Con los resultados del escrutinio definitivo, Julio Alak reafirmó su victoria y conducirá los destinos de la capital bonaerense de La Plata durante los próximos cuatro años. En la Fundación del Plata, el actual ministro de Justicia y Derechos humanos bonaerense dialoga con BuenosAires/12.
--¿Por qué Garro no acepta la derrota?
--Garro llevó adelante una campaña que estuvo signada por la violencia política, desde la destrucción de la cartelería pública hasta la difamación. No sorprende que no respete el resultado electoral. Es una falencia democrática de un espacio que le ha hecho daño a la democracia, como lo es el PRO, que ha recurrido hasta a los servicios de inteligencia para perseguir a los argentinos. Es una decisión que ellos han tomado, pero a mí me preocupa el estado en que van a dejar el municipio.
--¿Qué sensaciones lo invaden luego de obtener el triunfo?
--Tengo una inmensa felicidad y alegría, porque conseguí un objetivo que nos fijamos con Axel Kicillof desde hace un tiempo, que es que haya un gobierno municipal en La Plata que tenga la capacidad de gestionar en la ciudad la enorme transformación que el gobernador bonaerense ha hecho en la Provincia. Tal como esperábamos, el escrutinio definitivo no arrojó modificaciones a los números que teníamos nosotros, por lo tanto hemos ganado la elección y estoy muy contento.
--¿Cuál es su objetivo?
--El objetivo es replicar la inmensa gestión de gobierno que hizo Kicillof. La ciudad de La Plata está en un proceso de decadencia, ha disminuido su jerarquía como capital de la provincia de Buenos Aires. La Plata siempre fue una ciudad líder en desarrollo económico, urbano, y se destacó por ser una capital de producción, trabajo, cultura, y conocimiento, pero en los últimos ocho años ha declinado profundamente. Queremos modificar esta tendencia que tiene hacia la decadencia, que por suerte no es una tendencia definitiva. Se puede modificar y lo vamos a hacer. No se trata solo del desafío de jerarquizar la capital de los bonaerenses, tenemos el inmenso desafío de que la gente viva mejor.
--¿Cómo espera encontrar la ciudad?
--La ciudad está abandonada en la periferia. Hay 200 mil platenses sin pavimento, iluminación, ni servicios básicos esenciales. Somos la ciudad que más villas de emergencia tiene en la provincia. Es algo inédito. Cuando yo era intendente quedaban 10 villas. Hoy hay 175, porque el municipio no planifica, no urbaniza, ni genera espacios de tierra disponible para evitarlo. Tenemos la obligación de mejorar la calidad de vida de los vecinos, porque la gente está viviendo muy mal. El casco urbano está en un proceso de deterioro enorme. Existe deterioro en el patrimonio cultural y forestal, ya que en la gestión de Garro se perdió un 20 por ciento, por no hacer un inventario de las especies forestales y podar de manera indiscriminada. Se han perdido patrimonios culturales, hay esculturas destruidas, y falta iluminación. Debemos reconstruir el casco urbano heredado y el patrimonio arquitectónico. La ciudad tiene una estructura del gasto público absolutamente distorsionada, estoy dudando de la solidez financiera de La Plata. Estamos en vísperas de recibir un municipio con grandes dificultades financieras y con un alto nivel de endeudamiento. Esta ciudad requiere un altísima inversión en obras estructurales.
--Usted dijo que con Garro La Plata era una "gran inmobiliaria" ¿Cómo se arregla?
--Eso se arregla convocando a los organismos que saben de planeamiento urbano en la ciudad, que están movilizados por la idea de una ciudad planificada, basada en la ética de la gestión y el interés público. El interés privado debe estar a la par del interés público, no por encima de él. Son interés que deben estar en un mismo nivel.
--¿Por qué decidió ser candidato? ¿Cómo se trabajó en el armado interno?
--Hay muchos factores. El respaldo de Kicillof y su decisión de que Unión por la Patria recupere la capital provincial fue muy importante, ya que generó un proceso de unidad hacia adentro muy grande. Nos unimos los compañeros de diversas generaciones y diferentes construcciones políticas. La militancia territorial, universitaria, los decanos de facultades y los profesores. La militancia gremial como la CGT y la CTA, y los sectores de la militancia los diez movimientos sociales. Se unió todo el mundo y creamos una fuerza política con mucha pasión militante e hicimos una campaña bien pensada. Visitamos los barrios más de seis veces, logramos sacarle a Cambiemos muchos sectores peronistas que se habían ido allí, y lo hicimos con un trabajo cuerpo a cuerpo, barrio por barrio y casa por casa. Fuimos a cada uno de los 24 pueblos que tiene el partido, no dejamos localidad sin visitar. Fue una campaña basada en la territorialidad, más allá de las redes y la comunicación política. Hubo mucho territorio para recuperar la base electoral que tracciona al peronismo, fue un combo pensado y que lo pudimos trasladar a la realidad a base de militancia y más militancia.
--¿Qué rol tiene Axel Kicillof?
--Kicillof fue un paraguas muy importante, su rol de acá en más será fundamental. A las capitales de las provincias no las reconstruye el pueblo solo, la reconstruyen sus habitantes, pero con la presencia de un gobierno estatal del cual la ciudad capital es la cabeza. Con Massa y Kicillof hemos sido ministros, venimos de un gobierno de organización y de un entrenamiento de saber y conocer cómo se trabaja. 24 horas por 24, y sabiendo que mejor que decir es hacer. Nos conocemos, somos amigos y eso juega. Voy a tener dos grandes aliados a la hora de reconstruir la ciudad, la figura de Axel es la de mayor prestigio en la política bonaerense, y sirvió para sumar una cantidad de sectores.
--¿Incluso con el radicalismo?
--Hicimos alianza con el radicalismo alfonsinista, que en la ciudad tiene mucho peso. El radicalismo de la Provincia de Buenos Aires es un radicalismo progresista, a diferencia del 'radicalismo Malbec' de Mendoza, o de otros sectores con un componente más feudal. El peronismo bonaerenses también es progresista, no solamente porque Perón, Eva y Alfonsín eran bonaerenses, sino porque el perfil industrial de Buenos Aires, ese forjado mediante los inmigrantes europeos de siglo XIX que traían el deseo de trabajar. Eso generó que en la provincia de Buenos Aires estos partidos tengan una visión progresista, y eso se unió en esta elección, porque la oferta electoral de la derecha fue muy recalcitrante.
--¿Cómo se encara el balotaje?
--Con un enorme optimismo, estoy seguro que Sergio Massa va a ser electo Presidente de la Nación. Un candidato es, como dijo Luis Juez, el pájaro Loco. Lo graficó él. El otro es un estadista de primer nivel, que conoce los derechos sociales y demostró enorme pericia para pilotear momento de grandes dificultades, mandando señales claras de que le preocupa la realidad de los trabajadores. Hoy Argentina tiene dos ofertas electorales, una que quiere liquidar los derechos sociales conseguidos, terminar con los derechos laborales, culminar con la salud pública, el modelo de educación pública y mantiene una actitud de entregar soberanía, con Milei, Bullrich y Macri, que apadrina ese acuerdo. Del otro lado está el modelo nacional y popular y democrático, que quiere reafirmar los derechos, que le preocupa el ambiente, que quiere conservar lo conquistado y preservar y perfeccionar la educación y la salud.
--¿Cómo le contaría La Plata a aquel que no la conoce?
--Es una ciudad maravillosa, la segunda de América que primero se planificó y después se pobló. Fue considerada por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad, es patrimonio cultural de la Nación y de la Provincia. Es la cuarta ciudad en la construcción del Estado Nacional, que definió la cuestión capital en 1880. La Plata forma parte de eso, tiene un valor histórico enorme. Y ni hablar del punto de vista universitario, ya que desde su fundación estuvo ligada al conocimiento.
--¿Cómo festeja Julio Alak?
--Yo trabajo desde los 15 años, arranqué barriendo una imprenta como cadete. Trabajar es lo que mejor sé hacer, seguiré de esa manera. Celebraré con la familia y con mis compañeros militantes, con los que comparto desde hace cincuenta años.