Este lunes 30 de octubre se cumple un año del triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil tras derrotar a Jair Bolsonaro en segunda vuelta con casi el 51% de los votos contra el 49% que obtuvo el exmandatario. Desde su asunción, el 1° de enero de este año, su gestión se vio marcada por distintos hechos relevantes a nivel nacional e internacional.
En su tercer mandato no consecutivo, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) debió afrontar obstáculos desde la primera semana de su gestión, cuando tuvo que neutralizar un intento de golpe de Estado de la ultraderecha brasileña; pero también cosechó importantes logros, como el relanzamiento de políticas públicas emblemáticas de sus primeros gobiernos o el reconocimiento de la Corte Suprema de que su encarcelamiento fue un "error histórico".
El intento de golpe a una semana de asumir
El regreso de Lula a la Presidencia tuvo un comienzo tumultoso. Apenas una semana después de asumir, se vio sorprendido el domingo 8 de enero por un intento de golpe de Estado encabezado por miles de seguidores extremistas del expresidente y líder ultraderechista Jair Bolsonaro.
Los golpistas atacaron e ingresaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, en una acción similar a la toma del Capitolio de Estados Unidos por parte de los seguidores de Donald Trump. La invasión fue rápidamente neutralizada y cientos de atacantes terminaron en la cárcel.
A fines de mayo, el Congreso de Brasil estableció una comisión para investigar los ataques. El informe final, presentado hace dos semanas, señaló a Bolsonaro como el “mentor intelectual” del intento de derrocamiento y pidió su procesamiento en la justicia.
La visita al Papa Francisco
En el marco de su agenda de política exterior, Lula visitó al Papa Francisco en el Vaticano el 21 de junio en busca de posicionarse como mediador de un posible acuerdo de paz por la guerra entre Rusia y Ucrania. De hecho, después de la escala en Italia el mandatario viajó a Francia para conversar sobre este mismo tema con el presidente Emmanuel Macron.
La guerra en Ucrania fue un abordaje central en la diplomacia de Lula durante 2023, en donde, además de la visita al Máximo Pontífice, hubo distintos pronunciamientos del mandatario brasileño en favor de la paz entre ambos países.
El relanzamiento de Unasur
A principios de abril, Lula anunció el regreso de Brasil a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tras cuatro años fuera del organismo de integración económica regional. La determinación se tomó un día después de que Argentina también decidiera reincorporarse al bloque que nació en 2008 al calor de múltiples gobiernos de orientación popular en Sudamérica.
A fines de mayo, Lula fue protagonista de una cumbre histórica de Unasur, en donde también participaron Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador) y Mario Abdo Benítez (Paraguay), entre otros mandatarios. El presidente brasileño propuso "relanzar acciones concretas para el desarrollo sostenible, la paz y el bienestar de nuestras poblaciones”.
El regreso del PAC, hito de gestiones previas
Uno de los logros más destacados se produjo en julio, cuando el líder del PT reflotó un hito de sus primeros gobiernos: el “programa de aceleración del crecimiento”. También conocido por sus siglas, PAC, el plan de reindustrialización basado en la promoción de la obra pública y, en esta nueva edición, también en la transición ecológica energética.
El programa, lanzado por primera vez en 2007, fue un eje clave del crecimiento económico del país vecino. En esta nuevo relanzamiento, incluye una inversión de 1,7 billones de reales (u$s 347.470 millones) en todos los estados.
La Cumbre del Amazonas y el "anillo de Internet" amazónico
En clave internacional, y en un gesto hacia Estados Unidos y Europa de liderazgo regional y autonomía respecto al presente y futuro del Amazonas, el presidente brasileño encabezó a principios de agosto una cumbre de los 8 países sudamericanos que tienen alguna porción de esa cuenca dentro de sus territorios (Brasil, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Venezuela, Surinam y Guyana).
Lula anunció allí la creación de un “anillo de Internet” que conectará a las ocho naciones, bautizado “Norte Conectado", que implicará el tendido de 12 mil kilómetros de cables de fibra óptica en ríos amazónicos, que alcanzará a unas 10 millones de personas.
Lava Jato: la Justicia reconoció que la condena a Lula fue un "error histórico"
Tras más de un año y medio preso, producto de la persecución judicial y lawfare en su contra, Lula fue liberado en noviembre de 2019. Casi cuatro años después, en septiembre de este año, el Supremo Tribunal de Brasil reconoció que las pruebas de la causa Lava Jato, a cargo del entonces juez Sergio Moro –luego ministro de Justicia de Bolsonaro– fueron obtenidas de forma ilegal, "bajo presión y bajo tortura psicológica".
Así, el máximo tribunal del país vecino anuló todas las pruebas obtenidas a partir del acuerdo de colaboración con la empresa Odebrecht. Y admitió que la condena a prisión de Lula, por el que pasó 19 meses encarcelado, fue un "error histórico".
Lula asumió la presidencia del G20
El perfilamiento internacional de Lula tuvo otro hito en septiembre, cuando asumió como presidente pro-tempore del G20, el foro internacional que reúne a 20 países que reúnen el 66% de la población mundial y el 85% del producto bruto global.
"No podemos dejar que cuestiones geopolíticas secuestren la agenda de discusiones del G20. No nos interesa un G20 dividido. Necesitamos paz y cooperación en vez de conflicto", dijo el brasileño al asumir, donde además definió las tres prioridades de mandato al frente del G20: la lucha contra la desigualdad y el hambre, el combate al cambio climático y la reforma de las instituciones de gobernanza internacional.
Además, anunció que la próxima cumbre de la organización internacional será en noviembre de 2024, en Río de Janeiro, donde además oficiará de anfitrión.