El pasado domingo Catamarca eligió nuevamente un gobierno peronista; 237.484 catamarqueños fueron a las urnas a expresar su voluntad. Con el 54,08%, Raúl Jalil logró su reelección y gobernará la provincia hasta 2027. Gustavo Saadi en la Capital será intendente por cuatro años más. Ambos mandatarios superaron el 50% de los votos, lo que implica un verdadero golpe de una prolongada hegemonía por parte del PJ catamarqueño, ya que el peronismo gobierna de manera ininterrumpida desde la asunción de Lucía Corpacci en 2011.

El escenario ha variado a lo largo de los últimos 12 años de gobierno peronistas, pero lo que no ha sido variable es el poderío electoral que mantendrá a la provincia bajo un mismo color político por 4 mandatos consecutivos.

Durante los próximos cuatro años, Jalil gobernará en una provincia que tendrá como desafío el desarrollo minero, principalmente el litio en los yacimientos en el interior, y la gran incógnita que permanecerá hasta el ballotage del 19 de noviembre entre Sergio Massa y Javier Milei. La fortuna de su nueva gestión podría estar atada de manera trascendental al resultado de esta elección.

La alianza gobernante celebra esta victoria con especial énfasis en la obtención de las dos bancas que se elegían para la Cámara de Diputados de la Nación. Sebastián Nóblega, Intendente de Tinogasta y Fernanda Ávila, Secretaria de Minería de la Nación consiguieron el 52,51% de los votos, y de esta forma se quedaron con los dos lugares que estaban en juego en Catamarca para el Congreso.

Ante este nuevo panorama, los diputados nacionales catamarqueños de Unión por la Patria serán Silvana Ginocchio, Dante López Rodríguez, Fernanda Ávila y Sebastián Nóblega. Por otro lado, la oposición estará solamente representada por el diputado Rubén Manzi.

Mientras que Anahí Costa, diputada nacional que asumió en reemplazo de Lucía Corpacci en 2021, finaliza su mandato en este periodo.

La Libertad Avanza llegó al 25,75% y estuvo cerca conseguir la cantidad de votos necesaria para quedarse con una de las bancas.

En tanto que Juntos por el Cambio en Catamarca atraviesa el clima más turbulento desde el nacimiento de esta coalición. La alianza perdió uno de sus dos diputados en el Congreso, la coalición apenas superó el 20% de los sufragios y perdió también el posicionamiento de principal frente opositor en manos del partido libertario.

Pero la catástrofe opositora no termina allí. Juntos por el Cambio logró ingresar apenas cuatro diputados provinciales (de los siete que renovaba), perdió en todos los departamentos que elegían senadores provinciales, y perdió en la categoría concejales en todos los circuitos de la Capital.

Los propios referentes del espacio revelaron que la elección es la peor de los últimos 40 años del radicalismo, y que los resultados electorales se encontraban muy por debajo de sus expectativas.

El panorama en la provincia acrecienta las tendencias de los últimos años. Unión por la Patria se quedó con 11 bancas en la Cámara de Diputados provincial manteniendo su propio quórum en la cámara baja y los 8 senadores provinciales que se elegían el pasado domingo.

Unión por la Patria se coronó también ganando en casi todo el interior provincial. El oficialismo gobernará en el 90% de los municipios de la provincia. De las 34 intendencias en disputa, el peronismo ganó en 25 de ellas, Juntos por el Cambio solamente en 5, y otros partidos (algunos aliados al peronismo) ganaron en 4 localidades.

Gustavo Saadi logró una histórica elección en la capital, ganando en todos los circuitos que competían en la ciudad por lo que el peronismo ingresará las siete bancas de concejales que estaban en disputa. Este hecho no pasa desapercibido y marca un verdadero hito, ya que se convierte en el primer intendente de la historia en lograrlo.

El oficialismo recuperó importantes intendencias como Belén y Antofagasta de la Sierra, aunque sufrió algunas bajas sensibles como Fiambalá, municipio minero, y Santa Rosa, cuyo candidato oficialista y actual intendente está imputado por abuso sexual.

El gran perdedor en este nuevo proceso democrático, no solo por los resultados, sino por la falta de capitalización de nuevos liderazgos, es Juntos por el Cambio. La alianza conformada por el PRO, la UCR, y la CC-ARI deberá reestablecerse y reconstituirse dentro de una estructura mucho más reducida respecto de la que este espacio acostumbra.

También tendrá como desafío hacer prevalecer su esquema político en el interior de la provincia en los municipios que le quedan: Ancasti, Fiambalá, 2 en el departamento Belén, y Andalgalá.