Witz es palabra de ingenio, de espíritu, en especial agudeza. Sigmund Freud en su libro sobre el chiste (Witz), obra monumental, descubre su organización y clasificación en la diversidad de sus presentaciones. Las leyes de lenguaje que rigen su estructura persiguen un placer ratificado en la risa del oyente.

Jacques Lacan dice en el Seminario Las formaciones del inconsciente que el chiste tiene la función de que determinadas cosas que no se pueden oír, no se pueden decir y ya no se oyen, se oigan en alguna parte como un eco donde resuenan alusivamente los decires olvidados, prohibidos, secretos de los seres humanos.

Lo murmurado en el chiste ataca una serie de objetos, en especial las instituciones y los requerimientos morales que la cultura impone al ejercicio de la sexualidad. El Witz, es así, un objeto multifacético que no se deja tomar en un saber integral, cristalizado. Su modo de existir fugaz deviene en risa.

Freud distingue técnicas y tendencias. Ubica con esto las fuentes inconscientes de su placer. De la larga investigación de chistes que Freud expone, extraje uno particular del conjunto de los chistes de judíos. El chiste del salmón con mayonesa.

Lo único judío es el andamiaje, el núcleo es humano universal –dice Freud.

Un pobre se granjea 25 florines de un conocido suyo de buen pasar. Ese mismo día, el benefactor lo encuentra en el restaurante ante una fuente de salmón con mayonesa.

Le reprocha ¿Cómo? ¿Usted consigue mi dinero y luego pide salmón con mayonesa? ¿Para eso ha usado mi dinero?

-No lo comprendo a usted -responde el hombre puesto en cuestión-; cuando no tengo dinero, no puedo comer salmón con mayonesa; cuando tengo dinero, no debo comer salmón con mayonesa. Y entonces, ¿cuándo diablos quiere que coma salmón con mayonesa? (1979, p. 49)

En este chiste otra es la técnica.

Se trata del desvío entre un dicho y la respuesta esperada. La respuesta que estaría a tono con el reproche del donante falta. La versión reducida que Freud da del chiste de salmón con mayonesa descubre el cinismo en juego, y lo que éste expresa: la verdad de un deseo que no se reduce a la necesidad, a saber: “No puedo privarme de lo que me gusta y me es indiferente de donde tome el dinero para ello. Ahí tiene usted la explicación de que precisamente hoy yo coma salmón con mayonesa luego de pedirle dinero prestado”, pero esto no sería un chiste sino un cinismo (1979 p.50).

Verdad de aquel que no espera nada del futuro y lo muestra por la vía cínica. Presente del placer y ya, sin dilaciones, ni privaciones. Las técnicas del chiste están al servicio de escabullir el cinismo.

Gabriel Levy señala que hay una constante en los chistes tendenciosos, la existencia de un par constituido por un hombre rico y un hombre pobre. Escenas tomadas de nuestra vida en el capitalismo. Podemos analizarlos -según Levy- en función de dos operadores, el plus de goce y la pérdida de goce. Murmuran de la explotación de la pobreza y el rechazo del deseo de los sujetos reducidos a la mera satisfacción de sus necesidades. Con esto pueden ser leídos los discursos y lo que el chiste hace oír: Al pobre no se le suponen más que necesidades, solo puede gozar de eso. Deseos no.

Freud dice que estos chistes que nombra de desplazamiento, son difíciles de encontrar. Creo haber encontrado uno que resulta de una historia vivida con Pity y otros amigos del barrio. En oportunidad de la inauguración de su fiambrería en Saavedra nos invita una noche a celebrar su logro. Ya reunidos en su local -con la persiana baja- se presenta un sujeto y dice apuntándonos con un arma:

“Esto es un asalto”. Quedamos perplejos. Pity, que era un sujeto agudo respondió: “y esto es un almacén”. Agudeza que deparó estar encerrados un buen tiempo en el baño del local en espera de salir.

Referencias de lectura: Freud S. (1979). Obras Completas. El chiste y su relación con el inconsciente. Argentina: Editorial Amorrortu. (Texto original de 1960).

*Psicoanalista. Miembro de Colegio Estudios Analíticos.