“¿Dónde está Santiago Maldonado?” La pregunta es un clamor que se expande. Y se multiplica en cada ámbito público y privado, en canchas de fútbol y teatros, aeropuertos y salas de espera, escuelas y comercios. En los conciertos y funciones de teatro recientes, son los artistas los que asumen el reclamo, otras veces es el público el que grita y aplaude la pregunta, como ocurrió en el concierto de la portuguesa Misia en el Centro Cultural Kirchner, o en el de Pablo Milanés, quien tras el compromiso del público terminó cambiando los versos de “El breve espacio en que no estás” por la pregunta por Santiago Maldonado. “Grieta” mediante, sin embargo, las reacciones pueden ser otras. Es lo que comprobaron los integrantes de la Orquesta Típica Fernández Fierro tras su concierto gratuito en el Centro Cultural Munro, el sábado pasado. “Queremos que aparezca Santiago Maldonado”, dijeron al promediar el espectáculo. La mitad de la sala se levantó y se fue. “Es lo más triste que puede pasarnos como sociedad”, escribieron en su cuenta de Facebook.
“En todo concierto gratuito a veces la gente se va antes: no es ‘tu’ público, muchos no te conocen, es algo que pasa. Pero nunca esperábamos algo así”, cuenta a PáginaI12 “El Ministro” Reggiani, bandoneonista del grupo. “Cuando mencionamos a Santiago, alguna gente se fue entre insultos y gritos: ‘Por qué no preguntan por Julio López’, ‘ustedes rompieron todo y nosotros tenemos que pagarlo”... Como si hubiera bandos cuando hablamos de derechos humanos, como si se pudiera estar a favor o en contra de que desaparezcan a un pibe. Deseamos que esa gente reflexione y entienda que preguntar por Santiago no es ofender su voto, no es hacer política partidaria, sino que es pedir justicia”.