La importancia de contar con las pruebas del ataque informático que sufrió esta semana la ministra de Educación de Santa Fe, Claudia Balagué, se relaciona directamente con la necesidad de poner en tela de juicio ‑de una vez por todas‑ la información que circula en redes sociales. Desde la política, la seguridad y aún desde la salud, lo primero sería sospechar de lo que se lee y se ve en las distintas redes. Sobre todo para lo que se puede llamar la generación pre‑tecnológica. Los jóvenes que nacieron con semejante nivel de desarrollo informático tienen más herramientas para establecer una clara división entre lo que se "vive" de manera virtual y lo que es la realidad misma. No están exentos de peligros, pero saben utilizar las redes sociales con un sentido más lúdico que los adultos.

Es en esta imposibilidad de poner en duda ciertas cosas o dividir la vida real de la virtual de parte, mayormente de la franja etárea pre‑tecnológica, por donde se filtran un sinnúmero de operaciones políticas y ataques perpetrados por trolls entrenados.

Las pruebas que pudo recabar el gobierno santafesino establecieron que el ataque troll comenzó el miércoles pasado a las 7.30 de la mañana y duró hasta pasado el mediodía. Ahí básicamente lo que se expresaba en Twitter era que la ministra Balagué había ordenado a los maestros santafesinos que pasarán lista en las aulas y al final preguntaran por Santiago Maldonado. Desde decenas de cuentas falsas radicadas en Buenos Aires en su gran mayoría desparramaron esta mentira a sabiendas de lo sensible que había sido la discusión sobre tratar o la desaparición de Santiago Maldonado con los alumnos pequeños.

Particularmente, es la primera vez en toda mi carrera que pude ver las pruebas de cómo se hacen este tipo de ataques informáticos. Es mucho más simple de lo que se cree, aunque con altos costos económicos. En el ataque intentan instalar un trending topic (un tema que sea tendencia en las redes sociales para que se empiece a multiplicar a través de "compartidos", likes" y "retuits"). Se hace mediante muchas cuentas falsas que administran experimentados trolls o un número menor de cuentas truchas que se multiplican a través de un programa. Aunque esta segunda opción es más barata, es menos efectiva y más fácil de detectar. Con todo, expertos del otro lado del ataque, analizan las redes permanentemente estudian origen y sentido de tuits que resulten curiosos sobre determinado tema y así descubren determinadas maniobras.

Este ataque no es el primero en la provincia. El anterior se circunscribió a la ciudad de Santa Fe y apuntó a través de Facebook al candidato del Frente Progresista, Emilio Jatón. Todo tipo de acusaciones falsas circularon en esa red social sobre la persona del ex periodista y actual senador provincial. Allí también se reunieron las pruebas y la justicia ordenó a Facebook bajar todos esos perfiles falsos de la red. Y así se hizo.

Hay expertos, analistas, cortafuegos, etc. Pero la más efectiva neutralización de los ataques informáticos es la credibilidad del público. El desarrollo tecnológico nos sorprende a todos a esta altura, pero las maneras de establecer la veracidad o no de una información siguen siendo las mismas. Por más sofisticada que sea una mentida, sigue siendo una mentira.

 

Eduardo Seval

 

 

Esquirlas legislativas

El caso Maldonado tuvo otro episodio esta semana en la Legislatura provincial. En el recinto, durante la sesión del jueves, el diputado del PRO y ex titular del Partido Justicialista de Santa Fe, Norberto Nicotra, cuestionó la figura de la desaparición forzosa impuesta como carátula para el caso de Santiago. "Se ha construido un relato. No hay ninguna prueba concreta", dijo el diputado en ocasión del debate del proyecto que pedía la aparición con vida de Santiago Maldonado que finalmente se aprobó. Acusó también a la familia del desaparecido y aseguró que se había "montado una estructura detrás de una causa noble que es encontrar a este chico".

Fue demasiado para el diputado del Frente Social y Popular Carlos Del Frade, que lo cruzó rápidamente con el pasado y las responsabilidades de Nicotra. Le recordó que él mismo era el responsable de haber reciclado en democracia a Andrés "Barba" Cabrera a quien designó en la plantilla de la Defensoría del Pueblo en 1991 cuando Nicotra estaba al frente del organismo. Cabrera era personal civil de inteligencia (PCI) del Ejército y "experto interrogador en chupaderos de la dictadura" como consignó el periodista Juan Carlos Tizziani en la edición del domingo de Rosario/12. El "Barba" ya está condenado en dos juicios en febrero de 2014 a 25 años de cárcel por 41 crímenes aberrantes y asociación ilícita; y en mayo de este año recibió la condena de prisión perpetua por tres homicidios. Otro periodista de este diario, José Maggi, fue el que puso a descubierto a Cabrera en una investigación de 2008. Un año después, "Barba" cayó preso en Cosquín.

¿Qué legitimidad tiene un diputado que recicló a represores de la dictadura en democracia de cuestionar la figura de desaparición forzosa de persona para el caso Maldonado? Por eso Del Frade le dijo que a estas cuestiones del pasado hay que blanquearlas porque "cada uno es lo piensa, lo que dice y lo que hace".

 

Masiva marcha

El otro ítem que se dio en la provincia por el caso Maldonado esta semana es más alentador. El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y titular de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe), Guillermo Moretti, ya había terminado la entrevista con el editor de este diario, Pablo Feldman, en su programa "Los días contados" de Canal 5. Sobre los saludos de despedida Moretti pidió "una cosas más". Miró a cámara y dijo "fuera de todos mis cargos y ya como ciudadano común, tengo una pregunta: ¿Dónde está Santiago Maldonado?" y sorprendió claro, a los que no lo conocen lo suficiente.

Y luego estuvo la respuesta de los rosarinos en las calles. El desborde que fue la marcha del viernes, donde gruesas columnas marcharon desde la Plaza San Martín hacia el Monumento a la Bandera con la sola consigna de "aparición con vida de Santiago Maldonado". Sorprendió gratamente la voz de unos estudiantes secundarios presentes en la marcha cuando toda la semana se había debatido si había que tratar o no el tema en las encuestas. "Apoyamos que se haga todo esto (la marcha), por más que tengamos 12 años sabemos que no se puede desaparecer gente en democracia". Y también "Santiago no desapareció solo, lo desapareció el Estado".