El 27 de junio, pocos días antes de que comenzara el receso escolar de invierno, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) sacó una resolución (la 2307/17) por la cual se fractura la Dirección de Educación Primaria. Los idiomas extranjeros, que hasta entonces formaban parte de esa dirección junto a todas las otras materias curriculares (por ejemplo música, educación física, artística) y las de grado (historia, geografía, matemáticas, castellano, etcétera), quedarían bajo la órbita de la Gerencia Operativa de Lenguas Extranjeras (GOLE) so pretexto de darle “mayor especificidad” a la enseñanza de idiomas.

Con la paritaria aún abierta, el gobierno porteño creó una gerencia que se hará cargo de un área educativa. Ahora un funcionario designado, en lugar de un docente de carrera, será quien decida los contenidos, las designaciones y los ascensos.

Graciela Soiza, secretaria de Educación Curricular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE, el gremio docente mayoritario en la Ciudad), explicó que no habían sido notificados de esta decisión hasta que ya estuvo publicada en el Boletín Oficial de la Ciudad. “La docencia tiene escalafones: un maestro puede llegar a supervisor y supervisor adjunto. La desprofesionalización de la carrera puede tener consecuencias directas en la educación”, alertó. 

La reacción de los docentes fue inmediata y sostenida, al punto de que ya salió una resolución (la 3324/17) modificatoria de la anterior. Pero los problemas continúan. 

En diálogo con este diario, Soiza explicó: “La 2307 saca a Idiomas de la carrera docente. Entonces, todos los profesores de esas materias quedamos fuera del escalafón docente. Eso implica, entre otras cosas, que nuestros cargos no se cubrirán por concurso, que nosotros no podemos subir nuestro puntaje con el mismo sistema que los maestros de grado, por ejemplo, que no podemos concursar para los cargos superiores. Por eso inmediatamente reaccionamos. Hicimos dos marchas en las que incluimos los reclamos contra la resolución junto con la cuestión salarial. Y el 17 de agosto sacaron otra resolución, la 3324, que modifica el artículo Primero de la otra. En ésta reconocen por escrito que seguimos dentro del estatuto docente (lo cual incluye, entonces, no modificar las designaciones, los concursos, los listados). De todas maneras, nosotros seguimos peleando para conseguir la derogación de la 2307”.

Los docentes insisten en que estas modificaciones no solucionaron el fondo del problema, sólo corrigieron las desprolijidades más gruesas. La GOLE, según la 2307, tiene a su cargo la “gestión administrativa” del área de Idiomas y el cargo de Supervisor Coordinador, el más alto en esa rama docente. Soiza contó: “Todo esto surge a partir de la Ley de Ministerios del GCBA, por la cual aparece la GOLE, que tiene a su cargo los CLE (Certificados de Lenguas Extranjeras) y el programa de idiomas en los barrios y las escuelas plurilingües. Ahí también tuvimos que dar una fuerte pelea, porque esas escuelas estaban fuera del estatuto, había que hacer un curso especial para dar clases en ellas (no alcanzaba el título docente) y cuando se terminaban los docentes anotados, los cargos se cubrían ‘a piacere’. Finalmente pudimos sacarlas de la GOLE”.

–¿Por qué es imprescindible la derogación de la 2307 y no alcanza con la modificación?

–Porque esa resolución apunta a la desprofesionalización de la docencia y fractura la Dirección de Educación Primaria, nos saca a los docentes de idiomas de ahí. Es como si por una resolución del Ministerio de Salud, los traumatólogos dejaran de pertenecer al escalafón de los médicos, en lugar de estar dentro de la estructura hospitalaria pasaran a integrar una Gerencia Operativa. Es un primer paso, peligroso, hacia la aplicación de un plan como el Ceibal, que está vigente en Uruguay, que prescinde de docentes de idiomas. Las clases se imparten on line, por alguien que no es obligatorio que sea docente, y el maestro de grado participa junto con los chicos de la clase y la supervisa. 

A esto se suma el hecho, nada menor, de que el área de enseñanza de idiomas extranjeros queda manejada por una persona, la supervisora coordinadora, que no es docente. A partir de ahora, con este decreto ministerial, un gerente designado decidirá currículum, plantas, designaciones y ascensos. La convocatoria para cubrir el cargo permanece abierta. Pero el concurso no se rige por los lineamientos de los concursos docentes sino por los que cubren cargos de empleados públicos. Un paso más hacia el desmantelamiento de la educación pública, ahora a partir de la desprofesionalización de los docentes.