“No hay motivos para festejar el Día de la Industria, en momentos en que el gobierno lleva adelante un plan sistemático de desindustrialización”, expresó ayer el presidente de la Cámara Argentina de pymes proveedoras de la industria de las telecomunicaciones (Cappitel), Eugenio Hadges. “Todas las medidas benefician solamente a los sectores primarios de la economía; no se trata de medidas aisladas, ni de errores. Es un plan sistemático que busca desarrollar el campo y las grandes corporaciones petroleras y mineras, en detrimento del resto de los sectores de la industria y de las pequeñas y medianas empresas”, subrayó Hadges.
“En 2016 cerraron más de 5.000 pymes y en lo que va de este año bajaron sus persianas otras 2.000, estos números son los que muestran la decisión del Gobierno de desindustrializar el país, apostando a sectores primarios y más concentrados”, explicó el dirigente empresario. En cuanto al sector de las telecomunicaciones, advirtió que “se está trabajando al 50 por ciento del nivel de producción con respecto a 2016, año en el que ya había caído la producción, situación que inevitablemente termina en la reducción de empleo”.
Cappitel se constituyó formalmente en marzo de 2013, nucleando a empresas nacionales pymes dedicadas a la fabricación de bienes y a la prestación de servicios para la industria de las telecomunicaciones. Entre sus objetivos principales, plantea “desarrollar una industria nacional dinámica, que permita sustituir importaciones y pueda expandirse en la región”. En sus declaraciones públicas a propósito del Día de la Industria, Hadges insistió en que “todas las medidas que se han tomado desde el Gobierno son una muestra de esta decisión de llevar adelante un plan sistemático de desindustrialización, como el permiso de importación para bienes de capital usado, la baja de aranceles para importación (tanto para la industria petrolera como para maquinaria agrícola), la quita de incentivos fiscales para productos que se fabrican en el país y la baja de retenciones para el campo y la minería, entre otras”. El titular de Cappitel señaló que, “como contrapartida, para las pymes no se han tomado medidas de fondo que alivien su situación y, por el contrario, siguen con los problemas que traen de arrastre de años anteriores, la no competitividad por los costos de la materia prima, elevado costo laboral y de las ART, como la falta de acceso al financiamiento real”.
“Las pymes estamos fuera del plan del Gobierno, pese a que somos las mayores generadoras de empleo, representando más de siete de cada diez puestos de trabajo”, afirmó Hadges y lamentó que “nada indica que se vaya a revertir este plan de desindustrialización”.