La producción automotriz registró en agosto un avance del 3,9 por ciento en relación al mismo mes del año pasado, aunque en el acumulado de ocho meses persiste una merma del 0,8 en la comparación interanual, informó Adefa. La producción también está por debajo de 2015. Las exportaciones presentan un mejor panorama que el año pasado y también las ventas a los concesionarios, aunque en este punto el incremento de los autos importados redujo el mercado para los nacionales. El aluvión de autos importados produjo un fuerte deterioro de la balanza comercial sectorial bilateral con Brasil. El rojo comercial excedió al desbalance máximo permitido por el acuerdo automotor bilateral, aunque no hubo sanciones a las terminales.

 La producción nacional de vehículos se ubicó en agosto en 45.262 unidades, lo que representa un avance interanual del 3,9 por ciento. Acumula en los ocho primeros meses un total de 302.835 unidades, que implica una baja del 0,8 por ciento frente al año pasado. También está un 13,8 por ciento por debajo de los primeros siete meses de 2015, cuando la producción automotriz ascendió a 351.477 unidades. En el mismo período de 2014, la producción fue de 403.534 unidades (casi 100 mil autos más que este año) y en 2013, de 536.367 unidades (234 mil unidades más).

 En el sector automotor existe una dinámica despareja entre los autos y los utilitarios. En agosto, la producción de autos cayó un 4,5 por ciento frente al mismo mes del año pasado, mientras que los utilitarios avanzaron un 12,1 por ciento. En ocho meses, los autos acumulan una merma del 17,4 por ciento, mientras que los utilitarios muestran un avance del 17,9 por ciento. Mientras la producción total de vehículos está más de 230 mil unidades debajo de la marca de 2013, los utilitarios fabricados este año igualan a los de aquel período. El buen desempeño de los utilitarios no sólo responde a las mayores ganancias en el sector agropecuario a partir de la devaluación y la quita de retenciones. El incremento de la producción de picks-up se explica con la mayor diversificación de las exportaciones, fundamentalmente hacia otros mercados latinoamericanos además de Brasil.

 Gracias en buena medida a los utilitarios, las exportaciones ganaron dinamismo frente al año pasado, con un avance del 6,7 por ciento en agosto y del 10,6 por ciento en ocho meses. En el desagregado, las ventas al exterior de autos acumulan en ocho meses una caída del 32,2 por ciento mientras que las exportaciones de utilitarios registran un alza del 41,5. La mejora de las ventas al exterior provino por el lado de los países de Centro América, Chile, Perú, Australia, Nueva Zelanda, Colombia y Ecuador. En total, esos destinos incrementaron sus compras de vehículos argentinos en 23.653 unidades. En cambio, hubo bajas de 8780 unidades de las compras de Brasil, Europa (-2012) y de Asia (-1744).

 Otro factor que explica el flojo desempeño de la producción de autos en relación a las picks-up es el mayor ingreso de autos importados. Según los datos de Adefa, las ventas a los concesionarios de parte de las terminales avanzaron en agosto un 19,9 por ciento hasta las 76.700 unidades. En el acumulado del año, el crecimiento de los despachos al mercado interno es del 21,9 por ciento hasta un total de 564.256 unidades, también por encima de las ventas internas en el mismo período de 2014 (411.727 unidades) aunque por debajo de la marca en ocho meses de 2013 (633.018).

 Sin embargo, el dinamismo de las ventas internas se concentra en el segmento de importados y excluye a la producción nacional. Mientras en agosto las ventas totales mostraron la mencionada suba del 19,9 por ciento interanual, la venta de vehículos nacionales bajó un 8,9 por ciento. En ocho meses, la suba general del 21,9 por ciento se transforma en una caída del 10,3 por ciento si se toman en cuenta sólo los autos nacionales.

 La contracara de ese proceso es el fuerte deterioro de la balanza comercial bilateral con Brasil. De hecho, el déficit bilateral para la Argentina está en niveles récord, y en buena medida se explica por el sector automotor. El rojo de los autos con Brasil excede el desbalance máximo que permite el coeficiente “flex”, que regula el comercio bilateral. Ante esta situación, el Gobierno apenas estableció que las terminales constituyan una “garantía”.