La nueva novela de Arturo Pérez-Reverte se presenta como un "duelo de inteligencia entre autor y lector" antes que como un desafío entre asesino y detective. El problema final (publicado por el sello Alfaguara) plantea el clásico enigma de la habitación cerrada con un crimen imposible y un detective insospechado.

Nacido en Cartagena (España) en 1951, el autor que fue reportero de guerra durante 21 años lanza ahora esta novela policial que transcurre en los años '60. Un fuerte temporal mantiene completamente aisladas a nueve personas alojadas en un hotel de la isla de Utakos. Todo se complica cuando una turista inglesa aparece muerta en el pabellón de la playa. En un principio se habla de suicidio, pero uno de los presentes se atreve a poner en duda esa teoría. 

No es el típico personaje que el habitué de policiales esperaría: se trata de Hopalong Basil, un actor venido a menos que en su época dorada supo encarnar en la gran pantalla al mismísimo Sherlock Holmes y se fue mimetizando con sus destrezas deductivas.