“La gesta” es la manera en la que los miembros de la Asociación Norestada llaman al festival de teatro independiente que dirigen en la Zona Norte de la Provincia de Buenos Aires. Después de trece años de historia, y una recientemente finalizada edición que se extendió durante tres meses siempre a sala llena, hay algo de cierto en ello. A fuerza de militancia cultural y cercanía con los vecinos, el Festival Norestada se ha convertido en una marca identitaria que no quiere dejar a nadie afuera. En esta edición, incorporó un mes completo de funciones en escuelas bonaerenses con obras que se adaptaron a los requerimientos curriculares de cada institución y que tuvieron el objetivo de acercar el teatro independiente a nuevos públicos.

La historia

“El festival ya es una marca, está instalado. Mucha gente ya pregunta cuándo comienza el próximo. Hay gente que no es actriz, ni actor, ni está relacionada con el teatro, pero que viene siguiendo año tras año las distintas propuestas. Eso te habla de que hay un registro en la comunidad, pero uno también tiene que seguir trabajando para las nuevas generaciones. No te podés quedar dormido. Es una militancia por la pasión de lo que hacemos y por la bandera del teatro independiente”, reflexionó Estela Oriana, miembro fundador de la Asociación de Trabajadores del Teatro independiente de Zona Norte NORESTADA, luego de finalizar la última edición de este festival. Desde 2010, el festival se realiza en los partidos de Tigre, San Fernando, San Isidro y Vicente Lopez.

Para Norestada no es novedoso que su festival se extienda durante tres meses. Así se desarrolló desde su primera edición. Este objetivo forma parte de un proyecto cultural que busca estar constantemente presente en los barrios, llevando teatro de forma gratuita a los vecinos que cada año esperan las sorpresas de la nueva programación. “Norestada está abierta a la comunidad, no hacemos nada de forma cerrada. Queremos construir un entrelazamiento con los vecinos. Con el festival, nuestra postura es que nadie se quede afuera, así que nunca cobramos entrada. Quién quiere aportar, puede hacerlo de acuerdo a sus posibilidades. Quien no pueda, es nuestro invitado”, afirmó Oriana.

Los organizadores del Festival Norestada. 


El ojo en el territorio

En agosto se programaron monólogos y en octubre teatro para adultos. En ella, convocaron a decenas de colectivos teatrales provenientes de Zona Norte. Muchos de ellos son viejos conocidos del festival y algunos, nuevos colectivos. Todos lo hicieron en salas de distritos ajenos a los propios, como parte de un proyecto de Norestada de generar conexiones e intercambios en la región. “Tuvimos una gran programación. La apertura de los monólogos nos permitió tantear cómo venía este año y la recepción fue muy buena. En la tercera etapa, trabajamos con trece salas de Zona Norte y siempre tratamos que las obras que se presentaban en los espacios sean de otros municipios para abrir las propuestas locales a la región”, afirmó Oriana.

Sobre el crecimiento del teatro independiente en Zona Norte, Oriana dijo que “La región siempre fue inquieta en cuanto a grupos de teatro independiente. Desde los sesentas, setentas y ochentas hay experiencias teatrales que sirvieron de sustento para los grupos que vinieron posteriormente. Si bien sí podemos hablar que hay muchas más salas, muchos más grupos, siempre hubo una gran inquietud a nivel teatro independiente, ya de décadas pasadas”. Si bien el festival es el proyecto más grande de la Asociación Norestada, no es el único. Entre los distintos proyectos que dirigen, siempre gestionados horizontalmente y de forma asamblearia, se encuentran una serie de publicaciones dedicadas a contar no solo la historia de su festival, sino la historia teatral de la región.

Teatro situado

Entre las novedades de la nueva edición, se encontró la realización de una segunda etapa realizada íntegramente en escuelas bonaerenses, como parte de un deseo de Norestada de salir a buscar nuevos públicos. “De los distintos municipios se seleccionaron algunas escuelas: jardines, primarias y secundarias. Lo interesante es que los materiales que se fueron proponiendo a las escuelas no fueron porque sí, sino que se habló con cada institución para ver sus proyectos y para poder acercar aquellos materiales que sumen dentro del proyecto que están trabajando. Las escuelas recibieron con mucha alegría el festival porque sacar los chicos de la escuela es bastante complejo y que los artistas vayan, y que después puedan en varias escuelas tener un conversatorio con los chicos, les atribuye mucho. A nosotros nos permitió dar a conocer a artistas locales que sobre todo hablan de la identidad regional, con lo cual también son contenidos importantes para que ellos conozcan”, afirmó Oriana.

Así, Norestada busca seguir dando visibilidad a esto “que les apasiona”: compartir cultura local con todos y todas. Si bien el cierre de la última edición es muy reciente, y todavía no pudieron hacer su asamblea mensual para sacar conclusiones generales, Oriana adelantó que cree “que este formato se va a replicar el año entrante, tal vez tenga algún pequeño cambio, pero como para mejorar. Estamos más que felices, aunque parezca una palabra muy trillada. Estamos contentos porque se superaron nuestras expectativas y creemos que funcionó bien. Creemos que las propuestas de zona norte se pueden seguir ampliando y mejorando, y creemos que el festival es una gran herramienta, así que seguiremos trabajando en eso”.