Con el objetivo de promover la participación en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales 2023 de este 19 de noviembre, la Cámara Nacional Electoral (CNE) solicitó de manera formal al Poder Ejecutivo que traslade el feriado del 20 de noviembre para evitar el ausentismo en el balotaje, una propuesta que días antes el Gobierno había descartado.
En una nota firmada por su titular, Alberto Dalla Vía, la Justicia Electoral le pidió al secretario General, Julio Vitobello, que reconsidere mover el día no laborable, correspondiente al Día de la Soberanía, en recuerdo de la Batalla de la Vuelta de Obligado. El feriado genera un fin de semana largo de tres días justo durante la segunda vuelta electoral en donde se definirá el futuro presidente y vicepresidente.
En tanto, motivados “la necesidad de favorecer y garantizar la concurrencia de la ciudadanía a ejercer el sufragio en dichos comicios, que se vería indudablemente afectada si se mantuviera el fin de semana extendido con el referido feriado”, el funcionario solicitó formalmente el traslado.
La fecha del feriado fue una discusión abierta en los últimos días, cuando ante los rumores de que el Gobierno analizaba moverlo, debieron salir a aclarar que no estaba en evaluación. Después, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, ratificó que el feriado no se alteraría porque ya se encuentra programado de esa forma por ley.
"No se va a modificar. Desarmarlo es desarmarle a varios argentinos sus vacaciones y la verdad que no nos parece. Si hay argentinos que programaron sus descansos reprogramarlo ahora me parece que traería más problemas que beneficios", expresó. Ahora, con el pedido de la CNE, se reabre la discusión, faltando poco más de tres semanas para el balotaje.
Una situación similar se dio en 2015, cuando el balotaje entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, celebrado el domingo 22 de noviembre, provocó la postergación del feriado, que pasó al fin de semana siguiente.
En las PASO 2023, el nivel de ausentismo alcanzó niveles récord, con una participación que no llegó ni siquiera al 70%. Después, en las elecciones generales del domingo pasado, hubo un crecimiento en ese porcentaje, que subió hasta el 77%, como suele ocurrir entre las primarias y los comicios generales, aunque de todos modos en un nivel inferior al de elecciones pasadas.