El próximo jueves 2 de noviembre comenzará una nueva edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, una institución bonaerense nacida durante la presidencia de Juan Domingo Perón que desde 1954 reúne al mejor cine del mundo en la ciudad costera. La historia de este festival nacional, sin embargo, tiene un antecedente provincial menos conocido que se remonta a 1948 y sirvió como impulso y modelo para sus ediciones posteriores.

El cine junto al Estado

Ese año fue de mucha actividad en el cine argentino. A quince años del estreno de su primera película sonora, la industria lo festejaba con el mayor alineamiento al Estado de su historia. La confirmación del acercamiento tuvo lugar en febrero, cuando Juan Domingo Perón recibió a los referentes de las productoras EMELCO, Lumiton, Argentina Sono Film y San Miguel, que se acercaron al presidente para agradecerle la promulgación de la ley 12.999. Esta normativa, que establecía una ventana de exhibición obligatoria para el cine nacional en las salas del país, daría pie a toda una serie de políticas públicas tendientes a la protección de la industria.

En la provincia de Buenos Aires, el gobernador Domingo Mercante comenzaba a tomar vuelo propio con un horizonte claro en las elecciones convencionales constituyentes de 1948. En este contexto, el cine nacional no podía quedar exento de sus políticas provinciales. La ubicación de las cuatro productoras que visitaron a Perón (San Isidro, Vicente Lopez y San Miguel) es solo un ejemplo de una industria que funcionaba casi en su totalidad en el territorio bonaerense. Así, Mercante anunció en 1948 dos políticas sin antecedentes en el país. Por un lado, la creación del “Noticiario Bonaerense”, la primera experiencia exitosa de un noticiario cinematográfico estatal dedicado a divulgar las políticas del gobernador. Por otro lado, la programación del “Primer Festival de Cine Argentino” en Mar del Plata.

La industria abierta al pueblo

La idea del Festival de Cine Argentino fue acercada a Mercante por el director platense Arturo S. Mom, quien tenía a su cargo la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina. Frente a la obligatoriedad de la exhibición del cine nacional, el festival se planteó como una oportunidad de abrir la industria al pueblo, mostrar su esplendor y generar un sentido de pertenencia que acompañará las medidas proteccionistas del Estado.

Entre las novedades del festival se encontraron la “Exposición del Cine Argentino”, en el hall del Hotel Provincial con stands de distintos estudios del cine nacional, y el estreno del cortometraje documental “Cómo se hace una película argentina” dirigido por Mom. Ambas propuestas estuvieron dedicadas a mostrar los pormenores de la producción, develar los artificios que posibilitaron cada éxito y acercar las estrellas a los espectadores.

El cortometraje de Mom es, al día de hoy, un documento invaluable sobre este aspecto. La película, que fue recibida con entusiasmo por el público bonaerense, recorre los estudios San Miguel, Lumiton, Argentina Sono Film, EMELCO y Artistas Argentinos Asociados. Así, se puede ver a Lucas Demare y Enrique Muiño repitiendo tomas con profesionalismo, a Zully Moreno maquillándose ella misma para un rodaje, a Hugo del Carril grabando sus clásicos musicales o a Luis Sandrini bromeando entre toma y toma. A fin de cuentas, a las grandes estrellas del cine nacional develadas como trabajadores al servicio de los sueños argentinos.

El Primer Festival de Cine Argentino fue un éxito. Desde su apertura el 16 de marzo, con el estreno de “Dios se lo pague” de Luis César Amadori, el evento recibió a turistas de todo el país en cada una de sus jornadas. En los diarios locales y nacionales pudieron leerse reseñas exultantes como la siguiente publicada en El Laboralista: “En estas rumorosas playas marplatenses, el cine está como en su salsa. Tanto, que ya se susurra acerca de la posibilidad de instalar estudios por aquí. No sería ajeno al proyecto el gobierno de la Provincia que con buen olfato, oído atento y ojo avizor, le daría su empujoncito propicio a la idea de convertirlo en realidad”.

El Gobierno de la Provincia ya planificaba nuevas ediciones, el salto internacional del evento y su apertura competitiva. Un paso importante para un festival que, si bien poseía los premios que repartía la Academía a las mejores producciones de 1947, no tenía un certamen propio. Sin embargo, esta planificación se vio frustrada y la inauguración con el estreno de “Dios se lo pague” sirvió como augurio simbólico del destino de esta edición.

Un paso al costado

Desde la apertura del festival, con un discurso de Mercante, el evento esperaba la presencia de Perón y Evita. Los días pasaron y la ausencia se hizo notar. Recién en la última jornada, y con motivo de la premiación de la academia, se hizo presente en Mar del Plata el secretario privado del presidente, Juan Duarte. Al año siguiente, el festival no tuvo una segunda edición y los vecinos marplatenses tuvieron que esperar hasta 1954 para volver a recibir el evento en su ciudad. Su regreso no fue provincial sino nacional y la gestión estuvo a cargo del Subsecretario de Informaciones y Prensa, Raúl Apold.

Sobre los motivos de la suspensión del Festival de Cine Argentino de 1948, estos son poco claros. A Apold se lo ha señalado reiteradas ocasiones como gestor de una serie de tensiones políticas que excedían a la industria cinematográfica. En él también se identificó a un responsable del desplazamiento de Mom del lugar protagónico que tenía en la escena cinematográfica nacional, convirtiendo a “Cómo se hace una película argentina” en su último estreno hasta bien entrados los años cincuenta. La realidad es que esto no son más que especulaciones sobre un hecho que forma parte de los pliegues de la historia.

El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, denominado en su primera edición simplemente como “Festival Cinematográfico Internacional", se convirtió rápidamente en una insignia nacional y en un orgullo bonaerense. Este jueves cumple 38 ediciones reuniendo al mejor cine argentino e internacional en las salas de Mar del Plata. Su programación, que se extenderá hasta el 12 de noviembre, puede consultarse en su página web