A pesar del esfuerzo que hace internet en hacernos creer que tiene todas las respuestas, algunos de los mejores secretos de las ciudades no están allí. Ese podría ser el caso de la Semana del Film Experimental de La Plata, cuya presencia casi invisible en redes sociales no le hace justicia a su continua presencia en la ciudad, que data de 2011. De jueves a sábado, el Cine Select será la única sede de la décimo tercera edición de la Semana, que espera su público fiel de todos los años. Con un fuerte amor por las convicciones de la cinefilia especializada, como apostar por las proyecciones en fílmico con más excusas que una simple nostalgia, la Semana del Film Experimental se asegura desinteresada por convocar masivamente, y, al contrario, pregona el valor que existe en las cosas que son entre pocos. 

Los inicios

La primera edición de la Semana se realizó en 2011. Su catálogo prometía "propuestas experimentales pocas veces vistas, de distinta naturaleza". Y podemos afirmar que cumplía. A esa primera edición estuvieron programados y presentes realizadores como Horacio Vallereggio, Jorge Honik y Narcisa Hirsch, pioneros del cine experimental argentino. 

Lo que se mantiene de la esencia de la primera muestra es lo que se convirtió en su marca personal: la proyección en fílmico, ya sea en 35mm, 16mm, super 8. La idea surgió de la vuelta del cineasta y programador Federico Germán Lanchares a la Argentina en 2007, después de vivir varios años en Barcelona. La ciudad europea mantenía una oferta cultural regular al respecto. "Extrañaba esa oferta de cine experimental, no había muchos lugares que lo exhibieran regularmente, como muestras anuales o ciclos mensuales", afirma.

Esta idea se cruzó o nació al mismo tiempo que su asistencia al taller que brindaba el director Claudio Caldini, otra eminencia de este tipo de películas. "Allí tuve acceso a su archivo, y pude constatar que en Argentina hay históricamente una producción de cine experimental muy grande, que va desde principios de fines de los años 60 y casi hasta la actualidad", afirma Federico. 

Las funciones serán en el Cine Select.

El segundo paso fue contactarse con una nueva generación de cineastas que había retomado el amor por la utilización de estos materiales olvidados. Lo que se generó fue una comunidad, y el lugar elegido para festejarla, la capital bonaerense. 

Revisando los programas año a año, que Federico guardó con dedicación, puede notarse la progresión del nivel de las decisiones de programación de la Semana. En su segundo año, ya incluían invitados internacionales. Al tercero, aclaraban que no era un festival comercial ni competitivo, sino capaz de ofrecer la oportunidad de aprender, compartir y experienciar con otros. Año tras año, los hilos de la programación se afina y los nombres, se agrandan. 

25 butacas

"En una época teníamos ganas de armar una sala propia, alternativa, y ponerle de nombre 25 butacas, un poco en broma, porque es como el promedio de espectadores para el cine experimental, no solo acá sino en el mundo", bromea Federico sobre la convocatoria de este tipo de eventos. Aunque se corrige y afirma que a la Semana suelen ir cuarenta personas, a veces más, a veces menos.

Ese carácter de fiesta de unos pocos es donde se concentra toda la magia del evento. No porque exista un valor en el secreto a voces, sino porque permitió acortar las distancias entre aquellos que disfrutan de lo mismo. "Se formó una especie de red local que está conectada con otra red mundial de cine experimental, que también es muy pequeña. Gracias a esos lazos solidarios pude ir convocando a cineastas no sólo del país, sino cineastas extranjeros", afirma Federico. Al día de hoy, pasaron por la muestra más de 60 cineastas de todo el mundo.

"Es un perfil bajo que tiene la muestra, y creo que va a seguir así. El mundo del cine experimental es pequeño. Hay un cineasta clave del experimental que es Stan Brakhage, que él se consideraba un amateur. Amateur en realidad significa amante. Una persona que se dedica a eso, pero que no tiene mucho conocimiento, profundidad sobre el asunto. El amateur es un amante, es una persona que lo hace por amor, no por otro tipo de intereses", reflexiona Federico.

Aunque hoy en día cuentan con auspiciantes, con el contexto de economía actual, nunca alcanza. Movidas como la de la Semana del Film Experimental nunca son remuneradas y a veces, deben tener que sacar la plata del propio bolsillo de sus organizadores. Si se hace, no es posible pensar otra razón para hacerlo que no surja de un profundo afecto por el proyecto. 

Esta edición 

"No es la nostalgia lo que nos mueve, sino una estrategia que intenta aportar sentido a una comunidad de cine que tiene un pasado, nos permite entender el presente y genera esperanza de futuro", puede leerse en el catálogo de la edición de este año tan problemático. 

Joyas esperan a los cinéfilos. El jueves estará dedicado a las películas del cineasta argentino Sergio Levin, setentosas y rockeras; el viernes estarán presentes Gonzalo Egurza y Ariel Nahón, contemporáneos que eligen super 8 y el sábado será el turno del poeta, artista y cineasta Leandro Katz, cuyas películas ofrecerán un emblemático cierre a un festival de por sí emblemático. Esperan a los curiosos las 21hs, en el Cine Select de la ciudad de La Plata.