Victoria Villarruel fue la anfitriona de un grupo de políticos ultraderechistas latinoamericanos y españoles que visitaron Buenos Aires para darle su apoyo a la fórmula que ella integra junto con Javier Milei. Para ellos, un triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en la Argentina funcionaría como una estocada fatal contra el progresismo. Así lo dejó en claro Eduardo Cader, un politólogo que dirige el Foro Madrid, una subsidiaria del partido ultraderechista Vox de España. “Una victoria de Javier Milei en la Argentina significaría la confirmación de un cambio de tendencia en la batalla por liberar a las naciones de la Iberosfera de la injerencia del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla”, afirmó después de visitar el país. Pese a que llegaron con la esperanza de una consagración en la primera vuelta y se regresaron sin haber asistido a la fiesta que les prometieron, su atención seguirá centrada en estas tierras. Ya avisaron que volverán para el balotaje del 19 de noviembre.
La Real Academia Española (RAE) aclaró en su cuenta de X (exTwitter) que iberosfera es un término acuñado por un político. El político en cuestión es Santiago Abascal, líder de Vox y quizá el principal contacto internacional de Villarruel. Cuando se refieren a la iberosfera, hablan de la zona de influencia de los países ibéricos, pero también de una comunidad de valores opuesta al globalismo y a todas aquellas variantes progresistas, de centro-izquierda o izquierda que ellos agrupan bajo la etiqueta de “comunismo”.
Villarruel tiene contacto directo con Vox desde hace largo tiempo. Ella preside la Fundación Oíd Mortales, que es firmante de la carta de Madrid, un documento al que adhieren los seguidores de los ultraderechistas españoles. Oíd Mortales, como reveló Página/12, es un sello nuevo de una asociación vieja: la Fundación tridentina por los valores clásicos, que fue conformada por el teólogo Gustavo Corbi, que estuvo a cargo de la sección Religión de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) durante los primeros meses de la última dictadura.
Además de Cader, fueron otros los políticos ligados a Vox que estuvieron reunidos con Villarruel la semana pasada. Entre ellos, el eurodiputado Hermann Terstch, que el mes pasado acaparó la atención después de justificar el golpe de Augusto Pinochet en Chile. “Nadie asesinó a (Salvador) Allende. Allende estaba preparando una dictadura como la cubana”, vociferó Terstch. El periodista mantiene un vínculo prolongado con Villarruel. El año pasado, ella le agradeció haberla invitado a la “Cumbre de la Iberosfera” en la que pudo hacer gala de su propio negacionismo.
Juan Martín Frías también participó de las reuniones con la candidata a vicepresidenta de Javier Milei. Frías es el director de la Fundación Disenso, el think tank de Vox que definió que la suerte del líder de LLA representa un “proceso determinante para la Argentina”.
El diputado uruguayo Pablo Viana (Avanza Uruguay del Partido Nacional) fue el encargado de organizar la agenda de los encuentros con Villarruel y Diana Mondino, la potencial canciller de Milei. Como tal, trató de mantener el ánimo en alto después de que LLA no consiguiera la hazaña que vaticinaba el economista de ganar en primera vuelta. “La esperanza intacta para construir una región y un hemisferio de valores liberales. Nos vemos en pocos días para apoyar a La Libertad Avanza”, tuiteó. Viana es parte de la Fundación Free, que tiene sedes en Uruguay, Argentina y Venezuela. Su capítulo local estuvo preocupado en las últimas semanas por denunciar el “Plan Platita”.
El abogado franco-argentino Santiago Muzio estuvo el domingo pasado en el Hotel Libertador, donde Milei montó su bunker. Muzio es parte del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP) de Madrid, que se presentó como una iniciativa conjunta con Marion Maréchal, nieta del ultraderechista francés Jean-Marie Le Pen, y como un espacio apadrinado por Vox. “Se viene el estallido en noviembre”, posteó en X Muzio. Siete años atrás, un texto de Muzio había despertado gran interés entre los sectores ultraconservadores argentinos cuando escribió: “No todos los musulmanes son terroristas, pero todos los terroristas son musulmanes”.
La de Eduardo Bolsonaro, diputado federal de Brasil e hijo del expresidente Jair Bolsonaro, fue una de las presencias más publicitadas. Bolsonaro Jr. –que vistió una ametralladora como traba corbata– se fue con un poco menos de euforia después de enterarse que Milei había diluido su propuesta de desregular el mercado de armas. El excanciller Ernesto Araújo también fue parte de la delegación brasileña. Araújo debió abandonar el gobierno de Jair Bolsonaro envuelto en el escándalo de la falta de vacunas contra el Covid-19 y después de haber hablado de una “conspiración comunista” detrás de las medidas de cuidado impulsadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La senadora colombiana María Fernanda Cabal también fue de la partida. Años atrás, Cabal protagonizó una fuerte polémica después de la muerte de Gabriel García Márquez. Cabal publicó una foto de “Gabo” junto con Fidel Castro. “Pronto estarán juntos en el infierno”, escribió.
En Buenos Aires, además, estuvo la congresista peruana Patricia Chirinos, que suele llamar terroristas a sus detractores, como Villarruel. El año pasado, Chirinos arremetió contra un colega suyo en el Congreso que osó criticar al dictador Alberto Fujimori. “Cállate, terrorista boca sucia”, le espetó. Chirinos es parte de una delegación que se encuentra en Colombia por las elecciones regionales de Colombia y que estuvo reunida con el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Dentro de ese grupo se cuenta la legisladora de LLA Lucía Montenegro, que fue la co-organizadora del acto de Villarruel en la Legislatura porteña del mes pasado.
Los que sí festejaron
Si bien los visitantes internacionales se quedaron sin la fiesta prometida, hubo celebraciones locales. Uno de los primeros en entusiasmarse tras la inclusión de LLA en el balotaje fue el represor Jorge Eduardo Acosta, el exjefe de inteligencia del grupo de tareas que operaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
La activista pro-impunidad Cecilia Pando también expresó su beneplácito al apoyo que le ofreció Patricia Bullrich a Milei después de quedar fuera de la segunda ronda. “Un buen ejemplo para todos los argentinos que queremos un futuro mejor”, posteó Pando sin mencionar a Villarruel. Entre las dos activistas de la “memoria completa”, hay un viejo encono. Pando la acusa de haber licuado la causa e incluso denuncia que los libros que publicó no son obra suya sino de Alberto González, otro represor de la ESMA condenado a prisión perpetua.
Justicia y Concordia –la organización que agrupa a abogados de condenados o procesados por crímenes de lesa humanidad– usó sus redes sociales para atacar a la Unión Cívica Radical (UCR) o a Elisa Carrió después de que marcaran sus discrepancias con Milei –a diferencia de Bullrich y Macri.
Al Senado llegará en diciembre un abogado que ofició como defensor de genocidas. Se trata de Juan Carlos Pagotto. Fue el abogado defensor de Roberto Catalán, juez de la dictadura condenado por crímenes de lesa humanidad, y del comisario Domingo Vera, condenado a prisión perpetua por los asesinatos de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville. Como Milei, Pagotto había llamado “montonera buena” a Bullrich. Tendrá que dar vuelta la página después del abrazo del libertario y de la exministra de Macri.