“Es una cuestión que evoluciona, en la medida en que es una investigación que va avanzando”, argumentó el jefe de Gabinete Marcos Peña para justificar el cambio de postura del Gobierno nacional respecto a la causa por la desaparición de Santiago Maldonado. Mientras en un principio los funcionarios descartaban por completo la participación de Gendarmería, ahora Peña admitió como hipótesis que pueda haber habido ”una desaparición forzosa” y que “uno, dos o tres gendarmes puedan haber llevado adelante esa acción”.
En su informe ante el Senado, Peña abrió con un discurso en el que aseguró que "si se comprueba algún delito de las fuerzas de Seguridad no habrá ningún tipo de encubrimiento ni ningún tipo de plan que obstaculice el trabajo de la Justicia". Luego, ante las preguntas del bloque del Frente para la Victoria, insistió en pedir “que avance la investigación”. Dijo estar de acuerdo con que la causa haya sido caratulada como “desaparición forzada” pero aclaró que eso “no implica ya decir que hubo una desaparición forzada, se investiga como una desaparición forzada”.
Sostuvo que el expediente judicial “no tiene ningún imputado ni ningún elemento de prueba concreto que pueda determinar lo que ha ocurrido” y si bien le bajó el tono a la defensa de la actuación de la Gendarmería, rechazó lo que calificó como un “ataque institucional” a esa fuerza. "No damos por sentado que fue Gendarmería, tampoco que no lo fue. Eso lo tiene que decir el juez. Si hubo o no una desaparición forzosa, si hubo uno, dos o tres gendarmes que hayan llevado a cabo la acción son todas suposiciones que hoy no estamos en condiciones de afirmar", añadió y completó que "a la Gendarmería la están investigando de arriba a abajo”.
El jefe de Gabinete afirmó que “siempre se ha mostrado la plena colaboración del Gobierno con la investigación judicial”, a pesar de que recién hoy, 36 días después de la desaparición de Maldonado, viajaron a Chubut el ministro de Justicia Germán Garavano y el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj para reunirse con el juez y la fiscal de la causa.
También volvió a rescatar a Patricia Bullrich y dijo que respalda “plenamente el trabajo de la ministra de Seguridad” en la “lucha contra el narcotráfico”. Defendió además que Bullrich haya llevado al Congreso la llamada “hipótesis del puestero”, que afirmaba que Santiago había sido apuñalado en Epuyén en julio y que fue descartada judicialmente esta semana tras los análisis de ADN. “Una de las hipótesis que estaba abierta era la hipótesis del puestero”, justificó Peña y sostuvo que “no ha habido ni una sola acción del Ministerio de Seguridad que sea objetable en cuanto al procedimiento”.
Luego desestimó la afirmación de la diputada Victoria Donda, quien aseguró que Bullrich expresó a miembros de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja que “por ahí a algún gendarme se le fue la mano” durante el operativo en el que desapareció Maldonado. Para el jefe de Gabinete, Donda tuvo “mala fe” al divulgar esa información porque se trató de un encuentro a puertas cerradas. Sostuvo que lo que dijo la ministra es “que no podemos descartar ninguna hipótesis”.
Sobre la participación del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, en la represión del 1° de agosto, Peña volvió a asegurar que Noceti no condujo ese operativo y reiteró la versión de que el funcionario “estaba de paso” por el lugar el día que desapareció Santiago Maldonado. "Que haya una foto de Noceti hablando con un gendarme no indica que él haya conducido el operativo", expresó y sostuvo que “el operativo fue ordenado por el juez y fue comandado por la gente que estaba allí”.