La promesa de Mauricio Macri y Patricia Bullrich de sumarle nuevos apoyos partidarios a Javier Milei de cara al balotaje contra Sergio Massa se empieza a resquebrajar. El gobernador electo de Chubut, Ignacio Torres, advirtió este martes que está muy lejos de avalar el pacto que la cúpula del PRO selló la semana pasada con el libertario y aseguró que consultará qué decisión tomar junto a los intendentes y diputados de su provincia. Su par de San Luis, Claudio Poggi, fue más lejos y directamente se declaró prescindente. "Los gobernadores definimos que nuestra posición es no influir en el balotaje para definir en quién debe ser el nuevo presidente", afirmó.
Ambos gobernadores electos apoyaron hasta las generales la campaña de Patricia Bullrich, pero poco más de una semana después del resultado que dejó a la excandidata fuera de juego, se niegan a sumarse al pacto con la ultraderecha. En parte, porque sus armados locales incluyen a muchos más espacios que el PRO y los aliados de Juntos por el Cambio; también, de por medio está la especulación respecto de la precaria gobernabilidad que podrían tener a partir de diciembre en sus territorios con un gobierno nacional comandado por el libertario.
"El armado nuestro en Chubut fue con liberales, con radicales y con peronistas adentro. De hecho, nos votaron de todos estos sectores. Tengo diputados que tienen afinidad ideológica partidaria con varios sectores. No es lo mismo que hable un candidato o un dirigente partidario a que nos manifestemos quienes tenemos una responsabilidad ejecutiva", argumentó Torres.
"No creo que sea binario el debate, o (Sergio) Massa o (Javier) Milei. Yo personalmente no voy a votar en blanco. Pero no voy a tomar esa decisión en base a las discusiones con la cúpula dirigencial. Lo voy a hablar con mis intendentes y mis diputados", se explayó más tarde y agregó que tanto él como el resto de sus pares --unos diez mandatarios provinciales en total, contando a los radicales-- trabajarán "con agenda propia" de cara al futuro.
En ese sentido, Torres también deslizó una autocrítica al interior de la coalición, al afirmar que "no va a existir más esa famosa mesa de JxC donde había personas que nadie sabe bien quiénes son y están puestas a dedo por algún dirigente".
Pese a que dijo no tener el voto definido, Torres deslizó una preferencia anti-Milei: "Estoy del lado de la sensatez", sugirió. Poggi dejó una definición similar: "Nuestra responsabilidad es garantizar la institucionalidad", remarcó.
Poggi también fue duro con la decisión que tomaron Macri y Bullrich a espaldas de sus aliados. “La gente está por encima de las posiciones que tomemos los dirigentes”, aclaró. También dejó un recado para cómo se manejó el espacio durante la campaña. "Los dirigentes no estuvieron a la altura de las circunstancias”, dijo, debido a que “hubo una interna con heridas que no cicatrizaron y se fueron alejando de la realidad que vive de la gente”.