A la luz de los hechos, la decisión unilateral de Mauricio Macri de apoyar a Javier Milei de cara al balotaje reconfiguró el mapa político nacional, pero también el provincial. Juntos por el Cambio atraviesa una transformación, y la Unión Cívica Radical emerge con otro protagonismo. Así lo expresa el actual intendente de Puán, Facundo Castelli, quien tras doce años dejará el cargo. “Sergio Massa es el único que da esperanza”, sostiene a Buenos Aires/12.

Con una postura que, según su mirada, no atenta contra la que adoptó su partido, publicó un documento en el que expresó su voluntad personal de cara al 19 de noviembre. Para Castelli, Milei atenta contra el sistema democrático y, al igual que el titular de la UCR Nacional, Gerardo Morales, considera que hay que hacer todo lo posible para que no triunfe La Libertad Avanza. Mirando hacia adentro de su propia fuerza, advierte también que  “Macri hizo implosionar a Juntos”.

No defiende la gestión de Massa: pone en valor lo hecho por Axel Kicillof en la provincia y la lectura que hizo el peronismo sobre presentar propuestas positivas a la sociedad, y plantea sus diferencias respecto a la estrategia de circunscribir el discurso de Patricia Bullrich y Néstor Grindetti a la dicotomía kirchnerismo-antikirchnerismo. Pero la primera pregunta, tras algunos minutos de intercambio de saludos es más que obvia.

--¿Va a votar a Sergio Massa en el balotaje?

--Sí.

--¿No alcanza con la neutralidad?

--Creo que hay que dar un salto más y poner en claro lo que uno pretende a partir de la diferencia que hay entre los dos candidatos. Con Milei no hay ningún punto de coincidencia. Todo es agresión y particularmente con el radicalismo. Si uno tiene que confiar en uno de los dos candidatos para llevar adelante un gobierno que convoque a la unidad, y que además la gente eligió con la esperanza de llevar eso adelante, es Massa.

--¿El partido debería ir más allá de la neutralidad?

--El partido se manifestó y está bien. Yo como dirigente siento que tengo también una responsabilidad, y que yo lo exprese no quiere decir que todo el radicalismo esté de acuerdo. Sólo creo que los dirigentes debemos tomar una postura y esta es la mía, es personal. Y creo que hay que hacerlo porque la gente que sigue a la política tiene que tener las cosas claras. La gente puso a JxC en tercer lugar, por eso hay que hacer una reflexión.

--Hay sectores que lo van a acusar de massista y de haber "negociado" algo. 

--(Risas) Yo no me voy a ningún lado, yo estoy en el radicalismo. En democracia uno puede plantear lo que piensa. No me fui, sigo dentro de Juntos, seguimos en esa línea con la UCR, no arregle nada con nadie, y el 10 de diciembre tendré que salir a buscar trabajo. Después de 12 años como intendente y más de 20 en la Municipalidad, uno siempre aspira a que las cosas mejoren, respetando la voluntad popular. Ahora quedan dos opciones y uno se tiene que pronunciar, y sólo uno de los candidatos garantiza la esperanza de que haya un cambio en el sentido de llegar a un gobierno de unidad que convoque al resto de las fuerzas políticas.

--¿No le preocupa que llegue un pedido de expulsión como a Luis Petri?

--La postura del partido es que no acompañamos a ninguno de los candidatos, pero estamos en democracia, y uno no tiene que ser felicitado ni castigado por sus decisiones personales. Lo de Petri fue una postura personal acompañando a su fórmula. Hacer pública una postura personal no tiene que llevar a un pedido de expulsión. ¿Quién tiene el radicalómetro? Yo prefiero ser franco y sincero, no me quiero callar estas cosas.

--¿Cómo evalúa la gestión de Massa?

--Uno no le quita la responsabilidad que tiene como ministro de Economía. Es claro que no han sido resultados que se esperaban. Sucede que uno aspira a que envíe un  paquete de medidas que pasarán por el Congreso y puedan corregir muchas variables, acompañado esta vez con toda su gente en la gestión. Ahí se podrá evaluar el resultado. Nosotros tenemos que apostar por eso. Y ahí, en todo caso, si no hay acompañamiento del Congreso y será otro problema. Por otra parte, si Massa no envía las medidas de corrección seré el primero en decir que me defraudó por no llevar adelante lo que propuso.

--¿Espera que el radicalismo tenga lugares de gestión en un posible gobierno de Massa?

--La unidad no se traduce en ministerios sino en llamar a las distintas fuerzas a presentar proyectos, a presentar lo que esperamos cambiar. No pasa por tener una unidad por lugares, sino por ver el acompañamiento con los legisladores. De las dos alternativas que hoy quedan, el único con la postura para llevar esto adelante es Massa, porque no quiere llevar a la dirigencia política a la grieta. Puedo tener diferencias políticas, pero demostró tener dialogo con todos los sectores, que va para adelante con sus propuestas, y que tendría que hacer esa diferencia el 10 de diciembre para no ir a la debacle total.

--¿Por qué no puede haber coincidencias con Milei?

--Creo que Milei atenta contra el funcionamiento democrático. Me llamó la atención que durante su cierre tuviera ese grito en contra del radicalismo. Algo que no suma nada sino que genera más odio y división. La Argentina está para cualquier cosa, menos para eso. Y esto que pasa ahora le hace daño a Milei, porque su discurso se vuelve distinto. Su gente debe estar decepcionada por el cambio de un día para el otro. Es raro, porque genera más descreímiento. Es lamentable. Seguro que quedará otra estructura en Juntos.

--¿Cuál cree que será el futuro de Juntos tras ese acuerdo?

--Veo un Juntos liderado por el radicalismo. Una coalición donde estén la Coalición Cívica, una parte del PRO y el Peronismo Federal. Hoy la UCR tiene cinco gobernadores que deben discutir ese futuro. Quienes no están en Juntos son los que están con Milei. Juntos tiene que seguir, porque quienes plantearon la neutralidad partidaria es porque quieren que siga Juntos. Es momento de que el liderazgo pueda estar en la UCR, con Gerardo Morales, Martín Lousteau, los gobernadores... Horacio Rodríguez Larreta estará en esta línea. Creo que hay que construir.

--¿Macri odia el radicalismo como se escuchó decir a algunos dirigentes?

--No sé si lo odia, pero nunca se sintió cómodo con el radicalismo. En 2015 dijo que no iba a cogobernar con UCR y allí lo demostró. Si tomás la decisión de que tu candidata a presidenta haga un apoyo público sin, como mínimo, una reunión previa con tu principal socio, es otra demostración. Macri se llevó puesto al resto de los partidos.

--¿Se decepcionó cuando Bullrich y Grindetti apoyaron públicamente a Milei?

--Había una convivencia en Juntos que ya era difícil. Uno veía los movimientos del PRO antes de las elecciones y entonces no se decepciona, es algo que se venía. Macri hizo implosionar a Juntos, le hizo mucho daño desde un primer momento. Uno antes hacía análisis a la distancia y se preguntaba por qué no le dio la derecha a María Eugenia Vidal para desdoblar las elecciones provinciales en 2019, o no acompañó a Horacio Rodríguez Larreta en su candidatura, y hoy te das cuenta de que siempre quiso ser él. Y la frutilla fue ir a una reunión con Milei sin un acuerdo previo con todas las fuerzas de la coalición, tener una cena y al otro día hacer esa conferencia. Esto es dañino para la política general. Mucha gente que votó a Bullrich no va a ir a votar. Y, además, no creo que los dirigentes tengan la fuerza para mandar a votar en masa a favor o en contra de alguien.

--¿Rodríguez Larreta debería haber sido el candidato a presidente del espacio?

--Era el candidato natural. Después vino Patricia, con todo su derecho, y se dio una interna muy dañina para Juntos, donde en su momento se preocuparon más por ver quién ganaba que en escuchar a la gente. Para hacerse una idea, a nivel local competimos contra la lista de Patricia, perdimos, y no pudimos ni siquiera participar de la campaña hacia las generales. No fuimos invitados a la estrategia local. Después de la integración, el tercer concejal es nuestro, Lucas Delgado, presidente de la UCR a nivel local. Nunca nos llamaron. Si eso pasaba en nuestro distrito y si pasaba en otros niveles, muy difícil contener a todos los votantes del espacio.

--¿Diego Santilli era mejor candidato a gobernador que Grindetti?

--Sí. Era mejor candidato por lo que él conocía de la Provincia y por el nivel de conocimiento que había de la gente sobre su figura. Néstor es un excelente intendente, pero había poco conocimiento de él en la Provincia, muy poco en el Interior.

--¿Eso explica el crecimiento de Kicillof en todas las secciones del interior provincial?

--Fue impresionante lo de Axel. Lo he reconocido muchas veces: ha llevado adelante un buen gobierno y siempre ha traído respuestas en todos los ámbitos. Unión por la Patria supo llegar con políticas que la gente estaba esperando. En los municipios que ganó no fue por algo económico, sino por políticas en general que dieron resultados. Hubo obras en todos los distritos, escuelas nuevas por todos lados. Digo esto sin dejar de ser consciente de estar en el lugar que nos puso la gente. Más allá de que uno defina apoyar a alguien no deja de ser oposición, o ser oposición responsable.

--¿Fue errática la estrategia de Bullrich para la Provincia?

--Más allá de mis diferencias con el kirchnerismo, cualquier expresión de finalización sobre algo no tiene que salir de los políticos sino de la gente cuando vota. Lo de plantear kirchnerismo-antikirchnerismo fue un error a nivel nacional y provincial. Vos veías el último debate y lo que te quedaba era eso del destierro del kirchnerismo. No había propuestas. El mensaje no era de apoyar para ganar. Era negar la existencia de otra fuerza política. No hace falta decir eso. Si es cierto, la gente se da cuenta sola.

--¿Por qué se mantuvo esa postura en la provincia de Buenos Aires?

--Uno no está en esos niveles de decisión. Lo que veo de esas campañas que arrancan muy furiosas, donde se recorren en dos meses todos los municipios del interior, es que se rodean de la gente que los acompaña, y la realidad es que mucha gente piensa otra cosa.

--¿Fue mejor lo hecho por el peronismo?

 

--El peronismo supo llegar a lugares que esperaban propuestas. Massa supo llegar con sus propuestas, como sacar el impuesto a las ganancias para los trabajadores, algo que muchos estaban esperando.