Pese al esfuerzo de la defensa de un acusado por violencia machista para culpar a la víctima de haberse quemado sola, el juez Héctor Núñez Cartelle ordenó que el agresor siga preso en su casa hasta el juicio. "Por la entidad de las lesiones, resulta difícil creer que se las haya autoinfringido", dijo el magistrado, sobre lo que la defensa dio a conocer como una pericia de parte, realizada por un profesional de casi treinta años en la Brigada de Explosivos. La Fiscalía sostuvo que hay evidencia no solo de que Nicolás R. agredió a la joven, sino que cuando ella salió de su casa en Pérez hacia el Sanatorio Parque, la llamó para amenazarla con que no se le ocurra decir que había sido él, porque terminaría con la vida de su hijo pequeño.
De eso se tomó la defensa para decir que la víctima hizo varias declaraciones sobre el hecho. El fiscal Alvaro Campos aseguró que tuvo que ver con que su hijo estaba con el agresor, mientras ella recibía los primeros auxilios. Incluso, la defensora Sara Marcos llegó a decir que la víctima de violencia de género era su cliente.
El episodio de violencia ocurrió la noche del 26 de junio pasado, cuando M. salió de su casa con el 13 por ciento del cuerpo quemado. El relato de la víctima es que su pareja la roció con alcohol y cuando ella entró al baño le tiró un fósforo. En cambio, la defensa se basó en una pericia de parte en la que se concluye que la joven se roció sola y luego en el baño encendió un fósforo, todo con la intención de que él vaya preso.
Eso fue lo que contradijo la Fiscalía al decir que justamente, lo primero que hace la víctima al llegar al sanatorio rosarino fue hablar de un accidente. Es que el acusado estaba con su hijo y en el camino la había llamado para que se cuidara de lo que iba a decir ante los médicos. La pareja convivía desde 2014 y tiene un hijo de dos años.