"Jamás fui violento con una mujer, solo con CFK", sorprendió Fernando Sabag Montiel, el hombre que intentó matar a la vicepresidenta, en una carta que mandó la semana pasada desde la cárcel de Ezeiza a la Cámara Federal de Comodoro Py. El asesino fallido envía manuscritos con frecuencia a distintos tribunales, a veces con caligrafía difícil de descifrar. La particularidad del último es que lo usa para contestarle a Brenda Uliarte, que era su novia y está detenida como coautora. Ella había hecho una presentación el 26 de septiembre donde lo vinculaba con el diputado Gerardo Milman (JxC) y con la organización de ultraderecha Revolución Federal, además de describirlo, entre otras cosas, como un violento. En el texto, como está a la vista, Sabag Montiel reconoce --como lo había hecho ya en una entrevista en C5N-- que quiso matar a Cristina Fernández de Kirchner y que no se arrepiente. Por lo demás, dice que la chica miente.
Guerra
Cuando Uliarte se presentó --aconsejada por sus actuales abogados Carlos Telleldín y Sabrina Mansilla-- pidió ampliar su indagatoria y adjuntó un texto que anticipaba algunas cosas que quería decir, como que Sabag Montiel no actuó solo sino que "claramente alguien está atrás", fueron sus palabras. Hacía también una descripción de él en la que contaba que si bien se conocían hacía varios años solo llevaban un mes y medio en pareja. Ahí, sostuvo ella, descubrió que él tenía "conflictos de personalidad", que era "bipolar" y "manipulador" entre otras cosas. "Sufrí varios hechos de violencia de género", relató y dijo que podían buscar fotos en su celular que daban cuenta de eso. Agregó que el día del atentado, él la amenazó con un arma: "ahora si quiero te mato", "vamos acompañame o te mato".
La carta de Sabag empieza con la respuesta: "Respecto a las 4 hojas que presentó Brenda es cierto que solo salimos un mes en agosto de 2022, jamás le pegué". Según su versión, al revés, la defendió de un exnovio que "la amenazó con un arma (...) la protegí, la cuidé y me amenazó a mí por culpa de ella y ella no hizo nada". Sabag Montiel dice que Uliarte miente. "Que tiene fotos golpeada es mentira o serán armadas, no sé que gana con eso", escribió. "La que tiene problemas psicológicos es ella", dijo, y la describió con términos similares a los que usó Brenda respecto de él: "bipolar", "inmadura", "infantil", "negadora", "creída", "no tiene empatía", "es sumamente egoísta y malcriada". En medio de todo eso Sabag sorprende al afirmar que él solo fue violento con CFK. Acusa, además, a Uliarte de no querer "hacerse cargo de sus actos". "Es poco creíble --dice-- que la amenacé a punta de pistola para acompañarme a hacer algo respecto del atentado, no sabe que inventar..." También cuenta que le sacó fotos a ella con su arma, halladas en la tarjeta SIM, porque se lo había pedido para atemorizar a sus exparejas.
Algunos de los términos que usan para describirse mutuamente aparecen en las pericias psiquiátricas de sus primeros tiempos en prisión. Sabag Montiel aceptó una entrevista exhaustiva con psiquiatras y psicólogos por entonces. Brenda solo respondía por sí o por no. Evitaba explayarse. Sobre él concluyeron que tenía una “personalidad anormal” con “rasgos de trastorno narcisista”, “patrón dominante de grandeza”, “necesidad de admiración” y “falta de empatía”, entre otras cosas. Sobre ella, quienes la evaluaron dijeron que la vieron "fría, insegura, abatida, sin disposición, poco empática, con dificultad para expresar sus emociones y hostilidad contenida". Concluyeron que su postura reticente mostraba conciencia de la situación que enfrentaba. Sobre Sabag también afirmaron que comprendía la criminalidad de sus actos.
Versiones
"Jamás fui a una marcha ni me pagaba nadie y jamás me vieron en una marcha", dice la carta de Sabag Montiel, sin mencionar a Milman. Brenda había dicho: "Yo no sé por qué Nando (Sabag) hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo (...) nunca vi a Milman pero decían que les pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la casa de Cristina Kirchner. Yo no digo que financiaron el atentado pero sí financiaban para agitar y armar quilombo". Relacionaba con ésto que Sabag hablaba, según ella, con una tal "Carolina" y le decía que era "la secretaria de un amigo". El interrogante es si se trata de la colaboradora de Milman, Carolina Gómez Mónaco quien igual que su jefe entregó en la investigación un celular que no se puede analizar, modelo posterior al ataque a CFK. Según Sabag Montiel, "Carolina" es un invento de Brenda.
Uliarte lo había vinculado con la organización violenta Revolución Federal, que además de protagonizar agresivas acciones en las calles organizaba charlas en Twitter Spaces donde se llegó a hablar sobre cómo matar a la vicepresidenta, y una de las formas fue la que usó Sabag, mezclado como si fuera un militante que iba a respaldar a CFK. Uliarte le daba instrucciones y seguía sus pasos, surge de sus chats. "Yo fui un solo día a la sede de Revolución Federal, a vender copitos, que me llevó Fernando, él era parte de todo eso, yo no. Si le preguntan a los miembros de Revolución Federal nadie me conoce", había pedido declarar Brenda, que estuvo por lo menos en una marcha de antorchas frente a la Casa Rosada. "Yo no puedo asegurar que a él lo financiaron para que mate a alguien, pero en dos oportunidades me contó que sí financiaban a Revolución Federal. También que había gente que pagaba para que vayamos a las marchas y a los actos. En realidad le pagaban a él y él me llevaba a mí".
Sabag Montiel replicó: "Ella dice si le pregunta a RF nadie la conoce y a mí tampoco me conocen. Yo a ella jamás le conté nada de ellos porque no los conozco, aparte dice que que a la sede de RF y que no los conoce. Es contradictorio (...) Si le preguntan a RF van a ver que todo lo que dice Brenda es mentira". "Yo a Brenda jamás la llevé a una sede, vendíamos en la calle, no en sedes", agregó. El texto contiene frases enrevesadas y una teoria de que Brenda y Carrizo conspiran en su contra y sugiere que plantaron un arma.
¿Efectos?
Brenda Uliarte leyó la carta de Sabag Montiel, la última de más de una decena, y enfureció. Ya estaba enojada por el juicio en el que ambos fueron condenados por la tenencia de un DNI ajeno que estaba en el monoambiente que compartían en San Martín y que él dijo haber encontrado en la calle.
Hasta ahora, cuando tuvieron la oportunidad de declarar en indagatoria, ninguno de los dos dio ninguna precisión de los hechos. Sabag, llamativamente, sí había dicho "Brenda no tuvo nada que ver". Después del escrito de ella que pedía ser indagada otra vez, nada ocurrió y no está claro que relevancia le darán en la causa donde sigue en pie la "pista Milman" a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo. Tanto la querella de CFK como la de Juan Grabois pidieron en el expediente sobre Revolución Federal que la citen a Uliarte como testigo. Eso tampoco sucedió.
Sabag Montiel está aislado en un celda sin contacto con otros detenidos y no recibe visitas. Pero mira televisión y escribe cartas. En una de las primeras pedía que lo defendiera el fiscal Diego Luciani, quien había pedido condenar a CFK a 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua. En otra introdujo el nombre de Hernán Carrol (de la agrupación Nueva Centro Derecha), una pista que quedó sin profundizar. En otras dice no ser "un sicario", que nadie le pagó y que en realidad no sabe disparar, entre una mezcolanza de conceptos a veces difíciles de comprender.
Sus manuscritos y la presentación de Brenda contienen relatos que quedan flotando en la causa, que tienen un papel indefinido pero que podrían abrir pistas de investigación, en especial teniendo en cuenta aquello que guía a posibles rastros políticos y financieros. Aun así, lo que queda en instrucción marcha a tranco lento. Sabag, Uliarte y Carrizo aguardan el juicio oral por el intento de homicidio que ya se ve marcado por las tensiones entre los detenidos y por lo que no se hizo en la investigación.