“A Santiago se lo llevó Gendarmería, tenía puesta la campera celeste que yo le había prestado, vi cómo lo golpearon y lo metieron en una camioneta que salió rumbo a Esquel”, dijo Matías Santana ante la Justicia y lo repitió a los cronistas en la puerta de los tribunales de Esquel. “Si existía un miedo ya se rompió”, agregó en alusión a su anterior declaración bajo reserva de identidad. Además de Santana, entre ayer y hoy declararon Soraya Maicoño y Noemí Garay, las dos mujeres que salieron de la Lof para denunciar la represión pero fueron detenidas durante seis horas en la ruta, y vieron a Maldonado en la casilla de guardia. Y también lo hizo L.T, la testigo más importante porque fue quien llevó a Maldonado a la Pu Lof el día anterior. Además, por estas horas la justicia estaría analizando un supuesto informe de inteligencia con los gendarmes que habrían perpetrado la desaparición del joven tatuador.

Una fuente consultada por Página12 que presenció las audiencias destacó que los testimonios fueron muy precisos y persuasivos, a pesar de que los declarantes expresaron su dolor por la ausencia de Santiago y hubo que superar “aspectos culturales” para que estuvieran en condiciones de hablar ante la justicia.

Dijo ante el juez Matías Santana:

  • “Vengo a sentar testimonio de lo que fue la brutal represión del 1 de agosto por parte de las fuerzas federales y la desaparición forzada de nuestro compañero Santiago Maldonado, que estuvo con nosotros el 31 y el 1 reclamando por la liberación de nuestro lonko Facundo Jones Huala que está detenido en la Unidad 14. Teníamos nueve detenidos en Bariloche, y en ese contexto seguimos con la acción del corte parcial de la ruta 40, informativo. Allí es donde las fuerzas represivas inician el ataque a la comunidad, el 1 a las 4.30 de la madrugada y durante toda la mañana”

 

  • Luego entraron al Lof, sufrimos las balas de estas fuerzas de inseguridad que nos hicieron replegar muy rápido, fuimos escapando desesperados hacia el río, yo me monto un caballo y cuando voy llegando escucho la guardia que me dice alto, estás detenido. Así apreté más fuerte la cincha del caballo, subí a un cerro más alto y ahí logro ver que había tres efectivos de Gendarmería que golpeaban un bulto negro, con una campera celeste, la misma que yo le había prestado esa mañana cuando decidimos cambiarnos la ropa. Ahí me lanzo cuesta abajo, cruzo el río y con unos binoculares pude observar que sale una unimog muy rápido hacia la ruta 40, estaciona frente a una camioneta blanca de Gendarmería, hacen una pantalla, descienden el mismo bulto que yo vi, que habían estado golpeando, lo introducen en la camioneta y se van rumbo a Esquel.

 

  • Después de juntarnos todos los que habíamos sufrido la represión nos damos cuenta que quien faltaba era él. No alcanzó a cruzar el río, se mete pero se vuelve porque era impresionante la balacera mientras los chicos cruzaban nadando con balas de escopeta y nueve milímetros mientras gritaban ‘agarren a uno, tirale, tirale’ o ‘maten a uno, indios de mierda, los vamos a cazar’, como ya pasó en todos los contextos de represión que hemos sufrido.

 

  • Gendarmería, y el poder político y judicial están ocultando muchas cosas, por eso tuvieron que levantar el secreto de sumario, por las irregularidades que hay. Es chocante que el mismo juez que manda a reprimirnos sea el que lleva adelante el hábeas corpus, nos da mucha impotencia que el Estado se presente como querellante defendiendo a esos uniformados que entraron ilegalmente al territorio para cazar a un mapuche.

 

  • No somos el enemigo interno, no somos terroristas ni delincuentes, acá hay una persecución política a nuestra propuesta de ser un pueblo autónomo a la cual el compañero Santiago respetaba y adhería. Pedimos que no digan más mentiras, sólo queremos reclamar nuestro derecho a la tierra.

 

  • Nosotros no obstaculizamos, tenemos nuestras pautas culturales. Apareció Prefectura y los gendarmes, dijeron “venimos a buscar al pibe éste”, pero no tenían ninguna orden por eso no pasaron. Cuando vino el juez quiso meter un dron, y eso era para hacer inteligencia no por Santiago. El rastrillaje se hizo ese día y el perro hizo el mismo camino que habíamos marcado nosotros, en tres ocasiones. Los prefectos hicieron su búsqueda en ambas márgenes del río, el territorio sagrado es todo. En ningún momento se les dijo que no fueran del otro lado, la fiscal diciendo eso nos está buscando culpabilizar.