Los ahorristas compraron en septiembre 578 millones de dólares, principalmente para gastos por viajes y otros consumos efectuados con tarjetas con proveedores no residentes, con un resultado neto de 397 millones, y para atesoramiento, con un neto de 159 millones por compras de billetes. Así lo registró el balance cambiario del Banco Central. El equipo económico anunció este mes medidas para unificar la cotización de los dólares para atesoramiento y para gastos con tarjeta.

Durante septiembre, el sector privado fue vendedor neto de moneda extranjera por 675 millones de dólares en el mercado de cambios. Dentro de ese grupo, el principal sector en términos de ventas netas, oleaginosas y cereales, registró ingresos netos por 1602 millones, un 80 por ciento menos que en el mismo mes de 2022. Los menores ingresos netos por bienes del sector durante septiembre responden a los efectos de la sequía sobre el producto exportable.

El sector real, excluyendo oleaginosas y cereales, fue comprador neto de divisas por un total de 428 millones de dólares, exhibiendo una reducción interanual del 78 por ciento, la cual se explica principalmente por las menores compras netas en las cuentas bienes y servicios y otros corrientes.

La cuenta corriente cambiaria registró un superávit de 511 millones de dólares en septiembre, explicado por el superávit de la cuenta de bienes por 1406 millones, parcialmente compensado por los déficits de las cuentas servicios, ingreso primario e ingreso secundario por 461 millones, 425 millones y 10 millones, respectivamente.

La cuenta financiera del sector privado tuvo un déficit de 632 millones de dólares en septiembre. Este resultado se explicó por las cancelaciones de saldos en moneda extranjera con entidades locales por el uso de tarjetas con proveedores no residentes por 282 millones (las cuales no conllevan una demanda neta de moneda extranjera en la cuenta financiera), por los registros de las operaciones de canje por transferencias netas con el exterior por 250 millones, por los egresos de otras deudas financieras del exterior y títulos de deuda por 103 millones, por la formación de activos externos por 84 millones y por los egresos netos de préstamos de organismos internacionales por 15 millones. La cifra estuvo parcialmente compensada por los ingresos de inversión extranjera directa por 85 millones de dólares y por los ingresos por compra de títulos valores por 9 millones.

En el documento de la autoridad monetaria, mientras tanto, se realizó un resumen del contexto global, para presentar los datos del balance cambiario en base a las tendencias internacionales. “La economía global ha tendido a desacelerarse en los últimos meses, con la inflación núcleo persistiendo en muchas economías avanzadas y cediendo en buena parte de las emergentes y en desarrollo”, se indicó.

Se agregó que “los bancos centrales de las primeras mantienen o incluso suben las tasas de interés, mientras que los de las segundas han comenzado a reducirlas. En los mercados se consolida un escenario de tasas más altas por más tiempo, con su impacto sobre bonos y acciones, y divisas”.

Al mismo tiempo, se planteó que “el dólar estadounidense, que venía depreciándose en lo que va del año, se ha apreciado en el margen; ello también se refleja en los precios de materias primas. Las commodities agropecuarias muestran cierta retracción, mientras que el petróleo se fortalece ante las restricciones de oferta”.

Volviendo a los datos duros del balance cambiarios, se precisó que las operaciones de la cuenta financiera cambiaria del sector financiero resultaron superavitarias en 409 millones de dólares. Este resultado estuvo explicado fundamentalmente por la disminución por 429 millones de los activos externos líquidos de las entidades que conforman la Posición General de Cambios (PGC) y por los ingresos netos por préstamos financieros por 16 millones, movimientos parcialmente compensados por la venta neta de títulos valores por 33 millones y por pagos netos de préstamos a organismos internacionales por  3 millones.