y definió al equipo como ejemplo del “trabajo en conjunto”. En primera fila acompañaron los ex jugadores José Luis Clerc, Guillermo Coria (a cargo del programa de difusión “Nuestro tenis”), Agustín Calleri y Alberto Mancini, capitán del equipo que perdió la final de la Davis ante España en 2008. No estuvo presente Guillermo Vilas, el más ganador en la Copa Davis (45 victorias) y el tenista más importante del país.
Por último, llegó el momento del saludo triunfal con Del Potro levantando la réplica de la Copa desde los mismos balcones donde el general Juan Domingo Perón reveló a la multitud cuál era la “más maravillosa música” y Raúl Alfonsín tranquilizó al asegurar que la casa estaba “en orden”.