Igual que hace cuatro años, la Ciudad de Buenos Aires fue el premio consuelo para Juntos por el Cambio. Así como en 2019 Horacio Rodríguez Larreta festejaba a nivel local mientras Mauricio Macri caía derrotado en las presidenciales, esta vez fue Jorge Macri el único candidato de la alianza opositora que pudo esbozar una sonrisa en medio de otra noche negra. De hecho fue el primero en hablar desde el escenario montado en Parque Norte, ya con Patricia Bullrich fuera del balotaje a nivel nacional. A esa hora –cerca de las nueve y media de la noche– Macri aseguró que estaba “muy cerca” de convertirse en el próximo jefe de Gobierno electo. Con más del 80 por ciento de las mesas escrutadas, sumaba el 49,5 por ciento de los votos y se quedaba a medio punto de evitar el balotaje. “Queremos agradecerles porque nos han permitido ganar esta elección, probablemente en primera vuelta", se aventuró. Pero con el correr de los minutos, ese número quedó clavado y la “probabilidad” no se confirmó. Su contrincante más próximo, Leandro Santoro, reconoció el segundo lugar –obtuvo el 32 por ciento de los votos–, pero aseguró más tarde que seguirá "en la pelea por la alternativa que necesita la Ciudad". Ambos, entonces, se medirán en noviembre en un mano a mano definitorio, si es que el conteo definitivo no cambia el escenario.
A medio punto
“Nos faltó soplar un poco más”, ironizaban entrada la noche del domingo en el búnker de Jorge Macri sobre lo cerca que quedó el candidato de liquidar el pleito en primera vuelta. El 49,5 por ciento cosechado estuvo por encima de los números que el PRO esperaba en la previa, pero no le alcanzó para superar el 50 por ciento mas uno de los votos que establece la Constitución porteña para evitar el balotaje. El único en lograrlo desde que los porteños eligen jefe de Gobierno fue Horacio Rodríguez Larreta, cuando en 2019 resultó reelecto en el cargo. La ley es la ley y habrá segunda vuelta, salvo que el recuento definitivo diga otra cosa y obligue esta semana a revisar las posiciones, algo que todavía no se puede descartar.
“Esto para mí es un profundo reconocimiento a la gestión que venimos haciendo después de 16 años. Como siempre digo, estoy parado sobre los hombros de dos grandes gestiones y eso nos desafía a todos nosotros como equipo”, dijo Macri desde Parque Norte. En la ronda de agradecimientos, mencionó a “Mauricio (Macri), a Horacio (Rodríguez Larreta), a María Eugenia (Vidal), al Colo (Diego Santilli), al socialismo y la Coalición Cívica”. No mencionó a Martín Lousteau, a quien viene de derrotar en las PASO de agosto.
Las menciones y las omisiones de Macri en su discurso tuvieron su propio peso simbólico: con Patricia Bullrich fuera de la competencia nacional, y con Néstor Grindetti derrotado en la Provincia de Buenos Aires, varios dirigentes de peso del PRO y sus aliados buscarán refugio en una hipotética nueva gestión amarilla en el distrito, como una suerte de retaguardia. En el entorno del exintendente de Vicente López –quien tras la elección del domingo quedó además posicionado como uno de los principales referentes a futuro de su espacio político– ya mencionaban algunos nombres, como el del propio Santilli, para reconvertirse como funcionarios porteños a partir de diciembre.
Una de las incógnitas a despejar es qué lugar tendrá la UCR en ese armado, sobre todo teniendo en cuenta los distintos posicionamientos respecto del balotaje nacional entre Javier Milei y Sergio Massa que puedan tener los dirigentes del partido centenario, que podrían ir en la línea opuesta de la del propio Jorge Macri.
Santoro da pelea
A caballo de una campaña que se basó en disputar el voto que Martín Lousteau dejó vacante en las PASO y en denunciar los "negociados" de las sucesivas gestiones PRO en el distrito --principalmente el remate de tierras públicas por chirolas, que está investigando la justicia-- Santoro logró un crecimiento de 10 puntos entre agosto y octubre. Cosechó el 32 por ciento (el mismo guarismo que obtuvo Sergio Massa para la categoría presidente), muy cerca del techo histórico para el peronismo en el distrito durante la historia reciente. Es un número que se festejó, pese a que se miraba de reojo el resultado de enfrente. "La Ciudad necesita una alternativa", dijo y sostuvo que seguirá "trabajando" para el balotaje.
El fuerte del candidato del peronismo estuvo en la zona sur, sobre todo en las comunas 4 (Barracas, Parque Patricios, La Boca y Pompeya), y la 8 (Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati), donde incluso estuvo por encima de Macri.
Desde el búnker de Chacarita, Santoro agradeció a los porteños "que confiaron en nuestra propuesta" y "a los fiscales que defendieron nuestra boleta". "Seguiremos en esta pelea que empezamos hace unos meses, ya que entendemos que la Ciudad necesita una alternativa", sostuvo.
Las quejas de Marra
Ramiro Marra (La Libertad Avanza), por su parte, tuvo una muy mala elección, con apenas el 13,8 por ciento de los votos. Quedó muy lejos de los casi 20 puntos que Javier Milei sacó en el distrito en la categoría presidente. Cuando votó, Marra se quejó por el sistema de votación, que a diferencia de las PASO consistió en un "biombo oscuro" con las boletas locales y las nacionales a cada lado. “Cuando se acerquen, deben poner dos boletas en el sobre, la de presidente y la de jefe de Gobierno. Es importante destacar eso, porque seguramente mucha gente no lo sabe”, dijo y acusó al método elegido para votar por su deslucida performance.
Viviana Basi, del FIT, obtuvo el 4,28%, pero la lista de legisladores del FIT, con 5,5 por ciento, retenía su banca en la legislatura porteña.