Los combates en Gaza han causado ya la muerte de 21 periodistas incluyendo redactores, fotógrafos y camarógrafos, 17 de ellos palestinos según el Comité de Protección de los Periodistas (CPJ). Tres de los periodistas muertos eran israelíes y uno libanés, y a ellos hay que añadir el caso de otros tres cuyo destino se desconoce con certeza: un israelí al parecer rehén de Hamás, un palestino supuestamente detenido por el Ejército israelí y otro palestino del que se ha perdido el rastro.
El goteo de periodistas muertos es prácticamente diario, aunque el día más trágico fue el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó sus ataques terroristas: ese día hubo seis periodistas muertos, la mitad israelíes y la otra mitad palestinos. Desde entonces, y tras comenzar la contraofensiva israelí, todos los reporteros muertos han sido palestinos, con excepción de un libanés.
Las últimas víctimas fueron el jueves pasado, cuando el camarógrafo Khalil Abu Aatra de la TV Al Aqsa fue alcanzado junto a su hermano en un bombardeo israelí sobre Rafah. El día anterior, el propio director de la misma cadena, Sameeh Al Nadky, cayó en otro bombardeo similar. El CPJ considera estos casos probados, pero añade que investiga "numerosos informes no confirmados" de otros reporteros muertos, detenidos, heridos o amenazados, así como ataques a edificios de algunos medios de comunicación o las propias viviendas de los reporteros.