El Gobierno negocia con los fabricantes de bienes de consumo masivo la renovación de Precios Cuidados. El lanzamiento de la nueva etapa se realizará esta semana, con un aumento promedio que no superaría el 2 por ciento. El programa, heredado de la gestión anterior, perdió relevancia a la hora de ordenar los precios, a raíz de una reducción en las variedades de productos y del ingreso de artículos a “precio de mercado”, advierten asociaciones de consumidores. Una de las consecuencias es que Precios Cuidados tiene un peso menor en la canasta de compra de los consumidores.
“En los supermercados, Precios Cuidados prácticamente no existe. Se pueden encontrar apenas un par de precios del programa y algunos carteles disminuidos. En los pocos lugares en donde están los productos están mal señalizados. Nuestra conclusión es que tiene una ineficacia total”, indicó a este diario Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores.
Henry Stegmayer, coordinador del área de consumidores de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires señaló a PáginaI12 que “la realidad es que cuesta mucho encontrar Precios Cuidados en la mayoría de los supermercados”. “La consistencia del programa implica que haya stock del producto, que esté visible, bien señalizado y con una difusión amplia. Nada de eso pasa. Tenemos informes hechos en 40 municipios, en el Conurbano y el interior bonaerense. Salvo algunas excepciones, el programa tiene muy escaso peso, la gente no lo busca más, tampoco hay ninguna acción de sanción del Gobierno”, agregó. En su última renovación de mayo, la lista de Precios Cuidados se redujo de 545 a 455 artículos. El problema no es sólo la falta de señalización y de difusión que denuncian las entidades. Durante la gestión de Cambiemos se redujeron los productos de primeras marcas y se incorporaron otros productos que ingresaron con precios que incluían fuertes subas, como el caso de los aceites, la sal, la leche y la carne.
Uno de los efectos de la pérdida de importancia del programa es el aumento de la dispersión de los precios, lo que implica la pérdida de referencia para los consumidores. Según la web oficial Precios Claros, en la zona de Villa Crespo la Coca-cola de 1,5 litros, que fue eliminada del programa de Precios Cuidados, se vende desde un precio que va desde 39 a 53 pesos, sin considerar a los supermercados chinos. El menor precio se consigue en el Carrefour Market (38,99 pesos), en el Vea cotiza 41,20 pesos, en el Carrefour Express está 42,30 pesos, en el Jumbo, a 43,45 pesos y en el Coto, a 45 pesos. En la Shell la Coca llega a 53 pesos.
Otro ejemplo de dispersión de precios lo provee el arroz largo fino Molinos. La versión de 500 gramos está en Precios Cuidados y según la aplicación Precios Claros en Carrefour Express, Coto, Jumbo y Vea está a 9,40 pesos, precio negociado en el programa. Si el producto se encuentra en las góndolas de estos supermercados, es mucho más probable que en almacenes y comercios chinos su precio tienda a acercarse a Precios Cuidados. La situación opuesta aparece en el paquete de un kilo del mismo arroz (que no está en Precios Cuidados): en Carrefour Express está a 18,70 pesos, en Coto cotiza a 19,50 pesos, en Vea está 22,99 pesos y en Jumbo, a 24,50 pesos.
Un producto de mucho peso en el mercado lácteo que dejó de estar presente en Precios Cuidados es el sachet de leche entera La Serenísima de 1 litro. El precio de lista de ese artículo en el Vea es de 22,45 pesos y en el Coto es de 22,79 pesos. Le sigue el Jumbo (23,45 pesos), Carrefour Express (23,50 pesos) y el supermercado chino (24 pesos). En diciembre de 2015, ese producto se ofertaba, dentro del programa, a 10 pesos. Hay ejemplos muy similares en el caso de los aceites, la sal y otros productos sensibles.