Un proyecto presentado por los alumnos de quinto año de la Secundaria 1 con orientación en Ciencias Naturales de Salliqueló para modificar el nombre de la calle en la que está emplazada la institución movilizó a todo el distrito. La lucha de los chicos para llevar su idea al Concejo Deliberante terminó con la aprobación de la ordenanza 2010/22, reglamentada el 18 de noviembre de 2022. Desde entonces, la calle que se llamaba Inglaterra, se llama Héroes de Malvinas.
El proyecto “Malvinas, Soberanía y Memoria”, que los estudiantes presentaron para el programa Jóvenes y Memoria, producido con la Comisión Provincial por la Memoria cambió 360 grados cuando en una visita de ex combatientes a la escuela, uno de ellos dijo: “Nos invitan a hablar de Malvinas y el colegio queda en la calle Inglaterra”.
En ese momento , los chicos repensaron el objetivo. No era el primer ex combatiente que marcaba eso, pero no iba a ser uno más. Los estudiantes, hicieron propio el reclamo del veterano y el trabajo pedagógico de investigación y reconocimiento a 40 años del conflicto bélico; se repensó como una acción concreta para impactar en la realidad.
“Queríamos presentar en la banca pública del Concejo Deliberante un proyecto para que la calle de la escuela cambie su nombre de Inglaterra a Héroes de Malvinas, pero no sabíamos cómo hacerlo", recuerda Felicitas Rosero al reconstruir la historia en diálogo con Buenos Aires 12.
Su amiga y compañera Clara Martin desgrana esos primeros pasos: "Primero hubo un trabajo de investigación con los concejales para que nos explicaran cómo se presentaba un proyecto, y cómo funcionaba el Concejo. Nosotros nunca habíamos hablado de eso, entonces primero fue saber cuáles eran los pasos a seguir”.
La profesora de Historia e impulsora del trabajo, Jorgelina Gonzalez, los acompañó desde el principio, por eso hoy dice que escucha el relato con orgullo. "Ellos hicieron propia una demanda y trabajaron muy fuerte para eso”, asegura, al tiempo que marca la “contradicción”, que significaba “enseñar dentro del aula a defender a los héroes y por el otro lado, salir a la puerta y estar en la calle Inglaterra”.
La calle es nuestra
La calle tiene ocho cuadras y 40 casas habitadas por vecinos que, imaginaron, estarían de acuerdo con la iniciativa. Ese fue el primer trabajo de los estudiantes, conseguir las firmas. Pero para sorpresa de estudiantes y docentes no todos estaban de acuerdo. De 40 frentistas consiguieron el apoyo de 35.
Que "siempre se llamó Inglaterra", que "no tenemos que cambiar la historia" o que "Inglaterra nos dio los ferrocarriles y los Rolling Stones", fueron algunos argumentos que daban los que no acompañaban la idea.
Al respecto la directora de la escuela, Laura Martinegro, contextualiza: "Salliqueló es un pueblo de raíces muy conservadoras. Los cambios cuestan y mucho. A nosotros nos sorprendió que gente se oponga a un proyecto como este, pero los chicos no se rendían y siempre iban con respeto con sus argumentos". Así fueron casa por casa, una y otra vez.
Entonces, el cambio de nombre empezó a debatirse en todo Salliqueló. La noticia se expandió y comenzaron a llegar mensajes y vídeos de apoyó de ex combatientes de todo el país, y hasta de Cancillería. “Durante muchos meses fue el tema de discusión en el pueblo”, comenta la docente, y agrega: "A veces no entendíamos tanta oposición. Incluso hubo reuniones por este tema y no nos convocaban. Invitaron a otros frentistas y no a nosotros, pero nos presentamos igual. Y ahí escuchamos todos esos argumentos que nos dejaban sin palabras”,.
Aunque la parte de la ciudad que se oponía era minoritaria, se hacía sentir. “Decían muchas cosas de nosotros que no eran verdad, y a veces, te sacaban las fuerzas para seguir, pero ahí fue muy importante el apoyo de la escuela y los profes”, recuerda Clara.
A pesar de todos los obstáculos , al poco tiempo se consiguieron más de 20 mil firmas entre digitales y físicas. Desde todas partes de la Provincia y del país llegaban los apoyos. El trabajo de investigación de los estudiantes incluía no sólo todos los requerimientos sino los antecedentes de cambios de nombre , que sirvieron para argumentar.
El día de la votación
Después de un camino que de a ratos se hizo cuesta arriba, de conseguir los avales, de asesorarse con la Dirección Catastro, la Municipalidad, abogados, especialistas, y charlar con cada uno de los concejales, llegó la fecha de la votación. Iba a ser 27 de octubre pero terminó siendo casi un mes después en una jornada que para las cuatro entrevistadas iba a ser “histórica”.
Tampoco iba a ser fácil. Recordando aquella jornada, la directora cuenta que, entre todos, intentaban imaginarse cómo podría darse la votación. “Los concejales del Frente de Todos ya nos habían adelantado que nos iba a apoyar, habíamos trabajado mucho en convencer a la bancada de Juntos por el Cambio, que estaba dubitativa y sabíamos que el oficialismo del Vecinalismo no nos iba a acompañar, y de hecho fue el único que se abstuvo”.
La docente rememora esa jornada como “maratónica, pero tremendamente emotiva”. “El proyecto de la calle fue el último en tratarse, el lugar estaba lleno, no sólo por vecinos y la comunidad educativa sino por ex combatientes y familiares", recuerda. Algunos de los presentes, de hecho, vinieron de lugares como General Pico, La Pampa, de Bahía Blanca, de Punta Alta y de otras localidades cercanas. "Así que fue una experiencia inolvidable”, dice.
“Recuerdo ese día que presentamos en la escuela el producto final del proyecto de Jóvenes y Memoria, que era hacer una instalación artística en la puerta de la escuela, similar a las que están en la isla con postes en las que cada curso y cada nivel de la unidad académica a la que pertenecemos pintó una madera en homenaje a los caídos. Luego de ese acto fuimos todos juntos a la sesión del Concejo Deliberante”, cuenta la directora.
La ordenanza número 2010/22 salió con nueve votos a favor y una abstención. El 18 de noviembre, 375 estudiantes iban a empezar a ir a su escuela ubicada en la calle Héroes de Malvinas. “Eso se concretó porque este grupo de jóvenes se puso un sueño al hombro, porque sino hubiese fracasado como las veces anteriores, pero ellos estaban tan convencidos y tan preparados que fue inevitable”, subraya la docente.
Clara recuerda: “Ese 18 de noviembre, en el que teníamos nombre de calle, fue algo muy emocionante. Además estábamos rodeados de ex combatiente que nos brindan su experiencia y nos cuentan todas las cosas que tiene que pasar".
En esa línea, su amiga destaca también el apoyo de los veteranos: “Ellos sabían que habíamos hecho todo lo posible y eso nos daba tranquilidad. Antes de la votación no sabíamos que iba a pasar pero al estar rodeados de tanta gente que nos acompañaba nos llenaba de esperanza”, agregó.
Todas coinciden en que si bien el cambio de nombre ya es una realidad, todavía hay un trabajo grande en que todo Salliqueló se apropie del nombre. “Si en la tele alguien dice Inglaterra, yo me encargo de mandar un mensaje para que lo corrijan”, reconoce la directora, al tiempo que agrega: “De todos modos ya casi nadie le dice Inglaterra, y en los más jóvenes, el cambio se asimiló con mucha más fuerza”.
“Fue muy fuerte ver chicos tan comprometidos yendo al Concejo Deliberante, emblema de la democracia, a presentar un proyecto, y defenderlo de esa manera", asegura y dice sentirse "orgullosa" de ver a sus alumnos cumplir uno de los fines dela educación secundaria que, dice, "es ver transformarse en ciudadanos conscientes y responsables”.
Para la docente, el trabajo sirvió para que mucha gente entienda que “es mentira que la juventud está perdida o que a los jóvenes no les interesa nada". "El problema somos los adultos, que nos cuestan los cambios, que no sabemos guiarlos, no sabemos entusiasmarnos, porque cuando lo logramos ellos van solos”, reflexiona.
Clara y Felicitas están próximas a terminar sus estudios secundarios, para seguir las carreras de Nutrición, la primera, y Medicina, la segunda. Se sonrojan cuando alguien les marca que hicieron algo que quedará para siempre. Aunque se imaginan, algún día, volviendo a su barrio y cuando le pregunten donde estudiaron ellas digan: “En la Secundaria 1, la que queda en Héroes de Malvinas”.