"¿Usted se dio cuenta de que por delitos a la ley penal cambiaria y por delitos tributarios no hay presos en Argentina? Vamos a reformar la ley penal cambiaria para corregir esa cuestión", le lanzó el ministro de Economía, Sergio Massa, a la entrevistadora, proyectándose hacia los objetivos que se plantea si es elegido para presidir la Nación a partir del 10 de diciembre.
El planteo de Massa de reformular las penas y responsabilidades de quienes resultan denunciados y encontrados culpables de delitos cambiarios vino después de una consideración sobre el funcionamiento de un mercado ilegal de divisas (el denominado blue) y las operaciones conexas que van quedando a la vista tras las recientes investigaciones.
Principalmente, luego de los allanamientos que determinaron la existencia de una mega organización del delito, que interconectaba operaciones de subfacturación de exportaciones, sobrefacturación de importaciones y pagos fraguados de compras y viajes al exterior, con un circuito del dinero que volviá a traer al país los dólares fugados mediante los mecanismos mencionados, para venderlos en el mercado blue al doble o al triple del valor por el que se los había obtenido, mediante una estafa al Banco Central.
Al frente de esta organización aparece Ivo Esteban Rojnica, apodado "el croata", actualmente preso pero en el marco de otra causa, por lavado de dinero y financiamiento del tráfico de drogas, donde se lo vincula en operaciones financieras con el cartel de Sinaloa, de México. Pero en la causa penal cambiaria, pese a las múltiples pruebas en su contra, no le pesa orden de detención todavía.
Massa se refirió, en la entrevista que dio a un canal de noticias este lunes al mediodía, a las operaciones cambiarias y al salto del valor en las últimas semanas. "¿No le preocupa lo que subió el dólar blue?", lo interrogó la entrevistadora. "Sí, pero más me preocupa lo que pasa con el dólar MEP y el contado con liqui (la compra de dólares que se realiza a través de mercados bursátiles), porque son operaciones declaradas, registradas, que pagan impuesto y también han subido mucho", apuntó. Ayer, estos dos últimos valores estuvieron por debajo de los 860 pesos.
"¿Y no le parece raro que el dólar blue esté tan arriba de los dólares financieros? Porque el MEP y el CCL pagan impuestos, entonces el blue debería estar, en todo caso, un poco debajo. Tradicionalmente, se espera que esté alrededor de un 15 por ciento por debajo de los dólares bursátiles", describió el ministro.
Sin embargo, el blue, aunque bajó de los máximos que alcanzó diez días antes de las elecciones presidenciales, cuando llegó a cotizar arriba de 1100 pesos, al igual que el CCL, se mantiene en torno de los 980 pesos, cuando el "contado con liqui" bajó a menos de 860.
La entrevistadora lo consultó acerca de si ese valor tan elevado tenía alguna relación con "el croata" y su organización. "No sólo el croata, hay más operando para beneficiarse a costa del sacrificio y malestar de muchos", señaló el candidato a presidente de UxP.
Las anotaciones y documentación hallada en las oficinas de San Martín 140, del microcentro porteño, pertenciente a Rojnica, permitieron detectar que desde ese centro de operaciones, en combinación con otros, se hacía un seguimiento del precio del dólar blue, incluso definiendo con anticipación qué días debía "pegar un salto".
Se sospecha que Rojnica, no sólo articulaba la salida de de divisas fugadas por empresas que operan en el comercio exterior, sino que además coordinaba su reingreso al país "en negro", sin declarar, para introducirlas ya como dólar billete, en el mercado blue. De esa forma, operaba en la práctica como abastecedor de las cuevas de la city porteña y tal vez de otros puntos del país. Y no sería el único.
La ley penal cambiaria sanciona "toda negociación de cambio que se realice sin intervención de institución autorizada para efectuar dichas operaciones; operar en cambios sin estar autorizado al efecto; y toda falsa declaración relacionada con las operaciones de cambio", entre otros delitos mencionados.
Las sanciones previstas son multas progresivas según el monto del delito y, en el caso de reincidencias, adicionales de prisión de hasta 4 y 8 años. Penas de prisión que nunca se cumplen, ya que siempre las penas se limitan a las multas. La intención manifestada por Sergio Massa es endurecer estas penas tipificando, de modo más directo, los delitos y circunstancias en los que el acusado encontrado culpable no podría eludir la condena a prisión.