A partir de la confluencia de varios rasgos, tan posibles como recreados, un errante transita las tablas del siglo que pasó y en la compañía de canciones. Un musical que es toda una apuesta por parte de la dupla que componen Héctor Ansaldi (dirección) y Manu Ansaldi (música original), junto al numeroso elenco que integran con Carolina Rossi, Cecilia Murillo, Mariano Raimondi, Fernando Pellegrini, Ainhoa Murillo, Matías Delaygue, y la participación especial de Liliana Gioia. Errante, el musical tendrá su estreno mañana a las 22 en Teatro Caras y Caretas (Corrientes 1518), para continuar durante todos los sábados del mes y el primer sábado de diciembre.
“Conocí a una persona cuyo padre era un errante, y a partir de allí se me ocurrió la obra. Además de las cosas que me contó, investigué situaciones similares, porque no trata sobre alguien que no tiene para vivir, sino sobre alguien que, voluntariamente, vive en la calle. En verdad, son ‘alguienes’, porque son varios. Investigué y decidí situar el origen de esta persona a principios de siglo, de modo tal que la obra vaya desde 1910 hasta los ’90, más o menos. Pasa por distintas épocas y situaciones musicales; y mi hijo, Manu Ansaldi, compuso las canciones. El protagónico es prácticamente suyo; yo interpreto a este linyera, entre otros personajes, cuando está viejo”, comenta Héctor Ansaldi a Rosario/12.
“Y participa Liliana Gioia, que hace un poco el papel de esa mujer que se opone a esta gente y a sus decisiones, que está en contra. Ella es muy cómica y es una actriz muy difícil de reemplazar; Liliana en sí ya es un personaje, de autenticidad en lo cómico. Me parece magnífico contar con ella, haciendo este tipo de personajes, que prácticamente son intervenciones. Por otro lado, la obra tiene mucho de Rosario, y me atrajo la historia de una población originaria que trajeron a la ciudad y estaba en el Parque Independencia. Los agarraban tipo esclavos, los hombres para el puerto y las mujeres a las casas de familia. Ahí, de hecho, se genera una historia de la cual surge este linyera”, continúa el actor y director.
-A propósito, los errantes y vagabundos supieron conformar un movimiento auténtico durante el siglo pasado, seguramente resultaban molestos.
-Sobre todo provocadores, porque ellos están más allá del bien y del mal. Dicen y escriben lo que quieren en las paredes y dan mensajes que a la gente les molesta, incluso en las dictaduras. Muchos de ellos eran artistas o tenían cierta profesión. Hay quien tuvo un accidente fatal con la familia, no quiso volver a la casa y decidió quedar en la calle. Así varios. Pero yo tenía que recrear situaciones y llevarlas al drama del teatro, al espectáculo, más aún siendo un musical. Creo que Manuel logró sintetizar esta cuestión e hizo un laburo de locos. Yo tengo que cantar dos temas nomás y me cuesta un montón, pero él y todos cantan los demás. A propósito, fue un desafío encontrar actores y actrices que supieran cantar y moverse bien, no fue fácil, si bien en Rosario hay escuelas de comedia musical. Pero esto no es una comedia musical, sino un género que acabo de inventar, el “vagabundo-musical” (risas).
-El personaje, entonces, es una síntesis de varias cuestiones y personajes posibles, ¿no?
-Es un personaje que los contiene a todos, que atraviesa por distintas épocas, y la historia lo dirige hacia un final. Primero está su familia original, de 1900; hay una mujer de un pueblo originario, una historia tipo Romeo y Julieta, un cabaret, un circo, son muchas situaciones. Más adelante, al personaje lo consideran loco, porque le dan un puesto fijo y no lo aguanta, lo internan y le hacen electroshock, algo que se consideraba un adelanto. Y todo eso a través de canciones. Hasta que termina desquiciado pero feliz, hablándole a la gente; sin romper la cuarta pared, el personaje se mete en la sala, habla con la gente y la hace sentir partícipe.
-Y en ese recorrido por las épocas, los géneros musicales varían.
-En esa tarea, Eduardo Bonfatti hizo los arreglos y participó mucho con Manuel; es muy bueno lo que ha hecho y los efectos que ha puesto en las canciones dan el toque piantado que ciertos momentos necesitan. Hay mucho desafío actoral y musical, y se incluyen videos en determinados momentos. Yo pongo el 200% al momento de ensayar, y a veces exijo mucho. También porque para mí la puesta es una apuesta; si bien no lo ejerzo, soy arquitecto y me interesa mucho trabajar el espacio, la luz, las sombras, los ambientes. Y eso requiere que los actores tengan que adaptarse y sean ellos los que vayan transformando la situación. A veces, no es necesario tanto dinero sino argucia para lograr la magia teatral, algo que a los argentinos nos toca y a los rosarinos en especial.
Errante, el musical cuenta con la tarea de Heidi Gosparini en sonido, Marcos Giordano y Francisco Gaspoz en iluminación, Maia Ferro en diseño audiovisual, y Hania Betcher en vestuario.