Con un Mercadazo en Plaza de Mayo, a la que llevaron 20 mil kilos de frutas y verduras para su venta directa, del productor al consumidor, se presentó la Federación por la Soberanía. Se trata de un espacio en el que se agruparon trabajadores de la economía popular y cooperativa, quinteros, comunidades originarias, todos productores o comercializadores de alimentos. También integra la Federación Proyecto 7, la organización de personas en situación de calle.
“Nosotros queremos que se produzcan verduras y frutas al lado de las grandes ciudades y que los hijos y las hijas de nuestros compañeros de los territorios rurales no tengan que migrar por falta de trabajo ni de oportunidades de educación. En este momento bisagra del país hacemos visible la necesidad de que los cuatro años que vienen, que esperamos sean cuatro años de un gobierno popular, democrático y del lado de los trabajadores, se empujen transformaciones para que los productores de la agricultura familiar accedan a la tierra y para que quienes hoy están en la calle puedan salir de su situación y acceder a la vivienda y el trabajo”, planteó en el Mercadazo Juan Pablo Della Villa.
Familias productoras llegadas de Chaco, Corrientes, Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires marcharon por la Avenida de Mayo con carros cargados de verduras, sus herramientas de mano y sus productos antes de armar el Mercadazo. Como ocurre cada vez que en el centro porteño se hacen estas ferias, muchas personas se acercaron a los puestos buscando buenos precios. Los productores ofrecieron, por ejemplo, el kilo de manzanas y naranjas a 300 pesos, paquetes de lechuga y acelga a 150 pesos. Había además quesos, miel, chacinados, flores.
"Hay que terminar con la especulación de los precios de los alimentos, porque lo que se le paga al productor no se condice con lo que los vecinos tienen que pagar en las góndolas de las ciudades. No puede ser que un kilo de lechuga se venda a 1.200 pesos en la Capital Federal, o que un kilo de papas le cueste a la gente mil pesos mientras que al productor le pagan miseria", señaló Jazmín Delmaffeo, de la Empresa Cooperativa de Alimento Soberano (ECAS).
Agregó que organizaron el Mercadazo "para visibilizar nuestra problemática, para que se vea el trabajo de los productores del interior pobre, que somos parte de la economía popular, que generamos trabajo y alimentos sanos, que cuidamos la tierra. Queremos que haya políticas activas para nuestros sectores, para acceder a la tierra, para producir más y para mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores del campo".
Consultado sobre el "momento bisagra" al que se refirió, Della Villa sostuvo que los productores de la Federación "estamos a favor de que Massa gane la presidencia, trabajamos en función de eso. Pero esta es también una acción para que en el próximo gobierno, que esperamos sea el de Unión por la Patria, entre en agenda la discusión del acceso a la tierra, de la producción popular de alimentos, del trabajo y del arraigo".
Producir, trabajar
Fabio Resino llevó a la plaza quesos de la cooperativa Las Totoras, de Tapalqué. “La fábrica nació como una usina láctea municipal que cerró y hace dos años logramos reabrir cooperativamente”, contó. Hoy están produciendo bien, aunque la cadena productiva local se rompió en durante la gestión de María Eugenia Vidal como gobernadora bonaerense, cuando en la provincia cerraron 400 tambos. Entre ellos, cuatro que operaban en Tapalqué, que ahora debe abastecerse de leche en tambos de otras localidades, lo que encarece el costo de la producción de lácteos. “Igualmente nos va espectacular”, describe: “tenemos un negocio de venta al público y comercializamos nuestros quesos con otras cooperativas.
Proyecto7 puso a la venta sus alfajores Bocacalle. La organización de personas en situación de calle viene trabajando hace tiempo en la producción de alimentos: además de la fábrica de alfajores, tienen una panificadora y un mercado en Barracas. “Generamos puestos de trabajo para nuestros compañeros y es un beneficio para el barrio, porque los precios son económicos”, explicó Horacio Avila.
“Los compañeros pueden aprender oficios y nos va bien, como para pagar los sueldos. Los vecinos, a su vez, vienen al mercado a comprar verduras para toda la semana. También hacemos facturas, estamos vendiendo la docena a mil pesos, que es la mitad del precio en cualquier panadería comercial, incluso menos de la mitad. El sur de Barracas, donde tenemos el mercado, es un barrio humilde, hay muchas mamás que están solas a cargo de sus hijos. Para nosotros es un orgullo ver cómo a la mañana pueden pasar con sus pibes, camino a la escuela, y comprarles unas facturas”.
Ávila hizo también un señalamiento político: “Entendemos que son tiempos para unir fuerzas, para hacer un balance de lo construido y para seguir insistiendo en que el hambre y la pobreza se resuelven con producción y con trabajo”.
La Federación por la Soberanía plantea la necesidad de planificar la producción de alimentos, generando trabajo. “Buscamos construir una fuerza para crear un proyecto nacional productivo, en defensa de los trabajadores y del medio ambiente", agregó Della Villa. “Le pedimos al gobierno que implemente políticas activas de acceso a la tierra, de cuidado de la tierra, porque si no tenemos tierra, nunca le vamos a bajar el precio a los alimentos; de trabajo, porque necesitamos seguir sacando a nuestros compañeros y compañeras de la pobreza de las ciudades; y soberanía, porque si no discutimos seriamente un modelo alimentario interno, argentino, vamos a seguir exportando commodities, pero millones se van a seguir muriendo de hambre".