El Tribunal Oral Federal número 5 de la Ciudad de Buenos Aires quitó al medio comunitario La Retaguardia el permiso para retransmitir el juicio de lesa humanidad que se le sigue Horacio Ferrari, "Pantera" como se hacía llamar en los tiempos en los que integraba la patota que salía a cazar militantes por las calles y luego los torturaba en el sótano del Casino de Oficiales de la ESMA. La jueza Sabrina Namer y los jueces Fernando Machado Pelloni y Enrique Méndez Signori dieron la espalda a los argumentos con los que la Fiscalía y las querellas respaldaron la importancia de la retransmisión del debate como multiplicador de la información hacia la sociedad. Por el contrario, avalaron la queja del defensor de Ferrari, Guillermo Fanego, quien se queja, cada vez que puede, de la presencia de les periodistas de La Retaguardia en las salas de audiencias, presenciales y virtuales. 

Les jueces le retiraron en pleno el permiso que habían concedido semanas atrás a La Retaguardia para retransmitir el debate contra Ferrari, el octavo que se realiza en relación a la causa ESMA. Consideraron que la transmisión a través del canal de la Corte Suprema de Justicia y la posibilidad de la plena presencialidad en la que sucede el juicio "garantiza suficientemente la publicidad" a la que están obligados actos como éste, debates orales y públicos.  

Le dieron, así, razón plena a Fanego, un fervoroso defensor de genocidas --participó de aquel acto negacionista del genocidio que la candidata a vicepresidenta de Javier Milei, Victoria Villarruel, ofreció en la Legislatura porteña en agosto pasado--, que alzó la voz en representación de su defendido en esta ocasión, Ferrari, para oponerse a que el medio comunitario tenga acceso a la sala Zoom donde se transmiten los debates.

El problema de Fanego y el represor al que defiende es el medio y su postura frente a los hechos en juicio, no la transmisión en sí. Acusó al medio de "una presunta asociación civil que es ajena a los operadores de Justicia", según la resolución que emitió el viernes pasado el TOF, aunque nada dice de la transmisión que realiza el Poder Judicial. Cabe destacar que esa transmisión no sucede en todos los casos. Hay debates de lesa humanidad que no son transmitidos, por ejemplo el que está culminando en Corrientes o el que terminó el viernes pasado en Rawson, Chubut.

Lo que no quiere esa defensa y su defendido es que La Retaguardia genere imágenes propias. "Lo que está en juego es que los veamos. Que sobrevivientes puedan identificarlos como ya pasó al menos dos veces desde que La Retaguardia transmite los juicios", insistieron quienes trabajan en el medio censurado. Reforzaron su reflexión con un ejemplo: cuando comenzó su indagatoria, Ferrari se presentó ante el tribunal con un barbijo. "Le preguntó a su abogado: '¿Están transmitiendo?' Le respondieron que sí. 'Entonces me dejo el barbijo, dijo´", contaron desde La Retaguardia en un hilo de X para denunciar el episodio. Ferrari quería taparse la cara, como lo hizo Mario Sandoval en el juicio en el que finalmente fue condenado.

Tal como lo plantearon la Fiscalía y las querellas en este debate, quienes reforzaron que "la máxima publicidad posible de los juicios también hace al debido proceso" y que "la negativa a la transmisión constituiría una afectación al derecho a la libertad de expresión y del derecho al acceso a la información de interés público por parte de sus audiencias", desde La Retaguardia recordaron el artículo 287 del Código Procesal Penal. "Si hay algún medio interesado en transmitir, el tribunal debe facilitar la tarea. Es más, asevera que eso elevará los estándares de Justicia", plantearon. 

Desde que la pandemia de coronavirus y la cuarentena obligatoria obligaron a repensar el carácter oral y público de los juicios de lesa humanidad, La Retaguardia obtuvo habilitación para retransmitir unos 12 juicios en todo el país y lo está haciendo por estos días con otros 10. De aquellos, en todos los que participó o participa Fanego, en este caso defensor de "Pantera" Ferrari, le dedica una crítica o descalificación a les trabajadores de prensa que sostienen el medio.