La goleada de Fluminense sobre Goias por 5 a 3 en el campeonato brasileño dejó un sabor amargo para el conjunto de Río de Janeiro, debido a que el experimentado mediocampista Felipe Melo sufrió una lesión muscular que genera preocupación a días de la final ante Boca por la Copa Libertadores.
El reloj marcaba 30 minutos del primer tiempo cuando el futbolista que pasó por la selección de Brasil fue a interceptar un pase de Matheus Babi y estiró su pierna izquierda. En ese instante se dio cuenta de que algo le había ocurrido, por lo que empezó a renguear con gestos de dolor y luego se tiró al césped para que el cuerpo médico lo atendiera. Ahí desató la preocupación de la hinchada presente en el estadio Raulino de Oliveira.
Rápidamente, el entrenador Fernando Diniz mandó a la cancha a Vinícius Moreira de Lima, aun cuando su equipo perdía por 2-1, para resguardar lo máximo posible al ex jugador de la Juventus de Italia.
Lejos de llevar tranquilidad, el mediocampista central devenido en defensor miró al entrenador y le hizo un gesto sugerente con las manos imitando la sensación que había tenido en su pierna izquierda.
Aunque aún resta conocer el parte médico oficial del club, el clima no es el ideal: a menos de 10 días de la final de la Copa Libertadores, partido que se disputará el 4 de noviembre en Río de Janeiro, cualquier lesión muscular que supere una distensión leve significará quedar seriamente comprometida su presencia en la final ante Boca, uno de los partidos más importantes de la historia del equipo brasileño, ya que buscará su primer trofeo continental.