El candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, vive por estos días en un estado de agitación permanente. Tras la controvertida entrevista por TV que brindó el jueves por la noche -en la que acusó a trabajadores, lloró por las críticas de Elisa Carrió y realizó declaraciones descabelladas mientras exhibía una gestualidad nerviosa repleta de tics-, el libertario buscó retomar la campaña que, debido a su extravagancia o a pesar de ella, le permitió colarse en el balotaje desplazando a Juntos por el Cambio como principal coalición opositora. Este viernes, como ya es habitual desde que asumió como diputado nacional, sorteó su dieta entre las personas que se anotaron en las redes sociales del partido. Luego, retomó sus recorridas de campaña, esta vez con una visita sorpresa a la fábrica de Felfort.
"Tenemos ganador del sorteo, lo vamos a estar llamando, vamos a dejar documentada la transferencia en las redes. Gracias por participar nuevamente de estos sorteos donde cumplimos con la palabra de devolverle el dinero que le sacó a la gente para la dieta", afirmó Milei en una transmisión que realizó en vivo a través de su cuenta de Instagram, luego de que un escribano sorteara su sueldo de 1 millón 316 mil pesos a través de una aplicación. El sorteo se realizó al mediodía en la sede del partido libertario, ubicada en Viamonte al 1400, donde a Milei se lo vio acompañado por integrantes de su espacio y su hermana Karina, a quien sobre el final de la transmisión le pidió que sostuviera una pancarta con un dibujo de un billete de 100 dólares con su cara mientras los presentes cantaban: "¡Tiene miedo, la casta tiene miedo!".
Más tarde, el candidato ultraliberal retomó sus recorridas de campaña. Ya el miércoles se había dejado ver en el barrio porteño de Villa Ortúzar. Este viernes mantuvo en secreto, hasta último momento, el destino de su recorrida: finalmente, hizo una visita sorpresa a la fábrica de Felfort, en el barrio de Almagro. Allí dialogó con algunos operarios y con los dueños de la empresa.
Todo transcurrió con aparente normalidad, mientras aun resonaban los ecos de su participación en el programa "La cruda verdad", de A24. La repercusión del llamativo comportamiento del candidato en la entrevista por momentos hasta opacó el estallido de la oposición provocado por el acuerdo con el expresidente Mauricio Macri y la excandidata Patricia Bullrich, cuya onda expansiva incluso alcanzó a varios dirigentes y legisladores electos de LLA que ya manifestaron su alejamiento del espacio en rechazo al pacto.
En el canal de TV se vio a un Milei incómodo, que al aire cuestionó a los técnicos del estudio, en un episodio que recordó otros exabruptos que protagonizó en -al menos- los últimos dos años. “¿Podemos pedir que termine el murmullo detrás de cámara?”, comenzó increpando el "libertario". Y siguió, desencajado y visiblemente nervioso: “Porque es muy difícil hablar con tanta gente hablando. Son temas muy delicados y veo que no cesan de hablar a pesar de mis cambios de tono para pedírselos de manera implícita”, dijo, sorpresivamente, interrumpiendo la entrevista.
Pero el momento más insólito de la noche fue cuando Milei hizo referencia al meme que publicó en las redes sociales después de que Bullrich anunciara su apoyo a LLA en el balotaje. “¿Alguien vio las métricas de ese tuit? Tiene más de 250 mil likes. Tiene casi 16 millones de impresiones. Solo en mi cuenta de Instagram el posteo tiene 1 millón de likes. Lo que quiero decir es, así como hay un salame o tres salame (sic) opinando desde una computadora, ¿sabes qué? Mientras que esos miran a la señorita por Internet, yo estoy en el medio de sus sábanas”, dijo, levantando las cejas y abriendo los ojos. Acto seguido se refirió a su pareja, Fátima Florez, a quien definió como "una de las mujeres más deseadas de Argentina", por lo que su discurso pareció haber derivado confusamente del pacto con Bullrich a la relación con su novia.
En otro momento, la velada incluyó un rapto de angustia y llanto. Fue cuando le preguntaron por las críticas de Elisa Carrió y por qué mucha gente lo cataloga como “nazi”. Entre sollozos, Milei habló del Museo del Holocausto y aseguró que “la situación es tan horrible que ni siquiera corresponde”, una frase que quedó inconclusa, pero se puede intuir que hacía referencia a una posible respuesta a la líder de la Coalición Cívica. Luego ensayó una especie de mea culpa: "Debo estar equivocado en algo que hago, no lo sé. Pero deberé tratar de entender por qué me acusan de algo tan aberrante. Hay tanta gente que me hace esa acusación, debe haber algo en lo que me tengo que estar equivocando".
Para coronar la noche, al terminar la entrevista, Milei se mostró despistado y sin saber por dónde salir. En la transmisión pudo escucharse, además, cómo el candidato, con el micrófono aún abierto, le reprochaba a uno de los trabajadores detrás de cámara que "hablaba demasiado".
Críticas y respuesta
En algo no se equivocó el "libertario": su participación fue ampliamente comentada en las horas siguientes. Las redes sociales se llenaron de reacciones sobre sus múltiples gestos nerviosos y cambios abruptos de tono. Funcionarios oficialistas como María Teresa García y Santiago Cafiero advirtieron sobre "estas facetas tan confusas e inestables" del candidato que muestran "inestabilidades emocionales o personales".
La respuesta de Milei no tardó en llegar. En su cuenta de X, se despachó contra las críticas: "La Argentina del revés. Si uno pide en un estudio de televisión respeto, lo tildan de loco. Pero al que rifa 3 puntos del PBI en su aventura electoral por ambición de poder lo tratan de sensato", señaló y aprovechó para pedir votos en el balotaje.