Los dirigentes del PRO y el propio Mauricio Macri han tenido históricamente diálogos de extrema franqueza con el poder económico. Algunos muy crudos, como el que dio a conocer PáginaI12 antes de que ocurriera en los hechos: que Macri tenía un plan principal en la elección presidencial y no era Patricia Bullrich, sino Javier Milei. Esa información surgió de conversaciones de ceos con el expresidente. 

Ahora, de cara al ballotage, ese género de catársis a cielo abierto del macrismo con empresarios muy afines dispara dos nuevas premisas: la primera, que en el poder económico se empezó a teorizar sobre la posibilidad de que Milei se baje de la pelea con Sergio Massa, porque lo ven en espejo con el Carlos Menem del 2003, un candidato sin apoyo para sumar voluntades. La segunda, que a la luz de estos hechos, los ceos se enteraron de gestiones y recomendaciones de dirigentes del PRO a Macri, para que no haga explícito el apoyo al libertario de cara a una hipotética segunda vuelta

"Le dijimos que corre el riesgo de perder otra vez, dos veces en un mes, primero con Patricia y en noviembre con Milei, pero es duro", relató a este diario una fuente con contactos directos en las filas del PRO. El duro es Macri, que cuentan quedó seriamente golpeado por la derrota de Bullrich y, sobre todo, por el amplio márgen que sU pupilo oculto, Javier Milei, obtuvo en la primera vuelta. Aseveran que el exSocma no quiere dar el brazo a torcer y que pulsea con sus socios de Juntos por el Cambio para salir, de una vez por todas, a militar a Milei

Esas charlas, de las que surge esta información, evidencian además el fondo del debate puertas adentro de la que hasta hace unos días era la principal fuerza opositora: si salir a apoyar a Milei, más que ayudar a intentar ganarle a Massa, termina haciendo más hondo el pozo en el cayó Juntos por el Cambio. Es que la interna es fuerte y los radicales ya avisaron que hay más chances de apoyar al ministro candidato que a Milei, y la Coalición Cívica llamó a votar en blanco

Los ceos que hablaron con Bullrich comentaron que pidió posponer la reunión de definición porque "todavía no se recupera de lo del domingo". De todos modos, se afirma que "La Piba" presionará para que la coalición que quedó tercera vaya en rescate de Milei. "Están los dos medios obsesionados", relatan los que los frecuentan. 

Ya en horas del mediodía del domingo, y siempre según lo que los ceos recibieron como info de sus amigos del PRO, los que hacen el tracking diario en Juntos les avisaron que la elección venía más que cuesta arriba. Y allí se empezó a discutir el tema de qué hacer en la segunda vuelta. 

¿Se baja como Menem?

En los pasillos del establishment, la versión de las últimas horas que circuló en la política sobre una renuncia de Milei a su candidatura, se coló como un tema de interés. La conclusión a la que llegaron es que el libertario precisa algo más que un pronunciamiento de Macri, y que hoy no cuenta con respaldo ni del sector financiero ni de los gigantes empresarios nacionales para largarse a competir. 

La situación la asimilan a la de un cuadro político que el propio Milei tomó como referencia y que los empresarios nacionales también adoraron: Carlos Saúl Menem. "Está en la misma que Carlos en 2003", consideró un ceo industrial. En aquel año, un riojano ya desgastado sacó el 25 por ciento de los votos, contra un Néstor Kirchner que obtuvo 22 por ciento pero con una potencia ascendente para ganar en la segunda vuelta. Ante ese escenario, Menem se bajó cuatro días antes de la votación. Hoy, entre Massa y Milei hay otras variables y una diferencia más grande para el candidato de Unión por la Patria, guarismo que volvió a poner sobre la mesa aquel viejo ejemplo, para explicar la posible coyuntura actual. 

Desde el entorno de Milei, ante la consulta de este diario, negaron que esté pensando en correrse de la carrera presidencial. "Va a dar la pelea, sabe que está ajustado, pero va a jugar", avisan. 

Muchos de los hombres de negocios consultados por este diario tomaron además para sí que el discurso de Alberto Benegas Lynch, el patriarca libertario, fue "el cajón de Herminio" de La Libertad Avanza. El diagnóstico es propiedad de algunos politólogos y encuestadores, que vieron en el llamado a romper relaciones con el Vaticano un hecho disruptivo que explicaría el estancamiento del líder libertario. 

De a poco, y luego de haberse partido, más inclinados hacia el PRO, en el apoyo a Bullrich y Massa, el establishment empezó a trabajar en la idea de una transición hasta un gobierno de Unión por la Patria. "Es un interlocutor que conocemos, que da previsibilidad", advirtió un líder de la industria automotríz respeto a Massa. Hace unas horas, en la reunión de mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA), Milei no pasó el filtro ni de la parte más conservadora de la central fabril que conduce Daniel Funes de Rioja

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