La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cumplió ayer, temprano, con las dos sencillas medidas administrativas que el juez Claudio Bonadio le impuso realizar en Comodoro Py. Tanto la toma de las huellas digitales como el estudio socioambiental perfectamente se podrían haber concretado en Río Gallegos, donde reside la ex mandataria. Cristina madrugó al juez, dado que llegó antes de las ocho de la mañana y, pese a que el horario de la Justicia es de 7.30 a 13.30, ni el magistrado ni su secretaria se encontraban en el juzgado. Por esa razón, Cristina y Bonadio no se cruzaron. Supuestamente, la instrucción está terminada y la causa lista para elevar a juicio oral, pero ese juicio por la causa dólar futuro, que Cristina y Axel Kicillof insistieron en que se haga rápido, es difícil que se inicie antes de 2018.
CFK twiteó repetidamente en la mañana de ayer, contando paso a paso cómo fue concretando las dos medidas ordenadas por el juez. La ex mandataria relató que llegó a Comodoro Py y se encontró con un desproporcionado operativo de las fuerzas de seguridad. “7.45 hs. Comodoro Py todo vallado. 300 gendarmes. 100 policías. 70 prefectos. 15 carros de asalto... 4 camiones hidrantes y 2 cisternas de agua para recarga en caso de que se agoten. Me parece que alguno va a tener que cambiar de terapeuta y otros cambiar costumbres. Esta gente no está nada bien”. La referencia obviamente estaba dirigida a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, que ordenó semejante operativo. Y también apuntó a los que en el Ejecutivo arman una especie de show de semejante envergadura.
CFK acentuó rápidamente la ironía en sus tweets: “Llego al cuarto piso. En las oficinas del juzgado, dos o tres empleados. Que raro, siempre estaba lleno de gente. ¿Será por la hora?... La secretaria María Muntaner no está. Nos dicen que está estacionando el auto. Ajá... Pregunto por Su Señoría. Nos dicen que todavía no llegó. Ajá. A todo esto, habían pasado las 8.00 hs”.
Después de marcar la inactividad en el juzgado pese a estar en horario de trabajo, la ex mandataria relató que tuvo que esperar un rato para que llegara el personal encargado de tomar las huellas digitales. Y luego, una asistenta social llenó con ella, en 10 minutos, el formulario que hoy en día reemplaza al estudio socioambiental. “Eso fue todo. Finalmente la realidad siempre se impone”, remató la ex presidenta, dejando en claro que se trató de un trámite sencillo que ella tenía el derecho de realizar en donde reside, Río Gallegos.
Tras elogiar la existencia de toallitas húmedas para limpiarse los dedos –”lo único sensato y moderno”–, CFK redondeó la mañana apuntando otra vez contra el juez: “Cuando me fui, Bonadio todavía no había llegado. ¿Y sabés qué? Además no paga ganancias”.
Cerca de las 8.30, Cristina Kirchner se retiró de Comodoro Py sin ningún inconveniente.
El total de los imputados en la causa ya realizó los trámites y Bonadio dijo hace un par de semanas que considera que se completó la instrucción de la causa del dólar–futuro. El expediente queda listo para ser elevado a juicio oral, pese a que un par de ex funcionarios apelarán su procesamiento a la Cámara de Casación. Eso no detiene el proceso. Ni CFK ni Axel Kicillof apelaron y, en los respectivos escritos, dejaron asentado que no presentaron ningún recurso para que el juicio se haga rápidamente.
En Comodoro Py sostienen que pese a ese pedido es difícil que el juicio empiece antes de 2018. Eso implica que mantendrán procesados a los imputados por otro año más, con embargos vigentes, y sin definir su situación.
Cristina Kirchner cumplió con las medidas requeridas por Bonadio
Dos trámites en tribunales
En la causa por el dólar futuro, la ex presidenta se presentó temprano en el juzgado para registrar sus huellas y completar un formulario. Ni Bonadio ni su secretaria estaban trabajando.
Este artículo fue publicado originalmente el día 30 de noviembre de 2016