Finalmente, habrá balotaje y la Argentina deberá esperar un mes más para saber quién será el nuevo presidente. Sea Sergio Massa o Javier Milei, una cosa es segura: ninguno de los dos tendrá el control del Congreso, que ayer definió su composición para los próximos dos años. La irrupción de la fuerza libertaria ofrece un escenario de fragmentación parlamentaria inédita, que obligará a quien sea que gane el 19 de noviembre a negociar para conseguir quórum en ambas cámaras. Sin embargo, a diferencia de lo que hacían presumir los resultados de las primarias, la remontada de Unión por la Patria en gran parte del tablero nacional confirmó que el peronismo conservará la primera minoría en ambas cámaras. Y, por lo tanto, se convertirá en la fuerza política con mayor peso relativo en el Congreso nacional.
En la Cámara de Diputados, UxP -hoy Frente de Todos- pasará a contar con 108 legisladores propios, seguido por Juntos por el Cambio con 93 diputados y, finalmente, La Libertad Avanza con 38. En el Senado, mientras tanto, el peronismo recuperará la primera minoría y quedará muy cerca del quórum: tendrá 34 senadores propios (incluyendo lo dos del Frente de la Concordia misionero). JxC, mientras tanto, pasará a tener 24 senadores y LLA inaugurará un bloque propio con 8 legisladores.
Cámara de Diputados
La disputa por el control de la Cámara de Diputados, que ayer renovaba la mitad de su composición, será el primer objetivo del gobierno que asuma el 11 de diciembre. La paridad extrema del último par de años había representado un dolor de cabeza para el oficialismo, que debió negociar arduamente ley a ley con los bloques opositores (sin tener siempre éxito, como sucedió, por ejemplo, con el Presupuesto 2022). El FdT era el bloque que más bancas arriesgaba en los comicios, ya que se ponía en juego la elección de 2019 (en la que la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner había ganado en primera vuelta con el 48 por ciento de los votos). Y si bien no logró conservar las 118 bancas que tiene actualmente, sí dio una sorpresa al confirmar que conservaría la primera minoría de la Cámara baja. Con 108 bancas propias, Sergio Massa, de ser electo presidente, tendrá una gran espalda para negociar y tejer acuerdos con los bloques provinciales, la izquierda y el radicalismo.
Juntos por el Cambio, por su parte, recibió un duro golpe comparativamente con las PASO, en las que se había erguido como segunda fuerza nacional (a menos de un punto de Javier Milei). El resultado del domingo, en cambio, fue un tortazo y no solo por haber quedado fuera del balotaje presidencial: a partir del 11 de diciembre, el interbloque cambiemita pasará de tener 116 bancas a tener solo 93, quedando en mayor desventaja frente al actual bloque oficialista. La gran incógnita, a partir de ahora, es si el interbloque continuará unido cuando asuma el próximo gobierno.
La Unicón Cívica Radical, la Coalición Cívica y el PRO venían manteniendo, hace tiempo, fuertes discusiones internas respecto de la postura a adoptar frente a algunos proyectos de ley, como la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. En los últimos meses, sin embargo, el interbloque oficialista había optado por ocultar estas diferencias votando de manera uniforme y aplazando el debate de fondo para después de las elecciones. El peronismo y Milei ya venían tanteando a algunos sectores de la coalición cambiemita, especulando con la posibilidad de conformar una nueva mayoría en la Cámara de Diputados a partir de los restos del interbloque cambiemita si terminaban siendo electos. Estos tanteos se convertirán, a partir de este lunes, en conversaciones y negociaciones concretas.
La Libertad Avanza, mientras tanto, irrumpirá en la Cámara baja con un total de 38 diputados. Un partido que hasta hace dos años no existía -y que, actualmente, cuenta solo con tres legisladores: Milei, Carolina Píparo y Victoria Villarruel- pasará a ostentar la tercera fuerza más importante de Diputados, rompiendo así con casi diez años del bicoalicionismo del FdT y JxC -que actualmente concentran, entre los dos, 235 de las 257 bancas-. En el caso de ser electo presidente, Milei tendrá por delante el arduo desafío de tejer acuerdos con los bloques del medio para impulsar gran parte de sus reformas estructurales -como la laboral, previsional y tributaria-. El ojo estará puesto, fundamentalmente, en el bloque PRO, donde las posturas no están tan claramente definidas.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en tanto, conservará los cuatro diputades que habían asumido en 2021 -Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Romina del Pla y Alejandro Vilca-, y consiguió una banca más, con el ingreso de Chipi Castillo en Provincia de Buenos Aires. El Interbloque Federal, en cambio, sí ponía en juego cuatro bancas y logró renovar las cuatro gracias a los votos conseguidos por Juan Schiaretti en Córdoba y Santa Fe.
Cámara de Senadores
Como siempre cada dos años, el Senado renueva un tercio de sus bancas, es decir, 24 de las 72 existentes. Este año se ponía en juego la elección de 2017 -en la que JxC, por entonces Cambiemos, había hecho una buena elección-, por lo que la coalición cambiemita era la fuerza política que más arriesgaba y, en consecuencia, la que más perdió como resultado de la elección. De ser primera minoría en la Cámara alta con 33 senadores propios, JxC pasó a contar solo con 24 senadores, habiendo perdido en provincias que históricamente le fueron propias como en Jujuy.
En total, eran ocho las provincias que elegían senadores -Buenos Aires, Misiones, Formosa, Jujuy, La Rioja, San Juan, San Luis y Santa Cruz- y si hubo una cámara en la que el FdT se vio fuertemente beneficiada por la remontada del peronismo en todo el mapa nacional fue en el Senado. El FdT venía de perder la primera minoría tras la ruptura del interbloque oficialista a principio de año, pero luego del resultado electoral de este domingo volverá a recuperarla: de 31 senadores propios pasará a tener, por los próximos dos años, un total de 35 senadores. Es decir que estará a solo dos bancas del quórum, lo que en la práctica significa que el peronismo recuperará en gran medida su control sobre la Cámara alta.
La verdadera novedad de la elección, sin embargo, será la conformación de un bloque libertario de ocho senadores. Pese a la victoria de UxP en gran parte del territorio nacional, el batacazo de Javier Milei en muchas de las provincias históricamente peronistas -como San Juan y San Luis- y radicales -Jujuy- arrasó con la larga polarización entre el FdT y JxC y dio lugar a una tercera fuerza inédita que resultará clave para la conformación de alianzas y la conquista del quórum.
La irrupción de la ola libertaria significa, además, la llegada de varias caras nuevas hasta ahora -como el riojano Juan Carlos Pagotto, quien ha oficiado como abogado defensor de personas acusadas por delitos de lesa humanidad-, así como la despedida de senadores históricos, como el formoseño Luis Naidenoff. Por parte del FdT, mientras tanto, ingresarán algunes de les más importantes referentes kirchneristas, como Eduardo "Wado" de Pedro y la actual senadora Juliana Di Tullio.