El papa Francisco mantuvo este domingo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre los conflictos en el mundo y "la necesidad de encontrar caminos de paz", confirmó la Santa Sede.
La conversación entre ambos tuvo lugar esta tarde del domingo y duró alrededor de 20 minutos. El diálogo, según un comunicado vaticano, "ha tenido como argumento las situaciones de conflicto en el mundo y la necesidad de encontrar caminos de paz". La Santa Sede no ha especificado las guerras o conflictos que el Papa ha repasado con Biden, segundo presidente católico de la historia de EE.UU., a quien recibió en el Vaticano hace dos años y que recientemente ha estado en Israel.
No obstante, Francisco expresa frecuentemente su profunda preocupación por dos conflictos actuales, la invasión rusa de Ucrania y el desatado en la Franja de Gaza entre la milicia islamista palestina de Hamas e Israel.
Esta misma mañana, tras el rezo del Ángelus dominical, el papa argentino lamentó la "grave situación humanitaria" en Gaza y denunció el bombardeo del hospital anglicano y una iglesia ortodoxa.
"Queridos hermanos y hermanas, una vez más mi pensamiento está en lo que ocurre en Israel y Palestina. Estoy muy preocupado y dolido, mi rezo y cercanía es para todos quienes sufren: rehenes, víctimas, heridos y sus familiares", dijo desde la ventana del Palacio Apostólico.
El pontífice denunció "la grave situación humanitaria en Gaza" y expresó su pesar por la destrucción del hospital Al Ahli de la Iglesia Anglicana y de la Iglesia ortodoxa de San Porfirio, donde murieron al menos 18 palestinos cristianos.
"Renuevo mi llamamiento para que se abran espacios, se continúe haciendo llegar la ayuda humanitaria y se liberen los rehenes", instó Francisco, ante cientos de personas que le escuchaban desde la plaza vaticana.
Y agregó: "La guerra, toda las guerras en el mundo, pienso también en la martirizada Ucrania, es siempre una derrota, una destrucción de la hermandad humana. ¡Hermanos, deténganse!".
Francisco ha convocado para el viernes 27 de octubre una jornada de "ayuno, oración y penitencia" para implorar por la paz en el mundo y que presidirá desde la basílica de San Pedro del Vaticano.