Desde Río de Janeiro
Después de tres intentos –en contra de Fernando Collor de Mello y dos veces en contra de Fernando Henrique Cardoso – Lula finamente fue elegido presidente de Brasil, en 2002, empezando su primer gobierno en 2003.
En su primera disputa electoral, por el gobierno de San Pablo, Lula tuvo un resultado decepcionante. La consigna de su campaña era: Un brasileño como Usted, con la idea de que los brasileños mayoritariamente desearian ser como un trabajador, como Lula.
En la elección siguiente, la broma era la de que la consigna sería otra, con la candidatura de Eduardo Suplicy, de origen social claramente distinto: Un brasileño como a Usted le gustarìa ser.
Enseguida las campañas del PT tuvieron otro carácter: el de denunciar las desigualdades sociales en el país más desigual del continente más desigual del mundo.
Fue a partir de aquel momento que Lula, el líder sindical que había encabezado las huelgas decisivas para el fin de la dictadura, se fue erigiendo como el principal líder politico del país.
Para asumir ese rol, Lula se dio cuenta que la lucha fundamental en Brasil era la lucha contra el neoliberalismo, política asumida por Fernando Collor de Mello y por Fernando Henrique Cardoso.
En lugar de la políticas de ajuste fiscal, el PT pasó a proponer políticas sociales para atacar las desigualdades, la exclusión social, el hambre y la miseria. De esa forma, el PT pasó a ser el partido más grande del campo popular y Lula el más grande líder politico brasileño.
De emigrante del nordeste brasileño, la región más pobre del país, Lula migró a San Pablo, donde realizó todas las formas de supervivencia de los nordestinos en el sur de Brasil. De lustrabotas a vendedor callejero, luego pasó a ser obrero metalúrgico, de ahí a líder sindical. Ha participado de la fundación de la CUT (Central Unificada de los Trabajadores), del PT (Partido de los Trabajadores), del MST (Movimiento de los Sin Tierra).
Después ha protagonizado las candidaturas que he mencionado, de gobernador de San Pablo a la presidencia de Brasil. Victorioso finalmente, Lula se transformó en el mejor presidente que Brasil haya tenido.
Él ha sido víctima de la extrema derecha, que lo ha tomado preso, lo ha condenado, aun siendo inocente, le ha impedido de candidatearse a la presidencia de Brasil en 2018.
Lula pasó a ser considerado inocente por el Poder Judicial de todas las acusaciones. De nuevo candidato, Lula triunfó y volvió a ser presidente de Brasil, desde el comienzo de este año.
El camino no fue ni simple ni fácil. Fue posible porque Brasil recuperó su democracia. Y porque Lula es líder más grande e importante del pueblo brasileño.